APRENDER ¿Cómo conservar una botella de vino cerrada? ¿Y cuándo ya se abrió la botella?

Champagne con Hielo?

Fuente: Diario Los Andes | Estilo | Damián Weizman.
Chandon Délice (5)A ver, podría empezar esta columna describiendo que el nuevo espumante se caracteriza por su untuosidad y equilibrada acidez en boca, que sus aromas se funden para retrotraernos a frutos del trópico maduros o que el petit manseng aporta gran elegancia a este assemblage. Esto sería propicio para un grupo reducido de enófilos que comprenden del tema o para a quienes les gusta impresionar con un lenguaje por demás glamoroso. Sería más directo y convincente hablar de si es acertada o no la jugada de la marca de burbujas más conocida del mundo, perteneciente al lujoso grupo LVMH (Louis Vuitton y Moët Hennessy) y ligada al descubrimiento de esta bebida, con más de 269 años.
La respuesta es tan simple como concreta. Si la gente lo pide y le gusta está bien. Ya lo planteaba en este mismo espacio hace menos de un año, cuando anticipaba lo que se avecinaba, aún sin saber que en la filial argentina de Chandon trabajaban en un producto rupturista.

Entonces titulábamos algo así como “Blanco con hielo, moda preocupante”. Hacíamos alusión a lo que en el pasado verano europeo pasaba en ambientes de celebrities que se animaban a mostrar lo que antes hacían puertas adentro: ante el calor mediterráneo tomaban los vinos blancos o los champagnes y les agregaban un cubito de hielo.

Algunos críticos españoles y acérrimos defensores de la pulcritud del ritual a la hora de beber una copa de la sagrada bebida, se escandalizaban ante tal situación y hablaban de una “atrocidad”. Esto en el contexto del lanzamiento, por entonces, del Chandon Ice.
El tiempo pasó y una situación similar se trasladó a nuestro país, primera filiar de la marca francesa fuera de Europa. Hablamos del año 1959, cuando Robert Jean de Vogüé decidió abrir en Agrelo, Luján de Cuyo, una productora de champagne, pero con la impronta de las variedades de vid locales.
Desde entonces hubo tres chef de cave custodiando el estilo: Renaud Poirier, Paul Caraguel y Onofre Arcos. Este último enólogo, con décadas en la empresa, fue uno de los encargados de desarrollar un producto para desestructurar el consumo, con un espumante pensado para recibir el aporte de cubitos de hielo.

¿El resultado? Un espumante que dentro de los estilos podemos describir como más bien dulce (demi sec), de esos que le gustan a los jóvenes, que van bien en el aperitivo o para tomar solo. Su base es con las clásicas chardonnay y pinot noir y un toque de semillón y petit manseng, cultivadas en Mendoza. En su lanzamiento lo combinaron con cáscara de pomelo, hojas de albahaca y hasta rodajas de pepino, en una especie de tragos, que recibió la aprobación de los críticos.
Pero más allá del lanzamiento de un producto, el mensaje tiene que ver con que el consumo está cambiando. Que se tiene en cuenta el gusto del consumidor. Que hay vinos especiales para momentos especiales y otros más simples, para situaciones más relajadas. Que no está mal si en días de calor le ponemos un cubito a un chardonnay o mejor, a un autóctono torrontés. Desacralizar el consumo es una buena medida para atraer a nuevos consumidores.

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