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El sexo y la comida, están catalogados como los dos mayores placeres de esta vida, y siempre han mantenido una estrecha relación que se podría definir como carnal. Son dos apetitos, dos instintos estimulantes, dos acciones en las que los sentidos cobran un rol fundamental, y hasta en una atmósfera adecuada, la comida es una forma de seducción. Es por esto, que se inventan constantemente cosas nuevas, para que estas dos maravillas vayan relacionadas o, hasta incluso se realicen al mismo tiempo.
El mundo del sexo está cada vez más goloso. Y para aquellos amantes de las golosinas, hay varias opciones que se pueden considerar.
* Sombreros de chocolate: sería lo más sutil que se encuentra en materia de golosinas eróticas. Vienen con formas distintas, desde cowboys hasta vikingos y sirven para decorar a tu "amigo".
* Huevo Kinder erótico: para los que llevan a su niño interno latente, tienen la opción de regalarle a su pareja un huevo Kinder, pero a diferencia del tradicional, este trae como sorpresa una prenda de lencería erótica.
* Chupetines anatómicos: vienen en forma de genitales femeninos. Son de chocolate negro y el pack viene por 12 unidades, ideal para los que adoran saborear los dulces.
* Chocolate pen: todos saben que el chocolate y el sexo hacen una combinación explosiva, pero para los que no disfrutan de dejar todo manchado y pegoteado, se inventó una especie de lapicera que en lugar de tinta, tiene chocolate. Podés probar y hacerle dibujitos sugerentes en la piel de tu pareja.
* Spermies: esta golosina es algo extraña y hasta puede resultar incómodo de comprarla e incluso consumirla. Se trata de unos caramelos con gusto a semen y forma de espermatozoide. El slogan de este dulce es un poco vulgar: “El caramelo que te encanta tragar”.
Como te comería la ropa.
Aunque parezca mentira, esta frase que estuvo en la boca de todos alguna vez, se hizo realidad. La ropa interior comestible ya es un clásico en todos los sex shop, y cada vez más hombres y mujeres se animan a consumirla. Con sabores dulces, hasta excéntricos como es la carne, en materia de lencería comestible hay una gran variedad para los gustos de todos los comensales.
* Caramelos confitados: las Candy G-String, son 330 pastillas con sabor a tutti fruti que forman un conjunto de ropa interior super sexy. Está hecho con los mismos caramelos que en la niñez, las chicas armaban collares. ¡Ojo!, no es un conjunto apto para quienes se empalagan con facilidad.
* De carne: hay hombres que prefieren una buena porción de carne y no una montaña de dulces, es por eso que existen las Brief Jerky, unos culottes hechos de carne de vaca disecada, y decorados con diamantes falsos. Ya no tenés excusa, sorprendelo y pedile que te coma.
* Piña colada: ¡gracias a la industria Edible Undies que pensó en las mujeres! ¿Por qué pueden ellos comerse nuestra ropa interior y no hay nada para que las mujeres degusten? Por eso se inventaron unos calzoncillos con sabor a piña colada. No se asusten chicos, ¡sostienen lo que tienen que sostener!
Puede ser chocante o hasta difícil de creer, pero la respotería erótica es un boom en Argentina. Evidentemente hubo, en los últimos años, un destape sexual y un cambio en la mentalidad de las personas, que hace que comprar este tipo de productos signifique lo mismo que comprar helado. Lo que resulta más curioso, es que en los sex shop se estén sumando tantos productos que tienen una estrecha relación con la comida, la bebida e incluso con la decoración. Saleros y hieleras con forma de pene y hasta los llamados licores porno, con nombres y fotografías sugerentes; o fideos con formas de mini-vaginas. En este contexto de liberación sexual, soplar las velitas con una torta en forma de pene, resulta sumamente inocente.
Si de chicos los padres les enseñaban a sus hijos a no jugar con la comida, estos adultos no aprendieron nada, porque cada vez son más y más las incorporaciones de alimentos e innovaciones para seducir, provocar y subirle varios grados al encuentro sexual.
El mundo del sexo está cada vez más goloso. Y para aquellos amantes de las golosinas, hay varias opciones que se pueden considerar.
* Sombreros de chocolate: sería lo más sutil que se encuentra en materia de golosinas eróticas. Vienen con formas distintas, desde cowboys hasta vikingos y sirven para decorar a tu "amigo".
* Huevo Kinder erótico: para los que llevan a su niño interno latente, tienen la opción de regalarle a su pareja un huevo Kinder, pero a diferencia del tradicional, este trae como sorpresa una prenda de lencería erótica.
* Chupetines anatómicos: vienen en forma de genitales femeninos. Son de chocolate negro y el pack viene por 12 unidades, ideal para los que adoran saborear los dulces.
* Chocolate pen: todos saben que el chocolate y el sexo hacen una combinación explosiva, pero para los que no disfrutan de dejar todo manchado y pegoteado, se inventó una especie de lapicera que en lugar de tinta, tiene chocolate. Podés probar y hacerle dibujitos sugerentes en la piel de tu pareja.
* Spermies: esta golosina es algo extraña y hasta puede resultar incómodo de comprarla e incluso consumirla. Se trata de unos caramelos con gusto a semen y forma de espermatozoide. El slogan de este dulce es un poco vulgar: “El caramelo que te encanta tragar”.
Como te comería la ropa.
Aunque parezca mentira, esta frase que estuvo en la boca de todos alguna vez, se hizo realidad. La ropa interior comestible ya es un clásico en todos los sex shop, y cada vez más hombres y mujeres se animan a consumirla. Con sabores dulces, hasta excéntricos como es la carne, en materia de lencería comestible hay una gran variedad para los gustos de todos los comensales.
* Caramelos confitados: las Candy G-String, son 330 pastillas con sabor a tutti fruti que forman un conjunto de ropa interior super sexy. Está hecho con los mismos caramelos que en la niñez, las chicas armaban collares. ¡Ojo!, no es un conjunto apto para quienes se empalagan con facilidad.
* De carne: hay hombres que prefieren una buena porción de carne y no una montaña de dulces, es por eso que existen las Brief Jerky, unos culottes hechos de carne de vaca disecada, y decorados con diamantes falsos. Ya no tenés excusa, sorprendelo y pedile que te coma.
* Piña colada: ¡gracias a la industria Edible Undies que pensó en las mujeres! ¿Por qué pueden ellos comerse nuestra ropa interior y no hay nada para que las mujeres degusten? Por eso se inventaron unos calzoncillos con sabor a piña colada. No se asusten chicos, ¡sostienen lo que tienen que sostener!
Puede ser chocante o hasta difícil de creer, pero la respotería erótica es un boom en Argentina. Evidentemente hubo, en los últimos años, un destape sexual y un cambio en la mentalidad de las personas, que hace que comprar este tipo de productos signifique lo mismo que comprar helado. Lo que resulta más curioso, es que en los sex shop se estén sumando tantos productos que tienen una estrecha relación con la comida, la bebida e incluso con la decoración. Saleros y hieleras con forma de pene y hasta los llamados licores porno, con nombres y fotografías sugerentes; o fideos con formas de mini-vaginas. En este contexto de liberación sexual, soplar las velitas con una torta en forma de pene, resulta sumamente inocente.
Si de chicos los padres les enseñaban a sus hijos a no jugar con la comida, estos adultos no aprendieron nada, porque cada vez son más y más las incorporaciones de alimentos e innovaciones para seducir, provocar y subirle varios grados al encuentro sexual.
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