INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

Cerveza en Argentina...

Las ventas de cerveza en la Argentina aumentaron en forma sostenida al pasar de 12.685 miles de hectolitros en el 2000 a 19.860 en 2010, según la Cámara de Industria Cervecera Argentina (Caic) y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El sector se ubicó tercero en el ranking de alimentos y bebidas de mayor facturación en los canales minoristas, detrás de las gaseosas y las galletitas. Sobre un
consumo de bebidas alcohólicas de 3.051 millones de litros en el 2009, la cerveza captó el 60% y el vino el 34%, cuando este último en los 80 absorbía casi el 90%. Parte de lo sucedido se atribuyó a la mayor calidad de la cerveza, a la distancia entre su precio y el de los vinos y a las preferencias e identificación de los más jóvenes y las personas con menor poder adquisitivo.

El consumo de cerveza local sería de 62 litros por habitante en el 2010. Ocupó el puesto 60º en el ranking mundial del 2007 con 41,4, poco más de la cuarta parte de los 160 de la República Checa, que lo encabezó de acuerdo con el último dato disponible en la Cámara de la Industria Cervecera Argentina.
Las marcas con menores precios crecieron respecto de las demás como consecuencia de la crisis económica. Hubo cierto reemplazo de las importadas por las artesanales locales, que participarían con el 6% frente al 94% de las industriales. La blanca sigue siendo la de mayor demanda -el 90% del consumo en envases de vidrio de un litro retornables y la negra consiguió cerca del 5% en sus diversas presentaciones.  Cuando declinaron las light y sin alcohol, repuntaron las premium, con precios más elevados y que absorberían el 3% del consumo total.

Más del 40% de las ventas de cervezas siguen concretándose en el verano, como lo demuestran las
promociones en los centros turísticos y los lanzamientos. Antes de prohibirse hace tiempo las ventas en los quioscos de la ciudad de Buenos Aires, la demanda era atendida principalmente por los comercios minoristas tradicionales (sobre todo los almacenes, que exhiben mayor presencia en el interior), con el
55%. A continuación se ubicaban los au toservicios, con el 20%; los hipermercados, 15%, y los quioscos y minimercados, con el 10%.

Para que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CDNC) aprobara dicha fusión debieron venderse las marcas locales Palermo, Bieckert e Imperial –controlaban el 7% del mercado y facturaban en conjunto el equivalente a 25 millones de dólares anuales– y la fábrica en la bonaerense Luján a una compañía sin presencia en el mercado. A pesar de los cuestionamientos de potenciales competidores, la transacción en unos 100 millones de dólares se concretó con Inversora Cervecera (ICSA), integrada por ARG,
presidida por Ernesto Gutiérrez como accionista mayoritario, quien fue acompañado por Eduardo Eurnekian, controlante de Aeropuertos Argentina 2000, y fondos inversores europeos administrados por el banco UBS. ICSA esperaba trabajar a plena capacidad con el asesoramiento de la cordobesa Pritty y firmó
preacuerdos para elaborar marcas para super mercados y exportar a granel. Casi simultáneamente con la operación de marras, Quilmes decidió construir una fábrica de cerveza en Tucumán y una línea de  embotellado de gaseosas en la localidad bonaerense de Zárate.

Un plan quinquenal de inversiones de 3.000 millones de pesos hasta el 2015 anunciaron directivos de Cervecería y Maltería Quilmes a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 6 de julio pasado. La controlante Anheuser-Busch InBev –surgida de la fusión entre la norteamericana propietaria de Budweiser y la belga InBev– ampliará la capacidad de producción de cervezas y gaseosas, modernizará la fabricación de botellas de vidrio para las marcas que no pagan royalties –Quilmes y Brahma–, que complementará con un nuevo horno de vidrio de Rigolleau en la provincia de Buenos Aires, e invertirá 100 millones de pesos
para hacer un parque logístico en el Mercado Central de Buenos Aires. Quilmes facturó, sumando las ventas de PepsiCo y Brahma, 4.921 millones de pesos en el 2010 (20% más que en el 2009). Ocupa a 4.700 personas y posee diez plantas de elaboración, ocho centros de distribución y una red de 200 distribuidores independientes.

En la Argentina, algunos negocios están cruzados. La licencia de la norteamericana Budweiser fue otorgada hasta el 2025 a CCU, que tiene entre sus accionistas a la holandesa Heineken, con lo cual el mayor competidor de AB InBev (surgida de la fusión entre la norteamericana Budweiser y la belga InBev) tiene en la Argentina el manejo de una de sus principales marcas.

La Argentina fue buena plaza para las importaciones de las principales marcas, en su momento de Estados Unidos y posteriormente de México, Holanda y Alemania, que llegaron a representar el 2% del consumo. Se recuerda que tras la devaluación fueron sustituidas en parte por productos nacionales.

FUENTE: territoriodigital.com

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