Fuente:
Diario Los Andes.
Brasil es el principal mercado externo hacia el cual va gran parte de
la producción mendocina, especialmente ajos y hortalizas en fresco y
elaboradas. Sin embargo, el crecimiento de la economía de ese país se ha
visto afectado en el último año, por lo que se estima que tal situación
podría afectar mucho a sus importaciones. De acuerdo con lo afirmado
tanto por el Banco Mundial como por el Fondo Monetario Internacional, la
economía de Brasil es la más rica de América Latina y la segunda de
toda América (después de EEUU), estimaciones que permiten anticipar que
en las próximas décadas puede ubicarse entre las cuatro mayores
potencias del mundo, junto a China, EEUU y la India.
Por su importante población -190 millones de habitantes-; su cercanía
con la Argentina, un aspecto que permite una reducción de costos
importante en el transporte; el mayor poder adquisitivo de la población
durante los últimos años y el hecho de formar parte del Mercosur con sus
ventajas impositivas, Brasil se convirtió en el principal mercado para
los productos mendocinos. Así lo indica, entre otros, un informe de la
Federación Económica de Mendoza, que destaca también la fuerte
dependencia para la actividad agrícola local.
El estudio nos informa también que frutas y hortalizas frescas,
hortalizas preparadas, aceitunas y aceite de oliva son los que más se
exportan y las que más dependen del mercado brasileño, en un porcentaje
que supera el 50 por ciento, que en algunos casos llega al 90 por ciento
y que distritos como Rodeo del Medio y Fray Luis Beltrán, en Maipú;
Corralitos, Kilómetro 8 y La Primavera, en Guaymallén; Costa de Araujo y
Lavalle; Villa Atuel en el Sur y La Colonia, en el Este, dependen
exclusivamente del comercio con Brasil, en razón de que se trata de
zonas que concentran la casi totalidad de la producción de ajo, frutas,
hortalizas y aromáticas.
En las exportaciones de vinos, Brasil ocupa el tercer lugar y es el
principal mercado para los ajos. En este último caso, Mendoza era el
principal proveedor al mercado brasileño, pero en los últimos años debió
enfrentarse a un fuerte competidor, como lo es China. De acuerdo con
los datos conocidos de 2010, ese país importó desde la Argentina 6
millones de cajas, tiene una producción propia de 5 millones, mientras
entre 4,5 y 5 millones de cajas ingresan desde la China. Sin embargo, en
los últimos tiempos el país asiático incrementó sus ventas frente a un
descenso que se produjo en la Argentina.
Ese constante aumento, surgido del viento de cola que genera el
crecimiento de la economía brasileña, puede verse afectado en el corto
plazo. Sucede que, después de varios años prósperos para la economía
brasileña, se ha producido un freno en los últimos períodos y de una
expansión que alcanzó el 7,5 por ciento en 2010, 2011 cerró con un
crecimiento de apenas el 2,7 por ciento, considerado el más bajo dentro
del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), situación que responde,
según los analistas, a la reducción de la dinámica en la economía
internacional.
Es factible que esa situación se vea reflejada también en una
desaceleración del consumo interno del vecino país y que por ello
también se resientan las exportaciones argentinas. Así lo hicieron saber
los sectores del ajo y de la olivicultura, mientras la preocupación
también alcanza a otros sectores.
En ese nuevo panorama, Mendoza debe actuar con la seriedad que el
caso exige y plantear ante las autoridades nacionales medidas que
permitan facilitar la competitividad, entre las que se podría contar un
dólar diferenciado para las exportaciones, un aceleramiento en la
devolución del IVA o una reducción en la retención a las exportaciones.
Paralelamente, comenzar a buscar mercados alternativos a los efectos de
evitar la Brasil-dependencia que alcanza a una porción importante de la
economía agrícola provincial.
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