Impulsan la plantación de una uva emblemática

Es una variedad que identifica a San Juan y se está perdiendo. Sellos de calidad y créditos subsidiados para incentivar el cultivo, entre las estrategias.



Fuente: Diario de Cuyo

La uva Moscatel es la variedad más emblemática de la provincia -el 90% de la producción nacional es sanjuanina- y prácticamente ha desaparecido del mapa vitivinícola, por su baja rentabilidad, ocupando hoy el 6,4% del total de viñedos, son tan solo 3.241 hectáreas.

El gobierno quiere rescatarla y diseñó un plan para potenciar al viñatero que la posee y para alentar a otros a incorporarla. Para los primeros ayer se presentó el "sello de calidad', donde el gobierno provincial certificará los vinos o productos hechos con esa variedad de uva (ver aparte). Pero además anunció líneas de créditos blandas para la reconversión de las viñas por esta cepa centenaria.

Desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura reconocieron que es una variedad "'muy sensible'' y demandante de agua, a la que se le agrega un sistema radicular "'muy pobre'', pero que últimamente volvió a tener proyección en varios de los importantes mercados vitivinícolas del planeta. "'Hay una tendencia de varios países a demandar vinos con perfume y en esta temporada sabemos que EE.UU. hizo algunos negocios con bodegas locales'', dijo Héctor Voena, desde el INV.
Desde el Ministerio de la Producción explicaron que "'volver a identificarla con San Juan servirá para darle valor agregado'':

"'Esta es una uva típicamente sanjuanina y sin embargo era una uva que pasaba en el malón con el resto, no se distinguía entre el resto de las blancas. Por eso decidimos aprovechar lo que hace el mundo, esto de sacarle el jugo a los productos de origen'', explicó el ministro de la Producción, Raúl Benítez. En sintonía, Carlos Castro, presidente de la Asociación de Elaboradores de Vinos Artesanales, dijo que "'tomamos como ejemplo lo que hacen en Veneto (Italia), donde personalmente comprobamos como trabajan con esta variedad''.

El esplendor de esta uva estuvo entre los años "60 y "70, con el desarrollo del "Moscato' que era un vino dulzón muy atractivo al paladar de los que no cultivaban la cultura alcohólica. En cuanto a su superficie, fue cayendo poco a poco hasta que a mediados de los "90, con la reconversión de las cepas tradicionales por variedades finas y de vanguardia, pusieron al Moscatel casi en el ostracismo, al punto que hoy se encuentran entre mezcladas con otras variedades y en algunos casos, con problemas de sanidad. Es por eso que desde la misma Federación de Viñateros dijeron desconocer la cantidad de productores que hoy tienen en sus fincas Moscatel: "'No los tenemos identificados, les miento si les digo 10 o 100, pero vamos a reunirlos para comentarles de este proyecto'', dijo el presidente de la entidad, Alejandro Pons.

El plan que el gobierno tiene entre manos, primero busca identificar a los viñateros para después hacer un diagnóstico del estado de las cepas, aunque creen en el gobierno que la mayoría son añejas y es casi un hecho que será clave renovar las plantas. En este sentido, ya confirmaron que habrá "'muy pronto'' una línea de financiamiento especial para el desarrollo productivo de esta variedad de uva, aunque en el Ministerio de la Producción dijeron que "'las que están disponibles podrían adaptarse''.

"'Si queremos identificar a la provincia con la uva Moscatel, tenemos que ser muy exigentes con la calidad y sanidad de las plantas, tenemos que mejorar la variedad con cepas que genéticamente estén al nivel de lo que requieren los mercados'', dijo Benítez. Actualmente casi toda la producción de esta variedad -en la última vendimia fueron 45 millones de kilos-, se destina al mercado interno para consumo en fresco y para la elaboración de pasas.

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