APRENDER ¿Cómo conservar una botella de vino cerrada? ¿Y cuándo ya se abrió la botella?

Vinos que financian buenas causas



Fuente: Cronista | María Gabriela Ensinck.
Santiago ClémentEl enólogo Santiago Clément produce vinos en Mendoza y destina 100% de sus ganancias a financiar proyectos de organizaciones que trabajan para la niñez y la adolescencia. El auge de las empresas que combinan el fin de lucro con la ayuda solidaria. Cada vez hay más compañías que destinan un porcentaje de sus ganancias a apoyar causas sociales. Pero están surgiendo otras que se conciben desde un principio como ?empresas sociales?, cuya meta no es la rentabilidad sino la mejora en la calidad de vida de su comunidad. A medio camino entre lo que es una empresa y una fundación, este tipo de organizaciones, que aún no cuentan en el país con una figura legal definida, buscan combinar lo mejor de ambos mundos: ser rentables y eficientes, y generar valor económico, social y ambiental.
Proyecto de Luz se encuadra dentro de esta categoría de empresas sociales. Su fundador, el ingeniero agrónomo y enólogo Santiago Clément, concibió a este emprendimiento con el fin de generar fondos para cumplir metas mensuales de ayuda social.


La marca de vinos Selección de Luz (selecciondeluz.com) salió al mercado hace dos años con este objetivo, pero la idea se gestó muchos años antes. Durante la crisis de 2001, un día se le acercó un joven que entre lágrimas le pidió ayuda para comprar leche maternizada para su hija. Clément pensó que más allá de darle el dinero, tenía que ayudarlo a conseguir una forma de ganarse la vida. Tiempo después, mientras trabajaba como enólogo para un grupo de bodegas, conoció a Juan, un hombre de 50 años que había sido carpintero y ahora se dedicaba a cartonear. Charlando con él sobre cómo podía ayudarlo a volver a su oficio, se enteraron de la labor del Hogar Inmensa Esperanza, que tenía el proyecto de armar un taller de carpintería.
Enseguida conectó la historia de Juan con la del joven sin trabajo y pensó que podía ayudarlos a ambos impulsando el proyecto de esta fundación. Todo lo que necesitaban era comprar insumos y un par de máquinas para poner en marcha el taller, donde Juan podría enseñar el oficio. Su línea de vinos recién estaba saliendo al mercado y lo que hizo Clément fue mandar un mailing a clientes, amigos y conocidos contándoles que, si entre todos compraban 25 cajas se podía financiar este proyecto. En menos de 15 días vendió casi cien cajas, y esto lo llevó a pensar que podría financiar muchos buenos proyectos más.
Esta es la base del modelo de negocios de Proyecto de Luz: la compañía no tiene un establecimiento propio, sino que produce su marca de vinos en acuerdo con productores y bodegas. Una vez que se descuentan los gastos de producción, los salarios y el porcentaje que se reinvierte en la empresa, toda la ganancia va destinada a un proyecto social concreto. Cada mes, se busca financiar a una entidad diferente, con programas que apunten a la nutrición infantil, la educación o la capacitación laboral.

El lucro como medio
Desde 2010, Selección de Luz ha financiado más de 20 proyectos, y la evolución de los ingresos, costos, donaciones e inversiones está detallada en su página web. ?Nadie va a comprar un vino que no le guste sólo por ayudar, pero, a la hora de elegir entre una marca y otra, saber que, con la compra, se financia un buen proyecto hace la diferencia?, afirma Clément.
Hoy, la marca produce 5.000 botellas, y factura unos $ 15.000 mensuales. Su línea de vinos está compuesta por Malbec, Cabernet, Espumante y Malbec Reserva. También comercializa miel, aceite de oliva y mermeladas.

?Preferimos financiar un proyecto concreto por mes para ir rotando nuestra ayuda entre las muchas fundaciones que hoy nos contactan. Priorizamos la compra de equipos, herramientas y bienes duraderos, y que apunten a la capacitación y a la producción?, dice el enólogo.
Algunas de las entidades beneficiadas fueron: la Fundación Los Naranjos, en al provincia de Buenos Aires, para la puesta en marcha de un taller de alfarería; Fundación Comunidades Trinitarias, de Mendoza, equipamiento para el taller de producción de juguetes de madera; y la Fundación Zavaleteros en el barrio de Pompeya, de la ciudad de Buenos Aires, con la compra de una soldadora.
En el camino hacia la consolidación de un modelo de empresa social, Santiago se contactó con Emiliano Fazio, creador de la aceleradora de proyectos sociales Njambre (njambre.org), y con Beatriz Pellizzari, emprendedora social y fundadora de Red Activos (redactivos.org.ar), un emprendimiento que incluye a personas con discapacidad.

Desde sus inicios, ?el proyecto se autosostiene económicamente y me gustaría en poco tiempo poder dedicarme 100 % a esto?, dice el enólogo, que por el momento continúa con su actividad de asesoramiento para una cámara de bodegueros.
El próximo paso, dice a Socialmente Responsables, es ir hacia una certificación de comercio justo, y mejorar los procesos productivos para asegurar la sustentabilidad en todo el proceso desde la uva hasta el vino.

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