Oculto detrás del Palacio Barolo, este bodegón refinado con
pocas mesas ofrece platos elaborados a precios increíbles: la cuenta
rara vez supera las dos cifras. Muy recomendado.
A pocos pasos del Congreso, algo oculto sobre la calle Hipólito
Irigoyen, se ubica este “restorán” (tal y como sus propietarios
decidieron subtitularlo), acertada mezcla entre bodegón y bistró.
Traducción: porciones grandes y precios más que amigables; salón pequeño
con pocas mesas, íntimo y bien decorado; propuestas culinarias de alto
vuelo llevadas al plato de modo impecable.
Esta perlita del Microcentro es responsabilidad de cuatro socios y
amigos: Julián Benedit, Sebastián Vollert (chef del lugar), Hernán
Lacarra y Nicolás Tesio. Los últimos dos son también dueños del vecino
Chan Chan, un peruano que no defrauda y trabaja a salón lleno toda la
semana. El ambiente en El Perlado es muy tranquilo, con música suave de
fondo que acompaña, luces tenues y velas en las mesas. Un lugar perfecto
para una salida en pareja.
Llama la atención la barra luminosa, donde se puede comer o beber algo.
Otra cosa que sorprende es la carta: si bien es acotada, es muy completa
en cuanto a sabores y combina diferentes culinarias, como la árabe (el
hummus es recurrente), la francesa (la típica sopa de cebolla) y, claro,
la local. De entrada, tanto las papas rosti con salmón, espinaca y
panceta ($48) y los langostinos rebozados en panko y coco con yogur y
ciboulette ($46) son una apuesta segura.
Las entradas pueden compartirse y así dejar espacio para el principal:
exquisitos los ñoquis de papa y remolacha -se siente, de verdad, el
gusto del tubérculo en la masa- con queso de cabra, jamón crudo, tomates
cherry y berro ($49) y la hamburguesa de cordero árabe con ensalada
turca, hummus y salsa tahine ($50). También hay platos del día a menos
de 50 pesos. A la hora del postre, la vedette es la torta húmeda El
Perlado ($30). Consultar por propuestas fuera de carta, como la crème
brûlée ($30).
Para los mediodías, hay menú ejecutivo de plato, postre y café a 55 pesos.
PARA BEBER
Un lindo detalle de El Perlado es que, en muchas ocasiones,
recibe al comensal con una copa de cortesía. Muy afortunado será quien
reciba Pisco Sour de maracuyá, uno de los mejores cócteles que salen de
la barra. Los demás son tragos directos y clásicos a buen precio ($35 o
menos). La carta de vinos, por su parte, es sencilla, tiene buenas
etiquetas y es mucho más económica que la de la mayoría de los
restaurantes de Buenos Aires.
ART DÉCO
Julián Benedit, además de socio propietario, es artista
plástico y el alma máter de la decoración de El Perlado, donde imprimió
una estética cercana al art déco, aunque en clave moderna: predominan
azulejos blancos con estampado de flechas negras, paredes pintadas con
triángulos gigantes (recuerdan al tablero del Backgammon), piso damero y
colores pasteles. Un rincón que da vida a una zona gris del centro
porteño.
El Perlado queda en Hipólito Yrigoyen 1386, Congreso. Abre de lunes a sábado de 12 a 16hs y de
20hs al cierre / T. 4382-8689.
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