Tragos con firma de autor
Por hasta US$ 150 por persona, la
coctelería boutique ofrece mezclas de diseño y barras de estilo inglés
N es el padre de
la novia, ni el mejor amigo del cumpleañero, pero no puede faltar al evento. Es
el acompañamiento de la recepción, el plato principal y el postre, y es el
alivio para los bailarines. La barra tiene un protagonismo silencioso que, en
general, se revela cuando falla. Sin embargo, existen algunos servicios que
constituyen más que un complemento. La coctelería boutique se destaca al
margen de la pista, por la calidad de las bebidas que componen los tragos, la
innovación en las mezclas y su personalización.
Durante el verano, la agencia Licere: PR Travel &
Leisure desplegó sus barras en una veintena de fiestas en Punta del Este para
distintas marcas y celebrities . "Armamos propuestas individuales,
personalizadas según los gustos y caprichos del cliente", dice Valeria Beuchele,
directora de Licere. El precio por persona media los US$ 100 y puede
trepar hasta US$ 150. Depende de las elecciones: el precio sube si se
incluye, por caso, un whisky Chivas Royal Salute o un champagne francés Veuve
Cliquot.
Roi Benítez, dueña del Grupo Gotta, que también ofrece
un servicio preferencial, destaca la combinación del expendio de bebidas con el
catering: "No se puede acompañar un cubierto distinguido con cualquier bebida.
Por eso maridamos el servicio y la comida con un diseño de autor". Junto con las
frutas naturales y exóticas, como el maracuyá, arándanos, y casís, las botellas
dan color a las barras de madera con estilo inglés que se plantan en el lugar
del evento. La carta se basa en materia prima importada con botellas que suman
cientos de pesos, como el brandy Lepanto, el vodka Ciroc, el tequila José Cuervo
y la cerveza irlandesa Guinness.
El costo ronda los $ 150 por
persona.
Con ese mismo presupuesto, en el Instituto Argentino de
Coctelería (IAC), proponen innovar con preparados de mixología molecular.
"Trabajamos con texturas creando, por ejemplo, una espuma cremosa nitrogenada de
Mojito, cuba libre en estado de gel o caipirinha en cubos. También se
puede inyectar carbono a las frutas y gasificarlas", explica Sabrina Pereyra,
directora del IAC, que añade valor a la buena bebida también con una cristalería
exclusiva en sus mejores barras. El costo del vino y el champagne se suma al
costo según los descorches.
Obar, otro experto en barras, abarca un espectro de
calidad por un costo que va de $ 50 a $ 200 por invitado. La
diferencia está en la selección de bodegas y etiquetas: mientras que en la
oferta básica se sirve un Johnnie Walker Red Label ; la superior ofrece
uno de etiqueta negra.
Como los chefs en la gastronomía, los "embajadores" de
los tragos también ponen la firma a sus diseños en cartas que varían y
evolucionan. Los bartenders siguen esa línea, aunque ostentan capacidades
propias para satisfacer los gustos de los invitados. Los que elaboran bebidas
detrás de las barras de Obar, por ejemplo, son capacitados en la Escuela
Argentina de Sommeliers. Nada que cruce la barra es fruto del azar..
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