INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

CULINARIA: Costumbres Coloniales

Las comidas y las bebidas son reflejos culturales de la historia de un pueblo.

En su libro “Tradiciones y recuerdos de Buenos Aires”,  Manuel Bilbao relata que a principios del Siglo XIX, más preciso hacia 1800, “el desayuno general era el mate cocido o con bombilla, acompañándosele a veces de un buen churrasco. Para el almuerzo, en la mesa se ponían en el centro uno o dos cántaros de plata, del que se servían la bebida los comensales.

Los ingleses introdujeron la costumbre de poner un vaso o copa en cada asiento, de cambiar platos a cada plato y de brindar al final”.

Afirma Bilbao que “las comidas de antaño comenzaban generalmente por la sopa de fideos, de arroz o de pan, a la que se agregaba uno o dos huevos cocidos por invitado. Seguían el puchero de cola o de pecho, con chorizo, verdura o garbanzos, acompañado de una salsa de tomate y cebollas; la carbonada, que en el verano llevaba choclo, peras o duraznos; el quibebe, que era zapallo machacado, al que a veces se le agregaban papas, repollo y arroz; el sábalo de río frito o guisado; las empanadas y pasteles de fuente, con carne o pichones; la humita en chala y el pastel de choclo, el asado de vaca a la parrilla; pierna de carnero mechada; el pavo relleno, engordado en la huerta de la casa, que se mandaba asar en la panadería próxima; las albóndigas de carne con arroz; el locro, las ensaladas de verdura”

“Los postres eran igualmente sencillos: la mazamorra (maiz blanco coocido con azúcar y leche), el arroz con leche, la yema quemada, las torrejas, los pasteles de dulce de leche o membrillo”

Por su parte, los vinos eran escasos. No se conocía mucho el champaña, pero se bebía buen vino tinto español, como Priorato, Carlón, Jerez y Oporto.

El Priorato, era un vino de origen tarragones, de la provincia de Cataluña elaborado con uva cariñena. Se usaba también garnacha tinta y peluda.

Vino de color granate, aroma muy intenso, alto grado de alcohol y sabor denso y rico, rotundo. El Carlón, era de las tierras de Castellón, potente de alta graduación alcohólica e intenso color tinto. El Jerez es un tipo de vino español que se criaba en las ciudad andaluza de Jerez de la Frontera perteneciente a la provincia de Cadiz, de 15 a 22 grados de graduación.

El vino de Oporto (Vinho do Porto), ciudad portuguesa, pertenece al género de los vinos fortificados, producto de la adición de brandy o aguardiente vínica al vino cuando está en proceso de fermentación.
De este modo se consigue la estabilización del vino, logrando un producto que resistía las variantes temperaturas y humedades del largo trayecto marítimo que el comercio de la época imponía.

El vino del país, por entonces, era de mala calidad e imposibilitado de producir por el excesivo monopolio español. Además, elaboraba mistol, un arrope diluido en agua.

Vinos europeos, comidas americanas, un maridaje difícil, complejo, único.

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