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Crece
la oferta de las botellas de 375 cc, que apuntan a consumidores
individuales. Además se formó un consorcio de cuatro elaboradores que va
por su bag-in-box. Fideicomiso financiará promoción.
Pese a todas las dificultades, el mercado de los envases se mueve en
busca de resultados durante 2013 y también con la mira en 2014. Una
novedad viene de la mano de Verallia: con el propósito de
refuncionalizar uno de los tres hornos de su planta en Rodeo de la Cruz,
que trabaja desde el año 2000, la principal cristalería del país
proyecta incrementar entre 7 y 10% su producción de botellas.
"Será determinante en cuanto al nivel de equipamiento y para la productividad en general", adelanta Walter Formica, gerente general de la cristalería que lidera el mercado argentino. Pero eso no es todo.
La filial argentina del grupo francés Saint Gobain empezó a aplicar para esta temporada la modalidad "taylor made" con algunos de sus clientes. Diseños a medida y a pedido para el segmento de vinos premium, de los cuales Formica se reserva detalles por los acuerdos de confidencialidad.
Es una de las señales de un negocio que mide tanto el nivel de actividad de la vitivinicultura como su capacidad de adaptación a las tendencias de los mercados. Es lo que demuestra también la potencialidad en dos segmentos opuestos: el de la botella individual (375 cc), con una demanda creciente, y el bag-in-box (hasta 4 litros de capacidad), en tren de posicionarse para apalancar el consumo masivo.
Las estrategias no descartan nada, sobre todo en el mercado interno. Hay bodegas que, como Cooperativa La Riojana, aprovechan el envión del vino turista para sumarse. De hecho, su directorio tiene que decidir cuándo lanzará su primer torrontés para competir en la categoría que ya atrajo propuestas de 14 firmas, pero por ahora cuenta con 3 exponentes (Terrenal, de Tierras del Etnia, de la sanrafaelina Totals, y Cruz del Sur, de Fecovita).
Del bag-in-box a la botellita
La distancia entre ambos es amplia por varios motivos: mientras la botella de 375 centímetros cúbicos está pensada para los bebedores solitarios de vinos de alta gama, el bag-in-box (BIB) busca convertirse en el heredero de la damajuana en el seno familiar, para estimular el consumo diario.
¿Puede ayudarlo la coyuntura?: frente a la caída sostenida de las ventas al exterior y las dudas sobre cómo responderá el mercado interno, la caja de 4 litros está pensada en principio para fraccionar remanentes de exportación de calidad intermedia. Habrá que ver si alcanza el tiempo para posicionarlo, como se pretende, en la mente del consumidor.
Cristina Lafferriere, responsable por el INV de coordinar ese proceso, explica que "con el bag-in-box se puede acceder a una copa de vino con un envase de mayor durabilidad, y así recrear más momentos de consumo. Pero se necesita informar y educar a consumidores y canales de venta".
Precisamente, uno de los destinos de un fideicomiso integrado por Mendoza y San Juan, además de financiar el pool de compras de insumos secos para pequeñas bodegas, será también para solventar acciones de promoción del BIB.
Qubo es la marca de un consorcio de 4 pequeños fraccionadores y trasladistas de la zona Este (Santa Sara, Tonelli, Carbonero y Salvador Patti) que espera su chance. El propósito es poner en el mercado desde agosto, un producto a un precio sugerido no inferior a los $ 60 que, según sus impulsores, será un malbec o bivarietal malbec-bonarda de una calidad "media-alta", equivalente a la de una botella de $ 25.
"Estamos definiendo de qué manera lo insertamos en el mercado, si será directa o a través de las vinotecas, porque necesita que alguien se lo explique a la gente al principio para evitar la comparación con la botella o damajuana.
Luego será tiempo de ir a los súper con exhibidores y promotoras". Pero se actuará de distintas formas. "En Córdoba vemos que el consumidor es aspiracional y predispuesto a lo nuevo antes de llegar a supermercados con un exhibidor y promotoras", detalla Ricardo Scandura, de Santa Sara, quien identifica a dos momentos de consumo y consumidores potenciales: "la juventud y los asados, y la familia".
En el otro extremo, son cada vez más las bodegas elaboradoras de vinos de alta gama que apuestan a envases individuales en el on-trade (restaurantes, hoteles y lugares especializados) así como en vinotecas. Por caso, Luigi Bosca puso en el mercado en mayo la versión 375 cc de su línea de varietales jóvenes Finca La Linda, con cierre screw cap y para sus ejemplares malbec, cabernet sauvignon y chardonnay.
Las bodegas que lo promueven señalan 2 ventajas para acceder a los hogares unipersonales: practicidad, capacidad de reciclaje y cierre hermético. Desde Luigi Bosca resumen el leit motiv de la estrategia: "El consumo individual se multiplica. Son más los adeptos a productos fraccionados en porciones de menor tamaño para no desperdiciar y minimizar espacio de almacenaje. Las "monodosis" son una opción cada vez más buscada".
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2013/6/23/envases-alza-botellas-disenos-medida-otros-formatos-alternativos-722095.asp
"Será determinante en cuanto al nivel de equipamiento y para la productividad en general", adelanta Walter Formica, gerente general de la cristalería que lidera el mercado argentino. Pero eso no es todo.
La filial argentina del grupo francés Saint Gobain empezó a aplicar para esta temporada la modalidad "taylor made" con algunos de sus clientes. Diseños a medida y a pedido para el segmento de vinos premium, de los cuales Formica se reserva detalles por los acuerdos de confidencialidad.
Es una de las señales de un negocio que mide tanto el nivel de actividad de la vitivinicultura como su capacidad de adaptación a las tendencias de los mercados. Es lo que demuestra también la potencialidad en dos segmentos opuestos: el de la botella individual (375 cc), con una demanda creciente, y el bag-in-box (hasta 4 litros de capacidad), en tren de posicionarse para apalancar el consumo masivo.
Las estrategias no descartan nada, sobre todo en el mercado interno. Hay bodegas que, como Cooperativa La Riojana, aprovechan el envión del vino turista para sumarse. De hecho, su directorio tiene que decidir cuándo lanzará su primer torrontés para competir en la categoría que ya atrajo propuestas de 14 firmas, pero por ahora cuenta con 3 exponentes (Terrenal, de Tierras del Etnia, de la sanrafaelina Totals, y Cruz del Sur, de Fecovita).
Del bag-in-box a la botellita
La distancia entre ambos es amplia por varios motivos: mientras la botella de 375 centímetros cúbicos está pensada para los bebedores solitarios de vinos de alta gama, el bag-in-box (BIB) busca convertirse en el heredero de la damajuana en el seno familiar, para estimular el consumo diario.
¿Puede ayudarlo la coyuntura?: frente a la caída sostenida de las ventas al exterior y las dudas sobre cómo responderá el mercado interno, la caja de 4 litros está pensada en principio para fraccionar remanentes de exportación de calidad intermedia. Habrá que ver si alcanza el tiempo para posicionarlo, como se pretende, en la mente del consumidor.
Cristina Lafferriere, responsable por el INV de coordinar ese proceso, explica que "con el bag-in-box se puede acceder a una copa de vino con un envase de mayor durabilidad, y así recrear más momentos de consumo. Pero se necesita informar y educar a consumidores y canales de venta".
Precisamente, uno de los destinos de un fideicomiso integrado por Mendoza y San Juan, además de financiar el pool de compras de insumos secos para pequeñas bodegas, será también para solventar acciones de promoción del BIB.
Qubo es la marca de un consorcio de 4 pequeños fraccionadores y trasladistas de la zona Este (Santa Sara, Tonelli, Carbonero y Salvador Patti) que espera su chance. El propósito es poner en el mercado desde agosto, un producto a un precio sugerido no inferior a los $ 60 que, según sus impulsores, será un malbec o bivarietal malbec-bonarda de una calidad "media-alta", equivalente a la de una botella de $ 25.
"Estamos definiendo de qué manera lo insertamos en el mercado, si será directa o a través de las vinotecas, porque necesita que alguien se lo explique a la gente al principio para evitar la comparación con la botella o damajuana.
Luego será tiempo de ir a los súper con exhibidores y promotoras". Pero se actuará de distintas formas. "En Córdoba vemos que el consumidor es aspiracional y predispuesto a lo nuevo antes de llegar a supermercados con un exhibidor y promotoras", detalla Ricardo Scandura, de Santa Sara, quien identifica a dos momentos de consumo y consumidores potenciales: "la juventud y los asados, y la familia".
En el otro extremo, son cada vez más las bodegas elaboradoras de vinos de alta gama que apuestan a envases individuales en el on-trade (restaurantes, hoteles y lugares especializados) así como en vinotecas. Por caso, Luigi Bosca puso en el mercado en mayo la versión 375 cc de su línea de varietales jóvenes Finca La Linda, con cierre screw cap y para sus ejemplares malbec, cabernet sauvignon y chardonnay.
Las bodegas que lo promueven señalan 2 ventajas para acceder a los hogares unipersonales: practicidad, capacidad de reciclaje y cierre hermético. Desde Luigi Bosca resumen el leit motiv de la estrategia: "El consumo individual se multiplica. Son más los adeptos a productos fraccionados en porciones de menor tamaño para no desperdiciar y minimizar espacio de almacenaje. Las "monodosis" son una opción cada vez más buscada".
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2013/6/23/envases-alza-botellas-disenos-medida-otros-formatos-alternativos-722095.asp
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