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Veggie gourmet: los platos vegetarianos más ricos y dónde probarlos


 
Una comida a base de vegetales puede ser mucho más que la opcion light del menú. Conocé en qué restaurantes porteños crean los manjares con verduras que sorprenden hasta al más carnívoro.
 

Muchos cocineros piensan y crean alrededor de la proteína. Eligen el corte de carne y a partir de ahí deciden un método de cocción, imaginan una salsa, planean una guarnición y van sumando ingredientes para balancear el plato, darle color, agregar texturas, temperaturas, aromas.
¿Pero qué pasa cuando la proteína brilla por su ausencia? ¿Es posible construir un plato gourmet, balanceado y delicioso sin una pieza de carne o de pescado como centro de atención? O más difícil aún: ¿es posible cumplir este desafío sin caer en las pastas, la pizza o el risotto de toda la vida? La respuesta es sí. Y acá están las pruebas. Diez de los mejores platos que se pueden comer en Buenos Aires, con diferentes raíces e inspiraciones, pero en los que hay siempre un común denominador: los vegetales y las legumbres son la vedette de la fiesta. Así que está todo bien. Manden verdura nomás.

Hongos y setas con oliva y provenzal en EL CASAL DE CATALUNYA
Un plato simple, delicioso, con la mejor materia prima, que no necesita demasiado para deslumbrar: una porción generosa de hongos salteados con perejil, ajo y oliva. Vienen muy carnosos y potentes (portobellos, hongos shitake, girgolas y champignones bien gordos) y se pueden acompañar con una ensalada (hay una de espinaca, tomates asados y roquefort muy rica), una excelentísima tortilla española de siete centímetros de alto, o simplemente con un pan con tomate, ajo y oliva de lo más tradicional. Precio promedio $150 por persona.
(Chacabuco 863, San Telmo / T. 4361-0191)

655 a.m. (saliendo) en LA VINERIA DE GUALTERIO BOLIVAR
A algunos les puede parecer una excentricidad, pero la verdad es que es uno de los platos de verduras más ricos, novedosos e interesantes que hayamos probado en Buenos Aires. Su chef, Alejandro Digilio jura que está inspirado en el camino escarchado que recorría en invierno cuando era chico para ir al colegio a las seis de la mañana. Y cuando uno lo prueba, es cierto, por muy raro que parezca, tiene ese feel. Para los que necesiten una explicación más concreta, es una suerte de ensalada muy muy fría, a cero grados centígrados, que incluye un mix de vegetales y legumbres, pantierra, coliflor y tiene aroma a pasto recién cortado. Sí, así como leen. No se puede pedir sola, es parte de un menú por pasos que tiene varias opciones para combinar en cantidad de platos y bebidas de acuerdo al precio y al horario, pero los demás pasos también valen la pena. Calculen entre $160 y $300 por persona.
(Bolívar 865, San Telmo / T. 4361-4709)

Cous cous con dátiles y especias de EFIMERO FESTIN

Efímero Festín es un pequeñísimo bistró de autor con siete u ocho mesas, una carta breve y deliciosa y varias opciones de legumbres y verduras. Usan mucho el wok, las cocciones rápidas, la mezcla de vegetales crudos y cocidos, y cereales atípicos como trigo entero, cebada, quinoa o mijo. Refugio de amantes de la cocina gourmet pero saludable, su chef, Carolina Lavecchia siempre tiene, además del plato del día, tres hits que la rompen en el salón: la lasagna de quinoa, la hamburguesa de tofu y nuestro preferido: el cous cous con dátiles especias, portobellos, cebollas rojas, queso de cabra y chutney de durazno, que es lisa y llanamente un manjar. Es un plato invernal pero liviano, bien especiado que combina maravillosamente el picor del queso, con la dulzura del durazno y la frescura de los vegetales. También hay un rico salad bar vegetariano, con opciones muy sofisticadas. Promedio $60 al mediodía y $100 a la noche. Imperdible.
(Uriarte 1411, Palermo Hollywood / T. 4831-9867)

Sopa japonesa de tofu y espinacas salteadas en ICHISOU
Este plato es tan básico y poco atractivo a primera vista, que al comerlo sorprende el doble de lo que debería. Consiste en un bloque grande de tofu cremosísimo, empanado en una masa de huevo y sumergido en un caldo de soja y miso bien saladito con verdeo fresco que forma una salsa con cierto dejo agridulce y raro, muy reconfortante en invierno, que balancea a la perfección la neutralidad sospechosamente láctea del tofu. Viene con un cuenco de espinacas salteadas con sésamo y soja que también parece simple pero tiene un sabor muy especial. Se puede pedir un menú degustación que ofrece varios platos (de carnes y verduras), algo de sushi, sopas y este manjar ($200 aprox) o elegir del extenso menú directamente. No se van a aburrir, hay de todo.
(Venezuela 2145, Congreso / T. 4942 5853)

Lasagna de polenta en ARTEMISIA
A esta altura, la lasagna de polenta es un clásico de la sucursal de Cabrera (la primera de las dos que posee este restaurante). Son varias capas de polenta semisólida, rellenas de pimientos rojos asados, tomates y champiñones, con verduras al wok y una salsa espesa a base de soja y azúcar negra que termina de redondear el plato. Una opción para el frío, bien contundente y balanceada, al que no le falta ni le sobra nada. También es rica la polenta al infiernillo, que trae pan de polenta, con salsa de tomate, oliva y albahaca sobre un colchón de brotes verdes, queso de cabra y rúcula. También es para destacar el brunch, que tiene muchas opciones para veganos (y no veganos que quieran comer vegetales, por supuesto) y se sirve los domingos temprano, antes de las 12. Precio promedio por persona $130, sin vino.
(Cabrera 3877, Palermo / 4863-4242)

Ceviche de hongos en KENSHO
A cargo del chef Máximo Cabrera, Kensho es uno de los restaurantes de cocina vegana, moderna  y gourmet más interesantes del mercado. Trabajan con ingredientes autóctonos de todo el país (desde papines andinos hasta piñones de araucarias del sur) pero siempre con un twist de autor que los vuelve novedosos y sorprendentes. Nuestro plato preferido es este ceviche que se sirve de la cocción enzimática del limón para cocer diferentes hongos (portobellos, shitakes y girgolas en tres cortes diferentes, para aportar textura) sumando cebolla morada, chile y cilantro. Es un poco picante pero sabroso y viene con un mix de diferentes papines del norte cocidos al vapor, sobre un espejo de una salsa tipo ocopa (hecha a base de semillas, una crema vegana de castañas de cajú y huacatay). Comer en Kensho cuesta aproximadamente unos 120 pesos por persona.
(El Salvador 5783, Palermo Hollywood / T. 4778-0655)

Estofado de verduras de estación con Garam Masala en MELAO
Melao es un restaurante extraño. Ellos lo denominan “fondita” porque es casi una cocina con mesas que no llega a ser un bistró. Sin embargo, aunque el espacio es chico, el corazón es grande y la comida está muy bien. La carta, ecléctica, ofrece comida típica de diferentes lugares del mundo como India, Irlanda, China, País Vasco, Brasil, Egipto, Cuba y Grecia y hay un buen surtido de especialidades mexicanas (que cumplen con mucha dignidad), algunos woks y unos cuantos estofados que van cambiando de acuerdo a la estación y al humor de los chefs. Nuestro preferido entre las opciones sin carne (que son pocas, ojito) es el estofado de verduras con Garam Masala, arroz, lentejas, jengibre y castañas de cajú tostadas, que va cambiando de verduras de acuerdo a la estación. Pueden comprarlo para llevar a casa al mediodía, por $65 o ir a cenar de noche, no sin antes hacer una reserva. ¿Precio promedio? $120 por cabeza.
(Castillo 52, Villa Crespo / T. 4854-5929)

Arepas de mijo en DEMETRIA
Este pequeño bistró naturista de Saavedra quizás no sea el restaurante más refinado y fashion de Buenos Aires pero, además de tener uno de los salad bars más ricos y surtidos, ofrece algunos platos de legumbres que no tienen nada que envidiarle a la parte carnívora de su menú. A nosotros nos gustan las arepas de mijo rellenas de tomates secos y queso con salteado al wok de espinacas, olivas, tomatitos y zucchinis (una buena forma de evitar los sándwiches de siempre), y también el roll crocante de espinaca, verdeo, amaranto y chía con polenta grillada. Para los que necesiten algo más contundente también salen mucho unos crepes verdes rellenos de quinoa, mozzarella, espinaca y aceitunas. Al mediodía hay menús muy convenientes que combinan la mesa de ensaladas con croquetas, sopas y pastas, pero también con bifes y pescados. ¿El precio? Unos $75 al mediodía y $120 a la noche. Muy recomendable.
(Ramallo 2626, Saavedra / T. 4703-0020)

Blinis de quinoa y queso de cabra en BIO
Bueno, para ser honestos, en Bio es fácil comer ricos platos vegetarianos porque es un restaurante vegetariano, pero no por eso lo vamos a dejar de mencionar. Aunque obvio, es bueno y merece estar. Nos gustan mucho sus blinis (una suerte de panquequito gordito y chiquito que ahora se usa mucho en lunchs como base de canapés) con espinacas salteadas, crema de calabaza y requesón de cabra con lluvia de nueces. También, para los más audaces que quieran incursionar en proteínas vegetales (que no cualquiera sabe preparar) está el curry fresco de seitán con verduras y bolitas de arroz motti a la crema de coco que no tiene nada que envidiarle al pollo o a la carne de vaca. Los postres también son veganos, hay almacén y take away a precios convenientes. Precio por persona: unos 100 pesos.
(Humboldt 2192, Palermo. / T. 4774-3880)

Por Carolina Aguirre

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