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Fuente: Diario de Cuyo | Gabriel Bustos Herrera – Corresponsal.
Mendoza. Que la vitivinicultura facturó en el ultimo año casi 14 mil millones de pesos, de los cuales el 75% es del mercado interno, y que la actividad genera 113 mil puestos de trabajo, son algunas de las conclusiones de la investigación de la Universidad Nacional de Cuyo y del Fondo Vitivinícola que se conocerán mañana. Sin dudas será el dato más trascendente de los últimos años, por la incidencia social y económica de la producción regional. Los especialistas pondrán en números el crecimiento del sector vitivinícola y cuantificarán el desarrollo de los últimos años. Los técnicos trabajaron en indicadores de la industria que tienen que ver con la evolución del empleo, la inversión, el valor agregado y los impuestos.
El modelo vitivinícola del país -heredado del europeo hace más de 100 años- es un importante generador directo e indirecto de trabajo y de negocios, a nadie le sorprende.
Según el informe, en el país, la vitivinicultura genera más de 113 mil empleos entre directos e indirectos. El negocio del vino se apoya en el mercado interno que ocupa casi el 70% del negocio, lo que se traduce en una facturación que supera los $9.100 millones según datos del último año.
Casi el 30% de los más de $13.900 millones en ventas totales y valor de producción de la actividad, incluido mosto, pasas y uva en fresco, se los lleva el fisco en impuestos. De los $ 2.100 millones que suma en total la masa salarial del sector, alrededor de $1.600 millones pasa por la actividad primaria y cubre los 55.000 empleos equivalentes a dedicación plena, tal como lo mide el estudio. Según datos de la investigación, la elaboración de vino y mosto en el último año demandó casi 38.000 empleos directos.
En lo que respecta a facturación, de los $14.000 millones que se generan, unos $12.000 millones, se concentran en el mercado interno (más del 75%) y las exportaciones (20,6%). Aquí, la investigación de la UNCuyo destaca que $30 de cada $100 facturados vuelve en impuestos -$22 son tributos directos y $8 son percibidos como indirectos por el fisco-. En la etapa de elaboración, del costo total en insumos -unos $3.661 millones-, la uva se llevó un 90%.
Menor es la proporción del vino en relación al resto del requerimiento para el envasado, que está más disperso: las compras alcanzaron los $2.859 millones, mientras que a envases (vidrio y cartón) la industria destinó $934 millones y alrededor de $1.000 a tapones, etiquetas, cápsulas y otros. Según datos del último año, la producción de un litro de vino, aporta a las economías regionales 4 veces más de lo que aporta la cerveza, por ejemplo, entre otras.
Mendoza. Que la vitivinicultura facturó en el ultimo año casi 14 mil millones de pesos, de los cuales el 75% es del mercado interno, y que la actividad genera 113 mil puestos de trabajo, son algunas de las conclusiones de la investigación de la Universidad Nacional de Cuyo y del Fondo Vitivinícola que se conocerán mañana. Sin dudas será el dato más trascendente de los últimos años, por la incidencia social y económica de la producción regional. Los especialistas pondrán en números el crecimiento del sector vitivinícola y cuantificarán el desarrollo de los últimos años. Los técnicos trabajaron en indicadores de la industria que tienen que ver con la evolución del empleo, la inversión, el valor agregado y los impuestos.
El modelo vitivinícola del país -heredado del europeo hace más de 100 años- es un importante generador directo e indirecto de trabajo y de negocios, a nadie le sorprende.
Según el informe, en el país, la vitivinicultura genera más de 113 mil empleos entre directos e indirectos. El negocio del vino se apoya en el mercado interno que ocupa casi el 70% del negocio, lo que se traduce en una facturación que supera los $9.100 millones según datos del último año.
Casi el 30% de los más de $13.900 millones en ventas totales y valor de producción de la actividad, incluido mosto, pasas y uva en fresco, se los lleva el fisco en impuestos. De los $ 2.100 millones que suma en total la masa salarial del sector, alrededor de $1.600 millones pasa por la actividad primaria y cubre los 55.000 empleos equivalentes a dedicación plena, tal como lo mide el estudio. Según datos de la investigación, la elaboración de vino y mosto en el último año demandó casi 38.000 empleos directos.
En lo que respecta a facturación, de los $14.000 millones que se generan, unos $12.000 millones, se concentran en el mercado interno (más del 75%) y las exportaciones (20,6%). Aquí, la investigación de la UNCuyo destaca que $30 de cada $100 facturados vuelve en impuestos -$22 son tributos directos y $8 son percibidos como indirectos por el fisco-. En la etapa de elaboración, del costo total en insumos -unos $3.661 millones-, la uva se llevó un 90%.
Menor es la proporción del vino en relación al resto del requerimiento para el envasado, que está más disperso: las compras alcanzaron los $2.859 millones, mientras que a envases (vidrio y cartón) la industria destinó $934 millones y alrededor de $1.000 a tapones, etiquetas, cápsulas y otros. Según datos del último año, la producción de un litro de vino, aporta a las economías regionales 4 veces más de lo que aporta la cerveza, por ejemplo, entre otras.
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