APRENDER 6 claves para descubrir un vino con tan sólo un vistazo

Margot: la más linda del barrio



Fuente: Vinarquía Blog.
margot[1]Sos el bordado lujoso
adorno de mi alpargata,
la empuñadura de plata
de mi cuchillo filoso.
Sos el acento armonioso
del fuelle que gime y llora,
la cadencia tentadora
del tango del barrio bajo…
Y sos la marca del tajo
de la mano vengadora.
Bodega Margot toma su nombre en honor al gran letrista de tango Celedonio Flores.  El tangoMargot cuenta la historia de una mina del arrabal que dio “el mal paso” y se prostituye para escapar de la pobreza.  Las letras de Celedonio son así, una dura crítica social.  Yo prefiero imaginar a Margarita (Margot para los giles) desde otro lado: como “A la más linda del barrio”, haciendo homenaje a otra letra del Negro Cele.
Recientemente pude probar gran parte de los vinos de esta bodega de Chacras de Coria (con viñedos en Tupungato, Valle de Uco) junto a otros amigos Blogueros del Vino; Romina Carparelli, enóloga de la bodega, y Sabrina Facchin, de la parte de marketing.
El lugar elegido para la juntada fue Dambleé, en Once, un restaurante muy bueno y con cierta tendencia a la comida española, aunque no es lo único que preparan.  Para hacerla breve, comimos hasta casi reventar.  En serio.
Sos la fija batacazo
que se hace y da buen sport,
sos la voz del tallador
que domina el escolazo,
de las cuarenta del mazo
sos la carta salidora,
sos la banca tentadora
por la que siempre me seco…
Y sos el colgante fleco
de esta guitarra sonora.
Empezamos la reunión con Maula Sauvignon Blanc 2011 ($72), un buen exponente del varietal que me gustó mucho en boca por lo agradable y los trazos a pomelo y manzana verde que tenía.
El segundo vino fue el Maula Pinot Noir Oak 2011 ($84), un tinto del que había oído hablar muy bien y esperaba poder probar.  Es frutado, complejo, con agradables notas de la madera y más untuoso y pesado que los Pinot Noir del sur argentino.  Romina Carparelli dijo “con esto se demuestra que no sólo pueden hacer buenos PN en la Patagonia”.  Claro, son distintos, pero bien interesantes.
Ya entrando en la parte más opípara de la cena descorchamos el Maula Malbec Oak 2011.  Si te gustan los Malbec con aromas florales, a violetas (¿rosa mosqueta, también?), tenés que probar éste.  En boca no defrauda nada  y, como el resto de esta línea, destaca su buen equilibrio en el paladar y su largo final.
Sos franja de mi león,
requinte de mi sombrero,
sos el remanye carrero
de mi fama de matón.
Mi saco negro y cortón
mi porra lustrosa y ruana,
y es tu cariño bacana
la que me guía y me encumbra…
Y eres el sol que me alumbra
cuando salgo de la cana.
El grand finale lo tuvimos con una novedad: la nueva añada de su vino ícono, Celedonio Gran Malbec 2011 ($165).  A dos meses de embotellado, se notaba su juventud, pero ya muestra tener sello y carácter propio.  Es bien Malbec, frutado y floral, equilibrado y de gran final.  En mi opinión hay que esperarlo, porque va a dar mucho de sí.
Si pudiera hacer una conclusión aquí sobre sus vinos “tranquilos” diria que todos tienen una impronta propia, fuerza y esa mirada altanera que sólo los guapos de los tangos sabían sostener.
Para culminar la noche y hacer el brindis final descorchamos Margot Extra Brut Blanc de Noirs($109).  Realizado con el método champenoise este espumoso blanco de uvas tintas (de allí su nombre Blanc de Noires) resultó muy agradable, con buena burbuja, constante y elegante.  Muy agradable de beber y de excelente calidad final.  A tener en cuenta éste para las fiestas.
Quién sabe… quizás sea el champán que tomaba Margot en el tango… cuando me dejó para irse con los giles del Armenonville.
chán… chán…

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