INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

Tipos de catas Por Verónica Gurisatti

Existen muchos tipos de catas y se organizan de acuerdo a lo que se pretende analizar. Aquí, características de cada una.




Probar vinos y comentarlos para hacerle la vida más fácil al consumidor es el principal desafío ante tanta oferta de etiquetas. Pero más allá de los tipos de catas, hay tantas formas de catar como circunstancias en las que se prueban los vinos. Las hay distendidas, serias, profesionales, silenciosas o comentadas, y las más conocidas son la cata a ciegas, la analítica y la vertical, ya que en ellas se trata de describir el vino, ver que características tiene y determinar su calidad.

No hay catas más importantes que otras, pero sí son muy útiles las catas cuyo destino final es el consumidor. Por ejemplo: en una cata general se analizan vinos de diferentes estilos, en una cata comercial se califican por su relación precio-calidad, en una cata técnica se determina el origen, la añada y la variedad, y en la cata analítica se relaciona la composición del vino con sus caracteres organolépticos. A continuación, los tipos de cata más usados por profesionales y aficionados.

Cata varietal
Es la degustación de diferentes vinos elaborados con la misma variedad de uva y sirve para descubrir el carácter aromático de un vino en el que predomina una misma variedad y las características de cada estilo. Por ejemplo, el Malbec y sus múltiples estilos y precios: con y sin madera, jóvenes y reservas, distintas añadas y terroir (Salta, Mendoza, Río Negro).

Cata a ciegas
Los vinos se presentan sin ninguna identidad, con la botella cubierta para que los catadores no puedan ser influenciados por la marca, la añada o la región de procedencia. De esta manera el catador se encuentra entregado a la reacción de sus sentidos y es una excelente opción para que cada vino se exprese sin la influencia de la variedad o marca a la que pertenece.

Cata vertical
La idea de esta cata es analizar la evolución de un mismo vino a través de los años como también la calidad de cada añada. En general se reserva a grandes vinos y despierta un interés especial entre los expertos para conocer la evolución de los vinos y su potencial de guarda. Por regla, se empieza con el vino más joven y se sigue cronológicamente hasta el más añejo. 

Cata analítica
El objetivo principal en este tipo de cata es evaluar la calidad de los productos y sus características organolépticas. Se comparan vinos de estilos y cosechas diferentes con un denominador común, por ejemplo: el terroir, pero de distintos cepajes y añadas para comprobar la longevidad de cada variedad y las diferencias que producen año a año los factores climáticos.

Cómo organizar una cata
Las catas para aficionados o profesionales siguen las mismas reglas: preferentemente se hacen antes de las comidas (a las 11 o a las 18 horas) en un lugar sin humo ni olor a comida, tabaco o perfume, se usa un fondo blanco para facilitar el examen visual y si bien no hay un orden perfecto, los blancos van antes que los tintos, los secos antes que los dulces, los ligeros antes que los concentrados y los simples antes que los complejos. 

La copa normalizada es la ideal pero también se puede usar cualquier copa con forma de tulipa, hace falta una por persona para una cata de pie y una para cada vino en una cata sentados. También es importantes que haya pan, galletitas de agua o tostadas porque se usan para limpiar el paladar, igual que el agua, spiters (recipientes para escupir, que pueden ser frapperas llenas hasta la mitad con aserrín para que el vino no salpique) y hojas de papel o fichas de cata para describir a cada vino.

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