INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

Argentina: viajar con el paladar por Patito

¿Te vas de viaje? Si tu destino es algún rincón de nuestro país, no te pierdas este recorrido gastronómico con todo lo que no podés dejar de probar. De norte a sur, los platos, bebidas y productos regionales para conocer durante las vacaciones.

¿Cuántas veces habremos dejado volar nuestra imaginación y planeamos el viaje perfecto? Y lo cierto es que la mayoría de las veces, sea cual sea el destino, termina asociado a alguna experiencia gastronómica. El café de Colombia, los vinos chilenos, las frutas del Caribe, Francia y sus quesos, los jamones y chorizos españoles, el aceite de oliva griego, las especias de la India.

En fin, podría pasar horas imaginando una vuelta al mundo culinaria, y años ahorrando para concretarla. Pero no necesitamos disponer de miles de dólares o viajar infinidad de kilómetros para saciar nuestro apetito gourmet. Basta con mirar un poco a nuestro alrededor, animarnos a recorrer nuestro país y descubrir todo lo que nuestra tierra tiene para ofrecer y que, puedo asegurarles por experiencia propia, no tiene nada que envidiarle al resto del mundo.
Este mi mapa de sugerencias, pero hay mucho más, claro.

CUÁL ES TU NORTE
Empezando por el norte, lo primero que pensás es “No puedo dejar de probar las empanadas, humitas, tamales y el locro”. Pero no todo termina ahí, también existe la “chanfaina” (guiso típico a base de menudos de cordero o chivito), el “charqui” (carne salada y disecada al sol) o el “charquicán” (hecho con el mismo charqui).

Son famosas sus plantaciones de caña de azúcar. Y si de endulzarnos se trata, no olvidemos el dulce de cayote, las nueces confitadas (bañadas en dulce de leche y cubiertas con glasé), los alfeñiques y los huevos quimbos. Los guisos se completan con las mejores cebollas y ajos del noroeste.
Si todavía tu paladar no se asombró, pasá por Santiago del Estero y pedí empanadas de iguana. Eso sí, solo ahora en verano, que es cuando estos simpáticos reptiles abundan.

Para acompañar, nada mejor que un rico vino Torrontés, una chicha (destilado de maíz) o el “yerbiao”, rarísima mezcla de mate con caña o ginebra. Y en Catamarca: el famoso vino patero.
Ya que hablamos de Catamarca, no podemos olvidarnos de sus higos, ciruelas y aceitunas, teniendo en cuenta que en este momento su aceite de oliva compite con los mejores a nivel mundial.
En el último tiempo, la región norteña también comenzó a ofrecer carne de llama, así como quinoa y amaranto, que están considerados súper-alimentos por la importancia de su composición nutricional.

Se destacan también las especias como el pimentón, el comino y el ají molido.
Si nos vamos un poquito hacia el este, en Formosa podemos encontrar frutas tropicales como el mango, el mamón y la guayaba.

ALLÁ POR EL LITORAL
Ya por el Litoral, en Corrientes, gracias a la influencia guaraní y la gran producción de mandioca, nos deleitamos con el sabroso chipá, la sopa paraguaya, el “mbeyú” (panqueque hecho de almidón), las tortas fritas o el pan con chicharrón. Todo regado con unos buenos mates, aprovechando la producción de los vecinos de Misiones.

Para los amantes de las carnes exóticas: no dejen de probar el cebú, ya que está derribado el mito de que su carne es dura y además tiene menos colesterol que la carne vacuna.
Llegando al extremo sur de esta región, en Entre Ríos, nos esperan los mejores pescados de río: pacú, surubí, patí y dorado, entre otros. Lo más común es cocinarlo a la parrilla y con un rico adobo, para “apaciguar” su intenso sabor.

CON USTEDES, LA REGIÓN PAMPEANA
Ya en Santa Fe nos metemos de lleno en la región pampeana, donde, además de disfrutar las mejores carnes, por su actividad ganadera, también se destacan los lácteos y sus derivados.
En esta zona (La Pampa, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) se produce el más rico dulce de leche y los mejores quesos. Pero una picada no estaría completa sin un buen salame, ¿no? Y para eso podemos irnos hasta Colonia Caroya, en Córdoba, o hacia las sierras de Tandil, al sur de Buenos Aires.

Si nos quedamos en Buenos Aires, pero hacia el norte, en San Pedro encontramos infinidad de fincas que nos ofrecen las más ricas naranjas y mandarinas, así como nueces de pecan, miel y, para los más golosos, la ensaimada mallorquina, que en versión argentina se rellena con dulce de leche.
Siguiendo con el emblemático dulce de leche, y ya más cerca del mar, nos esperan los inigualables alfajores marplatenses y por ahí nomás, en Balcarce, su postre homónimo, una verdadera bomba de sabor.
Terminamos el recorrido regional en la provincia de La Pampa, donde son imperdibles el puchero y el tradicional asado con cuero.

CUYO, LA TIERRA DEL SOL
Antes de adentrarnos en la Patagonia, nos damos una vuelta por Cuyo: ahí las mejores bodegas argentinas nos ofrecen sus excelentes vinos, ideales para acompañar carnes de cordero, chivito o platos típicos de la zona, como el “tomaticán” (revuelto a base de tomates y huevos) o el “chilindrón” (chivo cocido al vino).

No nos olvidemos de la sidra y, para los abstemios, el jugo de uva, natural y delicioso.
También en estas tierras se produce un excelente aceite de oliva e infinita variedad de frutas y verduras disecadas, gracias al sol casi eterno que los bendice día a día.
¿De postre? Melón, sin dudarlo. Mendoza y San Juan tienen los más dulces del país (también los higos, duraznos y membrillos, aunque en verano, todas las frutas y verduras son súper dulces).

AL FONDO, LA PATAGONIA
Y finalmente llegamos a la Patagonia. En toda la región podemos encontrar excelentes mariscos, variedad de truchas, carne de ciervo, jabalí y cordero.
Hay dos tipos de preparaciones imperdibles, típicas de la zona: los ahumados y el “curanto” (originario de Chile), donde los alimentos son cocinados con el calor de piedras colocadas en un pozo cavado en la tierra y cubierto con hojas de maqui o nalca. El mejor lugar para comerlos es “Colonia Suiza”, a 25 kilómetros de Bariloche.

Por esa misma zona, o recorriendo unos kilómetros hasta El Bolsón, te recomiendo probar alguna de las cervezas artesanales, que maridan perfecto con platos elaborados a base de carne de “choique” o guanaco, que muchas veces se condimentan con “merken”, un condimento picante que se hace con ají ahumado, originario de Chile.
A la hora de los dulces, podemos elegir entre el chocolate o la gran variedad de frutos rojos y sus derivados. Y, por qué no, probar una tarta de piñones. ¿Italianos? No, señor, argentinos, fruto de nuestras araucarias.

Al norte de Río Negro, tomando la ruta 22, es casi una obligación parar en alguno de los puestos del camino a comprar fruta fresca, ya que estamos rodeados por el Alto Valle, donde crecen las mejores manzanas, peras y duraznos del país.
Para terminar el recorrido, te recomiendo darte una vuelta por Gaiman, en Chubut, y disfrutar de la delicada repostería elaborada por esta colonia de galeses.
Y vos, ¿ya decidiste por dónde empezar? ¿Qué probaste en algún rincón de nuestro país?



Patito
Tiene 30 años, es Licenciada en Administración y cocinera de alma.
Hizo de la gastronomía su filosofía de vida, y jura que no se arrepiente.
www.patoentusalsa.blogspot.com
 

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