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Chateau-Chalon es un poblado que se encuentra en las colinas de la región de Jurá, al este de Francia. En este pueblo y sus alrededores se produce el vino Chateau-Chalon, un gran vino que el mismo Emperador Napoleón bautizó como "el mejor vino del mundo."
El Chateau-Chalon es un vino por demás especial donde la calidad juega el papel más importante. Tan es así que sus productores son capaces de sacrificar todo un año de producción si las condiciones climáticas no le son favorables a la cosecha.
Dicho esto su producción es muy pequeña; en un buen año pueden producirse arriba de las 300 mil botellas. Solo para hacer una comparación, déjenme decirles que el año pasado se vendieron más de 100 millones de botellas de tequila en todo el mundo.
Por otro lado, el Chateau-Chalon se produce solamente con la uva Savagnin. Esta uva exótica crece principalmente en la región de Jurá y su origen es desconocido. Se cree que proviene de la familia de las uvas Traminer con la que se produce el célebre Gewürztraminer. Pero más específico de la Traminer de Alsacia, ya que es más aromática que la Traminer alemana.
De la uva Savagnin se origina también el hermano menor del Chateau-Chalon, el Cotes du Jurá.
Al Chateau-Chalon se le conoce también como vin de garde, que en francés quiere decir "vino a guardar" ya que es un vino que puede durar fácilmente 100 años de acuerdo a Gabrielle Rizzi, quien es propietaria de una productora de Chateau-Chalon y que tuve el gusto de conocer meses atrás.
La botella de Chateau-Chalon es única en la Unión Europea no solo por su auténtico diseño, sino por su volumen. El Chateau-Chalon se embotella tradicionalmente desde el siglo XVI en unas botellas denominadas clavelins, que contienen una placa en vidrio con el nombre Chateau-Chalon.
Y en cuanto al volumen, estos clavelins cargan con 62 centilitros de Chateau-Chalon. El Parlamento Europeo tuvo que hacer una excepción para permitir esta cantidad tan desfasada. La razón es que esos 62 centilitros corresponden al volumen restante por litro después de un periodo de maduración de 6 años en barricas. Este vin de garde se aprecia mejor a una temperatura de 14º C y es recomendable dejar que respire algunas horas antes de beberlo. Esto permite acentuar los particulares aromas del Chateau-Chalon que van desde nueces, trigo, tabaco y hasta curry.
El Chateau-Chalon es un vino fresco, ideal para acompañar platillos del mar como la langosta o aves preparadas con salsas cremosas. Pero no hay maridaje más perfecto para el Chateau-Chalon que el queso Comte, un ícono clásico de Jurá.
Pero hay un problema, este vino no es fácil de encontrar. Algunas tiendas especializadas en vinos lo venden muy caro. En el fabuloso mundo del internet se puede encontrar el Chateau-Chalon de 1999 ó 2000 a un precio alrededor de $120 dólares por botella. Pero les aseguro que si tienen oportunidad de probarlo, entenderán por qué Napoleón lo nombró "el mejor vino del mundo."
El Chateau-Chalon es un vino por demás especial donde la calidad juega el papel más importante. Tan es así que sus productores son capaces de sacrificar todo un año de producción si las condiciones climáticas no le son favorables a la cosecha.
Dicho esto su producción es muy pequeña; en un buen año pueden producirse arriba de las 300 mil botellas. Solo para hacer una comparación, déjenme decirles que el año pasado se vendieron más de 100 millones de botellas de tequila en todo el mundo.
Por otro lado, el Chateau-Chalon se produce solamente con la uva Savagnin. Esta uva exótica crece principalmente en la región de Jurá y su origen es desconocido. Se cree que proviene de la familia de las uvas Traminer con la que se produce el célebre Gewürztraminer. Pero más específico de la Traminer de Alsacia, ya que es más aromática que la Traminer alemana.
De la uva Savagnin se origina también el hermano menor del Chateau-Chalon, el Cotes du Jurá.
Al Chateau-Chalon se le conoce también como vin de garde, que en francés quiere decir "vino a guardar" ya que es un vino que puede durar fácilmente 100 años de acuerdo a Gabrielle Rizzi, quien es propietaria de una productora de Chateau-Chalon y que tuve el gusto de conocer meses atrás.
La botella de Chateau-Chalon es única en la Unión Europea no solo por su auténtico diseño, sino por su volumen. El Chateau-Chalon se embotella tradicionalmente desde el siglo XVI en unas botellas denominadas clavelins, que contienen una placa en vidrio con el nombre Chateau-Chalon.
Y en cuanto al volumen, estos clavelins cargan con 62 centilitros de Chateau-Chalon. El Parlamento Europeo tuvo que hacer una excepción para permitir esta cantidad tan desfasada. La razón es que esos 62 centilitros corresponden al volumen restante por litro después de un periodo de maduración de 6 años en barricas. Este vin de garde se aprecia mejor a una temperatura de 14º C y es recomendable dejar que respire algunas horas antes de beberlo. Esto permite acentuar los particulares aromas del Chateau-Chalon que van desde nueces, trigo, tabaco y hasta curry.
El Chateau-Chalon es un vino fresco, ideal para acompañar platillos del mar como la langosta o aves preparadas con salsas cremosas. Pero no hay maridaje más perfecto para el Chateau-Chalon que el queso Comte, un ícono clásico de Jurá.
Pero hay un problema, este vino no es fácil de encontrar. Algunas tiendas especializadas en vinos lo venden muy caro. En el fabuloso mundo del internet se puede encontrar el Chateau-Chalon de 1999 ó 2000 a un precio alrededor de $120 dólares por botella. Pero les aseguro que si tienen oportunidad de probarlo, entenderán por qué Napoleón lo nombró "el mejor vino del mundo."
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