INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

El Champán está en su mejor momento


Fuente: Diario UNO | Gustavo Flores Bazán y Federico Lancia.
espumantesLa producción de espumantes en Argentina durante el año pasado creció un 19% en volumen respecto al 2011, al igual que la exportación de este producto, según el último informe de la Comisión de Espumantes de Bodegas de Argentina.

Como todos los años, a través de este estudio, realizado por destacados profesionales como Ignacio Squassini (Dante Robino), Pedro Rosell (Cruzat), Celia López (Navarro Correas) y Roberto González (Nieto Senetiner); se realizó un resumen de la evolución del panorama productivo, actualizando las estadísticas de elaboración, comercialización y exportación de espumantes.
De esta manera, la producción total anual alcanzó las 55 millones de botellas, un total de 417.000 hectolitros, y la exportación cerca de las 6,5 millones de unidades (48.000 Hl) , luego de un estancamiento que se había observado en el período 2008-2009, el año pasado fue el tercero consecutivo de crecimiento en producción y exportación.

A pesar de una considerable caída en las exportaciones a Estados Unidos respecto del año pasado, este país sigue entre los cuatro principales destinos de exportación de espumantes, que actualmente lidera Brasil, seguido por Venezuela y Chile. Estos dos últimos con un marcado crecimiento en volumen respecto al año anterior, llegando a los 3.816 hectolitros para el primero y 3.658 hectolitros, en el caso del vecino país.
No obstante, pudo observarse una leve caída en los volúmenes de exportación a los mercados de Brasil, Perú y Colombia, y una fuerte caída en la exportación a Estados Unidos respecto al año anterior, ubicándose en cantidades similares a las exportadas en 2010. La gran penetración lograda a este país en 2011, no pudo sostenerse este año.

Hay que destacar que de los 10 principales destinos de exportación de espumantes argentinos, 8 son países latinoamericanos: Brasil, Venezuela, Chile, Colombia, Uruguay, Paraguay, Perú y Panamá, además de Estados Unidos y Japón.

Argentina provee aproximadamente un 20% de los espumantes importados por Brasil, el principal comprador de espumantes nacionales. Aunque hay que considerar que Brasil produce unos 100.000 hectolitros de vinos espumantes y frizantes por año; habiendo acumulado en los últimos 5 años, un crecimiento total en la elaboración de estos productos del 45%.

En cuanto al principal mercado argentino en Europa es Bélgica, con 628 Hl exportados en 2011, seguido por los Países Bajos con 564 Hl. Por otra parte, el valor promedio de exportación creció un 6% respecto al año pasado, ubicándose actualmente en cerca de U$S 5,2 (FOB) por litro, según otro de los datos más relevantes del informe de Bodegas de Argentina. Es decir, que la caja de exportación de 12 botellas (9 litros) alcanzó un valor de U$$ 46,8, un 6 % de incremento respecto a 2011.


Exención impositiva e inversiones
Cabe recordar también que el Gobierno Nacional anunció la extensión de la medida que exceptúa del pago del impuesto de 12% a las ventas de champán, tributo que se cobraba por considerar a la bebida como un bien suntuario, lo que favoreció a las inversiones del sector durante el 2011.

La exención se fijó por primera vez en febrero de 2005, por 3 años, a partir de un compromiso entre el entonces presidente Néstor Kirchner y el sector vitivinícola, con el objetivo de impulsar el consumo de vinos espumosos y de estimular las inversiones para mejorar la competitividad.
A cambio del beneficio, la industria se comprometió a invertir un 25% por encima de lo que se hubiese tributado por ese impuesto, en reconversión de viñedos con variedades de alto valor enológico, incorporar tecnología, crear mayor empleo, aumentar el consumo y las exportaciones.

Según datos del INV, durante el 2011 la venta de vinos espumosos ascendió a 811.564.138 pesos, por lo que tendría que haber pagado en concepto de impuesto interno 103 millones de pesos. Durante ese período, el sector realizó inversiones reales por más de 132 millones de pesos, con lo cual superó los 129 millones de pesos que hubiera tributado al Estado en concepto del impuesto interno más el 25% al que se comprometió el sector privado. De esta manera, el saldo en inversiones en este período, superó los 3 millones de pesos.
Estas cifras se desprenden de las declaraciones juradas, trimestrales de despacho de vinos e importe facturado y las anuales que corresponden a las inversiones realizadas, presentadas por los establecimientos agrupados en Bodegas de Argentina y constatadas por el INV en todo el país.

“Esto es una muestra más de que cuando la actividad privada se junta con el Gobierno en fijar objetivos se puede contribuir al desarrollo de inversiones y de trabajo, para que en definitiva la industria siga creciendo” destacó el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay.
“Lo importante es que si uno mira qué pasaba en el mercado hace siete años atrás y cómo estamos ahora, vemos que aumentó el número de empresas productoras, la venta en el mercado interno y las exportaciones; creemos que todos son signos positivos”, agregó Canay.

En este sentido, el presidente del INV, Guillermo García, destacó que “desde el año 2005 venimos trabajando en la aprobación de las inversiones que realizan las bodegas que han comprometido su esfuerzo a través de esas mismas inversiones para lograr la exención de impuestos internos y durante el 2011 se pudo cumplir con lo programado”.
“Desde el 2005 las bodegas han dejado de tributar más de 397 millones de pesos en impuestos internos una cifra muy importante para nuestra vitivinicultura y obviamente que tiene el correlato en una cifra aún mayor de inversiones”, aclaró García.
“Es muy interesante destacar que de un poco más 80 fábricas de espumantes que teníamos en la Argentina cuando se inició este Programa ya tenemos 122 y también se ha registrado un importante crecimiento de las ventas de estos vinos tanto en el mercado interno como en el internacional y esto habla claramente del dinamismo del sector”, remató García.


También creció el consumo
El consumo de espumantes también creció durante el 2012. De acuerdo a las cifras suministradas por la subgerente del INV, Cristina Pandolfi, entre enero y noviembre de 2012 se vendieron en el mercado interno 37 millones de litros, esto es un 18% más que en igual periodo del año anterior. Ante esta escalada de consumo, las principales marcas de champán del país buscaron alternativas y lanzaron productos nuevos al mercado. Con el fin de seducir a más consumidores muchas marcas incursionaron en nuevos productos y en particular en la línea de mayor contenido de azúcar.

Algunas marcas líderes ya tenían productos de este tipo, tal es el caso de Norton Cosecha Tardía, Dolce de Lagarde o Capriccio, de Dante Robino, entre otros que se afianzaron en el mercado. Como era de esperar, Chandon Argentina, la empresa líder de espumantes con el 65% del mercado en el país, lanzó Délice, un producto que se sumó en este segmento y fue presentado con todas las intenciones de romper las reglas del consumo tradicional, como por ejemplo beberlo en vaso, con hielo e incluso mezclado en cóctel.
El mismo Onofre Arcos, jefe de enología de Chandon, sostuvo que “está dirigido para aquella gente que rechaza el espumante y así poder atraerla a este segmento de consumidores y colocarla en el mundo de las burbujas”.

Otras grandes bodegas también lanzaron lo suyo. Tal es el caso de la tradicional Casa Bianchi de San Rafael, que se asoció a la Fundación de Lionel Messi y lanzó Leo, un espumante extra brut, elaborado bajo el método tradicional. Por su parte, Bodegas Zuccardi presentó Santa Julia Brut Nature un espumoso producido a partir de uvas de Tupungato, que fue lanzado para ampliar la línea que ya contaba con un Extra Brut y un Brut Rosé.

En definitiva, más de 100 bodegas ya tienen en sus portafolios algún espumante con diferentes características y precios que parten desde los $ 22, con propuestas para todos los segmentos. Además de las grandes marcas, espumantes alternativos se afianzan en vinotecas y algunos restaurantes, tal es el caso de la marca Melodía, un producto de autor, responsabilidad del enólogo Jorge Benites, quien supo encontrar su nicho con tres espumantes: Chardonnay, Malbec y Torrontés, dulce natural, incluso exportarlo a diversos países especialmente de Latinoamérica.


El boom en las discos
Otra de las tendencias que se afianzaron el año pasado en materia de espumantes fue el consumo masivo en los boliches. La moda comenzó en Capital Federal y se extendió a todo el país, posicionándose entre las bebidas con alcohol más consumida en, en muchos casos desplazando a tragos tradicionales como el fernet con cola o la misma cerveza.
La aparición mediática de Charlotte, la hija del famoso futbolista Claudio Caniggia, quien se encargó de destacar su afición por el champán en el programa de Marcelo Tinelli, generó un efecto de consumo masivo entre los jóvenes que asisten a las discotecas, especialmente combinada con bebidas energizantes.
Esto motivó que el mismo propietario de la marca Speed, Víctor Stinfale decidió lanzar su propia línea de champán, con el nombre Renaissence, de elaboración propia en Luján de Cuyo y con el afán de competir en forma directa con los líderes del segmento.

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