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La vitivinicultura despierta grandes expectativas en La Paz

Fuente: Diario Uno Entre Ríos.
vinos_la_pazEl vivero municipal alberga 700 plantas: 250 pertenecen a la variedad Malbec, 250 a Merlot y el resto a Red Globe. A fin de siglo XIX Entre Ríos era la cuarta provincia productora de vinos. Hoy la ciudad norteña se suma a las ocho localidades entrerrianas dedicadas a la plantación de vides.

En diálogo con UNO el secretario de Producción, Industria y Empleo de la municipalidad de La Paz, Jorge Paccot, relató que ya realizaron las primeras podas de las vides. En total, el vivero municipal ubicado a 40 kilómetros del casco céntrico (camino a San Gustavo) alberga 700 plantas adquiridas en Mendoza: 250 pertenecen a la variedad Malbec, otras 250 a Merlot y las 200 restantes a Red Globe (vino de mesa).
“Hace mucho tiempo atrás en Entre Ríos se elaboraban vinos, pero por una ley no se pudo seguir con la producción. Ahora hay un repunte y ya en Colón y Victoria, por ejemplo, el desarrollo de los emprendimientos es importante. La Paz se suma desde el sector público”, indicó el funcionario municipal. Vale recordar que en 1937 una disposición legal dejó sin sustento a una actividad que tenía desarrollo en Entre Ríos: la vitivinicultura.

Paccot mencionó que si bien en una primera instancia el proyecto es municipal, ya hay miembros del sector privado interesados en invertir en el rubro. “Contamos con sistema de riego, las plantas están muy fuertes, por lo tanto estamos muy esperanzados en que el proyecto sea un verdadero éxito”, aseguró el consultado.
También especificó que la primera producción de vinos se da a los tres años de realizada la plantación. “Nuestra idea es hacer el proceso artesanal en la ciudad”, dijo y agregó que tienen intenciones de coordinar acciones con otros productores entrerrianos para comercializar en forma conjunta.
En septiembre comenzaron con la siembra y ya han salido los primeros racimos. Hay ingenieros especializados en el tema, encargados de hacer un seguimiento. La Paz se convertirá en la novena localidad entrerriana en emprender la explotación de viñedos, sumándose a Concordia, Colón, Federación, Paraná, Victoria, Rosario del Tala, Lucas González y Villaguay.


Predio municipal
La comuna cuenta con un predio municipal de 50 hectáreas en el cual llevar adelante el emprendimiento, el cual está ubicado a 40 kilómetros del casco céntrico, camino a San Gustavo. De ese total, utilizarán 10 hectáreas para los viñedos.
Paccot reiteró que se trata de una prueba piloto que iniciará la Municipalidad con vistas a que sea adoptada por el sector privado en un futuro. En cuanto al sostenimiento económico del proyecto, gestionarán créditos otorgados por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), de Provincia o Nación.
La tradición de producir vino
Jesús Vulliez es propietario de la bodega entrerriana Vulliez-Sermet y presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos.
Es descendiente de aquellos inmigrantes que llegaron a la provincia en el siglo XIX: franceses, suizos y piamonteses vinieron con sus valijas cargadas de esperanza. La costa del Uruguay, en la zona de Colón, Villa Elisa y San José fueron algunos de los lugares elegidos para establecerse y desarrollar un oficio que les permitiera conservar una tradición: hacer vino.

La actividad se difundió muy rápidamente y con los años también comenzaron a plantarse vides en la costa del Paraná, sobre todo en Victoria. A fin del siglo XIX Entre Ríos era la cuarta provincia productora de vinos. Había aproximadamente unas 4.900 hectáreas plantadas, la realidad era que había más vides que plantaciones de maíz.
En 1937 una disposición legal dejó sin sustento a una actividad que tenía desarrollo en Entre Ríos: la vitivinicultura. El gobierno de Agustín P. Justo, oriundo de Concepción del Uruguay, terminaba con más de 30 emprendimientos, cultivos y bodegas, que progresaban sobre las costas del río Uruguay, al prohibir mediante una ley la comercialización del producto. La ventaja quedó solamente para los viñateros de Cuyo y de las provincias cordilleranas. El diseño de las llamadas economías regionales se decidía en Buenos Aires.

“La producción se estancó totalmente y sólo quedaron algunas familias que siguieron haciendo un vino casero para consumo personal”, explicó. Recién en 1998 la legislación quedó sin efecto, y de a poco los descendientes tomaron la posta de sus abuelos
Hoy día, la asociación de Vitivinicultores, conformada en 2010 representa la esperanza para cada uno de los productores de rescatar su producción de vinos y 80 años perdidos en el rubro.


Variedad según las condiciones
En cuanto a las variedades recomendables para producir en la Provincia, Vulliez dijo que chardonnay, en blancos; malbec, merlot, cabernet sauvignon, tanat, syrah y sangiovesse en tintos, se comportan muy bien. Una de las que no tiene buen resultado en suelo entrerriano es el pinot noir.
Aseguró que en el país los precios que se le pagan al productor son buenos, por eso no se dedican a la exportación (más allá de que también hay una limitación en cuanto a la cantidad de la producción).
Los vinos entrerrianos se comercializan dentro de la Provincia, salvo un pequeño porcentaje con destino a Buenos Aires y Rosario.

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