INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

¿Vinos viejos, evolucionados? ¿Qué gusta y qué “pide” hoy el mercado?

Fuente: Vinos y Bebidas en el portal Sommelier Daniel Arraspide.

Espejos por oro…. cuando un vino oxidado quiere ser mostrado como virtuoso. La cuestión planteada será algo que pondremos a consideración de los amigos lectores, intentando por nuestra parte, solo exponer nuestra opinión, la que aclaramos, puede ser muy personal. Algo bueno que tiene la democracia, es pensar libremente, no?

A que viene todo esto? a que estuvimos participando de un evento en el que la propuesta era conocer y degustar los vinos elaborados por un nuevo productor, y mediante la evaluación de los mismos, es que sacamos nuestras propias conclusiones. Es bueno aclarar que ya habíamos tenido oportunidad de degustar los mismos vinos hace casi dos años atrás, cuando eran un tanto más jóvenes y realmente nos gustaron.

El grupo de degustadores era heterogéneo, estaba compuesto por unas 30 personas con menores o mayores conocimientos en la cuestión del vino, mas, que si algo compartían en común, eso era el gusto por apreciar esta bebida. Desde treintañeros hasta septuagenários componían este lindo grupo, que entre si seguramente tendrá diversas y variadas opiniones al respecto.

En lo que nos es personal diremos que no nos impresionan los vinos con marcada y/o exagerada evolución, léase oxidación. Creemos que existe un pequeñísimo porcentaje de vinos elaborados en el mundo que han sido hechos para resistir el paso del tiempo y mejorar sus atributos y virtudes con el pasar del mismo, mas, con certeza, son los menos!

Claro que respetamos a aquellos vinos que mostrando un buen potencial de guarda, luego de años de embotellados se muestran con esos atributos y esas virtudes que los vuelven aún mejores que cuando jóvenes. Mas, son escasos y raros ejemplares que forman parte de una elite, con los que hasta puede suceder que al ser degustados por personas poco ávidas en este terreno, no siempre sean entendidos.

Hemos degustado vinos con 10, 20, y hasta inclusive recordamos uno bien longevo, con 32 años, mas, que por características especiales mostraban cosas más que interesantes. Lo repetimos, son casos raros e incomunes.

El consumidor de hoy en día – o por lo menos la gran mayoría – busca vinos modernos, frutados, de buena tipicidad varietal, y no está pensando en guardar vinos que realmente no presentan cualidades para ser guardados. Muy por el contrario, son vinos comprados y descorchados inmediatamente.

El error en el que se cae es tratar de encontrar atributos, y fantasear cuando en un vino que francamente ya está oxidado, se intenta destacar como una virtud la vejez. Una cosa es un vino maduro y otra es un vino decrépito, que si bien puede no presentar defectos, tampoco muestra virtudes. Si hay algo claro es que la vejez seguramente no es la mejor etapa de la vida, y con el vino – un ser vivo que evoluciona con el paso de los años – las cosas de dan de manera similar.

“- El vino está bueno” se escuchó por ahí. Ahora, la pregunta es: como estaba hace dos o tres años atrás? podemos contestar esa pregunta, pues degustamos ese mismo vino hace tiempo. Sin lugar a dudas, ahí estaba bueno, pues estaba vivo, estaba mejor!
De nada sirve guardar un vino, tomar los recaudos del caso en cuanto a una cuidadosa guarda (temperatura adecuada, botellas en posición horizontal, humedad controlada, oscuridad, ect.) si lo único que se gana en ese tiempo es oxidación. Bueno sería que, para vinos diseñados con perfil de guarda, si se tome este trabajo y especial atención, para que luego de algún tiempo se pueda comprobar el buen estado – y mejora – de los mismos.

El evento en cuestión me recordó aquello que hacían los españoles con los indígenas, cuando queriéndoles cambiar espejos por oro, los primeros salían ganando, estafando a los segundos.
Querer mostrar la oxidación de un vino como una virtud, dándole color y aburriendo con palabrerías interminables, cuando en realidad el vino ya no está bueno a causa de su edad, no es otra cosa que confundir, sobre todo a los menos experientes.
Aquella frase que reza “El vino, cuanto más viejo, mejor” es en la mayoría de los casos una gran mentira. Normalmente, cuando un vino es lanzado al mercado ya está pronto para ser consumido, y si así no lo es, normalmente de 6 meses a un año de botella hará que este esté pronto. Lo dijimos, y lo repetimos, como en todo orden de la vida, hay excepciones, pero son eso, tan solo excepciones.

El vino tiene que hablar por si solo, no necesita de poesía o lindas palabras que lo adornen de forma bonita. Buenos tragos, de vino vivo y descomplicado!

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