Enólogos, ¿aliados o competidores?

Fuente: Caminos del vino | Laura Ortiz.
En cada industria existe esa duda, donde son todos amigos pero tampoco al extremo de contarse los secretos de su éxito. Sin embargo en la industria vitivinícola sucede algo diferente: los protagonistas se reúnen usualmente para compartir sus conocimientos y experiencias, éxitos y fracasos. Por eso es muy frecuente encontrar a los enólogos compartiendo una copa de vino o un asado, siendo lo más probable que los encontremos compartiendo ambas cosas.
En Mendoza se llevan a cabo reuniones denominadas DESAFÍOS, estos desafíos hasta el momento van relacionados a varietales, DESAFIO MALBEC, DESAFÍO PINOT NOIR y esta vez le tocó el turno alCABERNET FRANC. la idea sembrada por la periodista Gabriela Malizia llevó a reunir 20 cabernet francs de 19 bodegas mendocinas y un gran número enólogos.
Como siempre la elección del ambiente para catar es muy importante y realmente en esta ocasión se cumplió con creces esa premisa: The Vines of Mendoza en el Valle de Uco. Lugar propuesto por los dueños de casa ubicado en medio de la cordillera, con jardines de vegetación autóctona y un quincho de madera rústica que se integraba al paisaje.

La metodología elegida fue la de cata a ciegas. ¿Por qué a ciegas? Porque es difícil criticar al competidor a sabiendas, porque el precio te sugestiona, porque la etiqueta te habla y también porque así es más fácil opinar sobre el vino propio. El tema no es tan fácil porque el vino de cada uno es su creación y acá es donde se ve la amistad y la confianza, donde pueden poner en tela de juicio a ese, su propio vino, para que sea criticado por sus colegas y amigos. Para saber si van por el buen camino, si deben corregir algo o si encuentran la inspiración en una combinación de los vinos catados.
Con un tiempo promedio de 5 minutos por vino se llevó a cabo la degustación, anotando las puntuaciones y opiniones en fichas de cata, para luego poder procesarlas y conocer los resultados. Conocer el mejor y el sobresaliente, reconocer el estilo preferido por ellos mismos, sus hacedores.
Las críticas surgieron pero de un modo agradable, hablando cada uno de sus experiencias, de lo que buscan con ese vino y sobre todo tratando de dilucidar el perfil del mismo. Chistes en medio de la picada de quesos y frutos secos que hacían la reunión más entretenida pero sin perder foco, el protagonista era el vino.

Los puntajes fueron sorprendentes, todos realmente cercanos. La calidad del cabernet franc argentino es indiscutible, es una de esas cepas que seguramente luciremos orgullosos en el mundo. Pero el mejor puntaje  que te queremos mostrar es el de camaradería, simpleza y humildad entre los enólogos y agrónomos, esas virtudes indispensables para compartir lo que hacen y sobre todo la pasión que le ponen.
Como escuché una vez, el vino es como su creador. Por eso encontraremos vinos de alta alcurnia, simples, serios, locos y divertidos, complejos, más ácidos, menos ácidos, con más volumen, etc. Tan diversos como sus creadores y tan variados como sus consumidores. Vinos para vos, para mí y para ese consumidor que goza del rito de descorchar una botella para compartir con amigos y opinar sobre el vino, como en este desafío de Cabernet Franc.