consejo de JOY: Chipper
Ideal para Almorzar en días de semana
Cocina: Pescados y mariscos
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- Martes a domingo 12 a 16 horas y 19 a 24 horas
- Palermo Hollywood, Humboldt 1893
- 4777-6760 / 8628
- http://www.chipperfishandchips.com/
Los
fish & chips, casi desconocidos en Argentina, son un plato tan
popular en el Reino Unido que por allá cuentan alrededor de 10 mil
locales. Se trata de comida al paso: piezas de pescado rebozadas y
fritas que tradicionalmente se rocían con vinagre (disponible en los
mostradores como si fuera ketchup) y se acompañan con papas fritas,
usualmente con salsa tártara.
Como Susan Kennedy es irlandesa, vive hace años en Buenos Aires y extrañaba su fast-food favorita, decidió abrir el primer local de fish & chips en la ciudad, en Palermo. El local, que forma parte de la National Federation of Fish Friers (una entidad que nuclea y capacita a todos los freidores de pescado del mundo), lo diseñó ella misma (es decoradora) con estilo marinero, en azul y blanco. Tiene dos barras en la calle, bajo los árboles, y más o menos 12 mesas. Adaptado a la usanza local, si bien hay un mostrador donde se puede pasar a buscar la comida, también hay servicio de mesa y la carta incluye algunas opciones para comer al plato.
Los pescados llegan semanalmente desde Mar del Plata. La carta ofrece abadejo, lenguado y salmón rosado, al igual que rabas, todos preparados con un rebozador que se ensayó durante más de 15 días con el chef, de origen peruano, muy entendido en pescados. El secreto: la masa lleva una pizca de bicarbonato de sodio y las piezas se fríen con aceite de girasol, para que sean más livianas. También hay fish-cakes (tipo hamburguesas) y goujons (bastoncitos). Las papitas se pueden acompañar con salsa de queso roquefort, curry picante o salsa de ajo. Además hay puré de arvejas, aros de cebolla y coleslaw. Como aderezo, hay salsa tártara como corresponde. Y en todas las mesas vas a encontrar vinagre made in Irlanda.
Es un poco más caro que lo que saldría normalmente comprar este tipo de comida, pero la propuesta lo vale y al mediodía hay menús con precio amigo. Un lugar ameno y distendido, imperdible para extranjeros y obligado para los curiosos. Ante cualquier duda, tanto Susan como su coequiper Marcelo andan siempre por el local, bien dispuestos a charlar con los comensales.
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