APRENDER 6 claves para descubrir un vino con tan sólo un vistazo

Producir belleza con materia prima de Mendoza

Uva, olivo y agua de deshielo se utilizan para elaborar productos cosméticos para turistas. Se venden en wine shops, hoteles y bodegas. También se exportan.

Fuente: Diario UNO

Mendoza elabora una gran variedad de productos cosméticos derivados de materias primas que identifican a nuestra provincia, como la uva, el vino, el olivo o el agua de deshielo de la Cordillera de los Andes.
Una buena parte de estos artículos se comercializa en wine shops de bodegas y plantas olivícolas, vinotecas y hoteles y apunta mayormente a captar a consumidores turistas que además de un vino, por ejemplo, se lleven un perfume o una emulsión corporal con pepitas de uva. Otro grupo, en cambio, se vende en farmacias y perfumerías, mientras que algunos spa lo utilizan en sus tratamientos corporales y faciales.

Todos ellos se caracterizan por ser productos de gran calidad. Sin embargo, pese a gozar de un buen gancho para su venta, son pocas las empresas que han podido traspasar las fronteras y llegar a los mercados extranjeros.

Es que la mayoría de estos emprendimientos se han desarrollado “a pulmón”, como describen sus responsables, y más allá de que la calidad no tenga nada que envidiar a las marcas multinacionales, “éste es un rubro donde se necesita invertir mucho en publicidad y marketing para instalar la marca”.

Cruzando fronteras
Una de las empresas que han logrado proyectarse fuera de Mendoza es Carmen Suain, una firma sanrafaelina que nació en los ’90 y que exporta a Chile y Nueva York desde hace siete y cuatro años, respectivamente. De hecho, en 2006 fue distinguida por ProMendoza con el segundo premio al exportador de producto no tradicional.

“Hay apoyo para exportar, pero requiere de un enorme esfuerzo. Es difícil encontrar distribuidores y muy complicado competir, porque aunque la calidad sea la misma que cualquier producto internacional, se requiere de mucho dinero para hacer publicidad e instalar los productos”, sostiene Mauricio Suain, responsable de la firma que lleva el nombre de su madre.

Este laboratorio posee tres líneas: Uvas, Carmen Suain Biocosmética y Sol en las Rocas. La base de sus productos es la incorporación de aceite natural de pepita de uvas, rico en antioxidantes, que se combina con otros elementos naturales como manzanilla, hamamelis o cola de caballo, entre otros. De allí se derivan cremas faciales y corporales, emulsiones, tónicos, jabones líquidos y protectores solares.

Originalmente, estos productos se vendían en farmacias y perfumerías y en el local propio en la ciudad de San Rafael, pero “desde hace dos años y gracias al auge del turismo decidimos hacer una prueba piloto y comercializarlo en lugares que son circuito habitual de turistas”, comenta Suain.

Hoy los productos se venden en varias bodegas, como Bianchi, La Abeja, La Vieja bodega o Ketobac, el hotel Tower y el aeropuerto de Mendoza. Y la recepción fue muy exitosa. “Mientras el hombre se lleva los vinos, la mujer se lleva las cremas”, destaca.

Otro emprendimiento que logró instalarse con fuerza hace poco más de cuatro años y que está a punto de comenzar la exportación a Chile fue la línea de perfumes Aromas del Vino, un producto inédito desarrollado a base de los descriptores de la bebida emblemática de Mendoza.

“Acompañar a la industria que representa a Mendoza”, fue el impulso inicial que llevó a Gilda Alonso a embarcarse en un rubro totalmente desconocido. Alonso es abogada, trabajó diez años en ProMendoza, donde se desempeñó como coordinadora de promoción comercial, y hoy asesora a bodegas.

Fue en un viaje a una feria de cosméticos en Bolonia donde consultó a expertos internacionales si era posible trasladar los descriptores del vino a productos cosméticos. La respuesta fue afirmativa y allí comenzó un largo camino para unir dos mundos apasionantes: vino y fragancias.
Tras profundas investigaciones, se desarrollaron dos fragancias: una masculina, Malbec, con notas de frutos rojos, violetas y especias, y una femenina, Torrontés, que combina el inconfundible bouquet de la macedonia de frutas, aromas florales y notas cítricas.

Hoy los perfumes apuntan al mercado turístico y se comercializan en wine shops y bodegas, como por ejemplo, Familia Zuccardi, Winery, Sol y Vinos, y se pueden comprar por internet a través de algunas páginas destinadas al turismo vitivinícola.
Además, la empresa está por dar el salto al exterior, ya que se ha realizado una presentación de los perfumes a distribuidores de Chile y se han enviado muestras para su aprobación a una cadena de vinotecas “a la que le llamó la atención nuestros productos, ya que son inéditos en el mundo”, destaca Alonso. De hecho, a diferencia de otros productos elaborados a base de alcohol de cereal, las fragancias de Aromas Del Vino están elaboradas con alcohol de vino.

A partir del éxito de la línea, recientemente se sumó una tercera fragancia, Cabernet, que se basa en la utilización de frutos rojos, notas de violetas, tabaco y vainilla.


Sueños propios
Patricia Livellara es una farmacéutica especializada en cosmética que en 2006 cumplió el sueño de lanzar una línea de belleza propia en su laboratorio de La Puntilla, Luján de Cuyo.
La línea se denomina Agua de Roca y está constituida por nueve productos, entre cremas, emulsiones, lociones y geles, que se comercializan en farmacias locales y en spa de Buenos Aires y Mendoza, que los utilizan para tratamientos corporales y faciales.

La nota que distingue a esta línea es que en su elaboración se emplea exclusivamente agua de deshielo de la Cordillera de los Andes, rica en oligoelementos y minerales, combinada con principios activos de última generación, originarios de Francia y Estados Unidos como el sesaflash, deepaline y givobio GMn.
“Livepharma se caracteriza por trabajar con altos estándares de calidad y gran tecnología para crear fórmulas eficaces e innovadoras. Además, priorizamos la utilización de materias primas biodegradables y procedimientos de fabricación controlados para proteger el medio ambiente”, resalta Livellara.

La farmacéutica, quien ha realizado difusión de su línea en desfiles y eventos, reconoce que para no quedarse a mitad de camino hay que tener “espalda para invertir en publicidad y marketing, y hacer conocer los productos”.

Además de la línea propia, este laboratorio elabora los artículos cosméticos de Olivícola Pasrai, Olivas y Cepas y Aromas del Vino, entre otras firmas.
Una de las firmas con más experiencia en el rubro es Laboratorios Ethicus, ubicado en Godoy Cruz, que con 24 años de existencia fabrica productos propios y para terceros, entre ellos al hotel Hyatt.

Las líneas propias “están formadas por productos dermatológicos éticos, aquellos que se promocionan a médicos dermatólogos y se venden únicamente en farmacias”, destaca su titular, Enrique Samsó.
Entre ellos se encuentra la conocida marca Urecrem, una línea de crema y emulsiones que poseen como principio activo la urea y la avena, además de los champús Hol y Koal y la loción autobronceante DHA. El radio de comercialización abarca Mendoza, San Juan, San Luis, Rosario, Santa Fe, Tucumán, Mar del Plata y el este de la provincia de Buenos Aires.

Por otra parte, este laboratorio desarrolla los productos del Park Hyatt Mendoza desde su inauguración, tanto los que se comercializan en el spa Kaua como las amenities de las habitaciones, que tienen como eje la temática del vino y la uva.

Se tuvo muy en cuenta los aromas y colores que ofrece la industria del vino –sostiene Samsó– y de allí surgieron champú de vino blanco, champú de vino rojo, crema de enjuague de vino rosado, gel de baño con temática de la uva, emulsión corporal con aceite de pepita de uva y crema facial con aceite de pepita de uva”.

Además de estos artículos, Ethicus tiene varios proyectos en carpeta. Según Samsó, “estamos desarrollando nuevos productos vinculados a la higiene y protección para la piel y una línea de spa y para uso profesional relacionada con la temática del vino, el olivo y el chocolate”.

Más que un hobby
Desde hace años, Viviana Yancarelli está ligada al mundo olivícola y vitivinícola. Es esposa de Rodolfo Vargas Arizu, apellido con una vasta experiencia en la elaboración de vino y aceite de oliva.
De ese contacto cotidiano con las propiedades de estos nobles productos es que Yancarelli se preguntó por qué no trasladarlos a una línea de cosméticos. “Me puse a investigar cómo lo aplicaban en Europa y fue así que, casi como un hobby, nació Olivos y Cepas”, resume Yancarelli.

Se trata de una revolucionaria línea de biocosmética, sin componentes sintéticos, basada en aceite de oliva, extractos de hojas de olivo, polifenoles y pepitas de uva. Está compuesta por cremas faciales y corporales, emulsiones, tónicos, jabones y aceite corporal que se puede adquirir en vinotecas, bodegas y algunos centros de belleza, entre ellos, Sol y Vinos, Verolio y bodegas Familia Zuccardi, mientras mantienen tratativas para ingresar en el mercado brasileño.

Otra de las firmas que también han apostado por el concepto del olivo trasladado a cosmética es la olivícola Pasrai, de Maipú, una fábrica boutique con 90 años de trayectoria en la elaboración de aceite de oliva extra virgen.
Utilizando el extracto de hojas de olivo y el aceite de olivo extra virgen, ha desarrollado una línea de productos spa, integrada por crema, emulsión, jabón y aceite corporal.

“Hace unos cinco años habíamos empezado con las visitas turísticas en la olivícola y como vimos que venían muchas mujeres se nos ocurrió desarrollar una línea de productos de spa”, comenta Ester Penizzotto.
Los resultados fueron “excelentes”. De hecho, la empresa tiene un proyecto en vista para ampliar la línea con algún producto para el cabello. “Las personas que nos visitan prueban los productos del spa y se van muy conformes, al punto que permanentemente tenemos pedidos de Buenos Aires, Rosario y otras ciudades para que les enviemos productos vía encomienda”.

Extracto de pepita de uva
Desde el 2008, la empresa Stam SA, ubicada en San Martín, viene desarrollando un concepto novedoso: la elaboración de extracto de pepita de uva, que contiene una poderosa mezcla de compuestos conocidos como Proantocianidinas Oligoméricas (OPC). Esta sustancia se destaca por su capacidad antioxidante, que inhibe los radicales libres.

El OPC tiene cuatro diferentes usos: como aditivo de la industria alimenticia, como componente de suplementos dietarios, como tanino enológico, adicionado durante el proceso de maceración, y, finalmente, como elemento de productos cosméticos, gracias a que retarda el envejecimiento de las células.
El producto es utilizado por diversas bodegas locales y también es exportado a diferentes empresas de Italia.

“Stam pretende convertirse en una empresa líder en la producción de extractos naturales de las materias primas que ofrece Mendoza”, señaló Daniel Estrella, gerente de planta.
“Empezamos por las uvas, pero actualmente estamos desarrollando nuevos extractos de diversas frutas y vegetales, buscando siempre obtener productos naturales de alta calidad y que aporten todos los beneficios originales en una amplia variedad de aplicaciones. Queremos seguir creciendo”, explicó.

La empresa no sólo está desarrollando cosméticos en base a OPC, sino que también se encuentra en proceso una línea de cosméticos con aceite de pepita de uva, que es extraído de forma natural a través de un prensado en frío y que cuenta con múltiples atributos, conocidos tanto nacional como internacionalmente.

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