¿Hasta cuánto pagar por un vino en un restó?

Fuente: Diario Los Andes | Damián Weizman.
precio vinoEsta es, sin dudas, una pregunta que muchos se hacen en Mendoza a la hora de elegir en una extensa, o no tanto, carta de vinos de algún restaurante. Es que en ciertos sitios suelen multiplicar los valores de las botellas que se encuentran en góndola. Las explicaciones son entendibles y tienen que ver con los costos extras que manejan en los restó. Pero parece que en algunos sitios se abusan y se suelen encontrar precios exorbitantes. Más que nada esto se ve en zonas de onda y muy top de Buenos Aires. Incluso una bodeguera cuenta que se sorprendió cuando vio que uno de sus vinos ya alcanzaba los 4 dígitos en la carta del restaurante de un lujoso hotel porteño y pidió explicaciones.

Con estas experiencias, lo que muchos comensales suelen hacer es empezar a leer la carta por el precio y a partir de ahí eligen por vinos que creen más o menos decentes. Con esta premisa es que desde hace unos meses funciona en San Telmo una “Vinoteca -Restaurante”, según se autodenomina, que llegó para  patear el tablero.
Aldo’s propone vender las botellas al mismo precio que una vinoteca y además que quienes almuercen allí puedan consumir los vinos en la mesa al mismo valor y sin pagar descorche.
El conocido y mediático sommelier Aldo Graziani, quien comparte su pasión entre los vinos y el jazz, fue quien soñó este local, que en junio instaló con dos socios que conocían bien el rubro gastronómico.
“Cuando abrimos y planteamos esta propuesta era por la experiencia propia o de amigos de ir a comer a un lugar y elegir lo menos malo por la plata disponible, porque las botellas estaban muy caras. Estaba todo muy desfasado, un vino de 60 pesos en una vinoteca lo podías pagar a 120 en un restaurante. Acá si pagás 100 es que vale 100”, desliza Aldo.

A las pruebas nos remitimos. Curioseamos precios en una cadena de vinotecas a dos cuadras y realmente son los mismos. Aquí Graziani y un grupo de sommeliers probaron y probaron antes de armar los que conformarían una carta con unas 500 propuestas.
En este mar de vinos se encuentran etiquetas más y menos comerciales, pero siempre manteniendo la esencia de los valores amigables, desde cerca de los 40 pesos en adelante. El dueño aclara que lo que vemos allí es porque al equipo de sommeliers les gustó en el momento de la selección.

Y otro punto distintivo es la adopción de la reciente carta de vinos 2.0 (Entaste), con el soporte del I Pad 2. Jugando en esta tablet podemos filtrar las preferencias de lo que queremos beber, ya sea por varietal, país, región o precio, con la opción de enviar a nuestro mail la ficha en cuestión.
¿Pero cómo reaccionaron otros restaurantes con la llegada de este local transgresor? Algunos se molestaron y otros no. En definitiva la respuesta de los mentores del nuevo emprendimiento fue que un solo lugar no modificaría el negocio para los cientos de espacios gastronómicos de Buenos Aires.
Mientras tanto, el restó luce lleno al mediodía y a la noche y Aldo no niega que pueden replicar el modelo en otras provincias…


 

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