Cinco bodegas de la zona Este se unen para lanzar el primer Vino Turista

Fuente: Los Andes.
Al relanzamiento concreto del nuevo Vino turista le quedan algunos pocos aspectos por pulir. Definidos los parámetros para determinar la relación precio-calidad, los expertos coinciden en que una amplia gama de vinos genéricos y varietales de una franja de precios de $ 9 a $ 20 en góndola están en condiciones de volver a ocupar la categoría que durante años también se conoció en restaurantes como “vino de la casa”.
En ése contexto, 5 bodegas de la zona Este ya confirmaron que serán las primeras en incursionar en el negocio. Sergio Gómez (Don Antolín SRL), Agroindustrias Carricondo, Sebastián Mamana, Jorge Palazzo y Guillermo Ropero se lanzaron a elaborar “Terrenal”, un bivarietal Bonarda-Syrah que saldrá al mercado en $ 25.


Otras bodegas de la región e incluso algunas grandes de la provincia (Peñaflor, RPB) sondean la posibilidad de embarcarse con su propio producto para la categoría. Saben que la bandera de largada todavía no tiene fecha, pero sí que en cualquier caso podrán certificar hasta 2 millones de litros anuales, y que la tendencia se orienta a genéricos y cortes de alta gama.
“Nos unimos para abaratar costos y la rentabilidad se distribuirá en función del aporte. Ésto va a exigir una logística importante, pero creemos que con calidad irá bien, ya que se dejó de tomar porque se cobraba mucho por vinos regulares” subraya Sergio Gómez, al frente del grupo de fraccionadores que apuesta a aprovechar su cadena comercial para llegar a unos 20 locales gastronómicos de provincia de Buenos Aires, Litoral, NOA y Córdoba.


Relación precio-calidad
Luego de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, homologara los precios de referencia ($ 20 para el turista genérico y $ 25 para el varietal), la tercera degustacion del Comité de expertos para definir el criterio cualitativo confirmó que debe ser un vino limpio, sin defectos, redondo, fresco y fácil de beber.
La cata tambien sirvió para ponderar la correspondencia con el rango actual de precios al público de una serie de vinos que bien podrían ir a la categoría: un blanco genérico cosecha 2012 ($ 8,70 en góndola), un Sauvignon Blanc-Semillón 2011 ($15), Malbec rosado 2011 ($ 14) y un Malbec 2010 ($ 22).
Lo único cierto por ahora está en los requisitos. Calificar implica superar 80 puntos según la planilla homologada por la Asociación Internacional de Enólogos.

Para la responsable del Comité de Degustación, Raquel Gargantini “la clave es que sean vinos amigables para la gente y a buen precio, porque el principal objetivo es incrementar el consumo”.
Sorprendido por un Malbec rosé de $ 14, según el experimentado Ángel Mendoza (Domaine San Diego) “el gran reto de la industria para sorprender a turistas y argentinos con una excelente relación calidad- precio es una bebida competitiva y fácil de beber. Nos merecemos un rico vino a precio bajo: hay que romper el mito de que tomar vino es gastar mucho”.

Antes de dar el OK a la comercialización del Vino Turista, el INV busca darle mayor difusión a nivel nacional para sumar más adeptos. Ya definió la folletería para enviar a establecimientos de todas las regiones la reglamentación y pautas, y así atraerlos a la oferta.
Por lo pronto, se sabe que además del logo “Bebida Nacional” las botellas exhibirán un sello identificatorio con las iniciales VT, cuyo diseño final está definiéndose.

Desde Buenos Aires, la conducción de Fehgra (Federación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos), firmantes del convenio con el INV, prometieron que, con toda la información de bodegas y tipos de productos, abrirán la promoción a todos sus asociados, cámaras y empresas, del país.
¿Qué pasará con los locales que lo ofrecen desde hace tiempo y a precios de hasta el doble?
Desde el Instituto aseguran que deberán homogeneizar el control con el Ministerio de Turismo, hasta ahora autoridad competente que habilitaba su comercialización en los locales de comida del Gran Mendoza.
Muchos adhirieron despues de aprobarse la ley 20.860, reglamentada el 14 de noviembre de 1984, y con el tiempo lo incorporaron a sus cartas como el “vino de la casa”.