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Carlos Pagni, reconocido periodista del diario La Nación, estuvo en Mendoza disertando sobre "El mapa del poder en el año electoral. En diálogo con Día a Día del Vino, habló sobre los principales problemas económicos y políticos de Argentina.
Fuente: Área del Vino
El 4 de abril, en hotel Sheraton-Mendoza, el periodista y analista político Carlos Pagni, disertó frente a un grupo de profesionales invitados por estudio Balter & Asociados. Su conferencia se centró sobre la realidad de la política argentina. El especialista brindó su visión sobre los principales problemas que afectan a la vitivinicultura nacional.
¿Cuál es la situación económica actual de Argentina?
El gobierno está poniendo de manifiesto el problema de la caída del superávit comercial. Argentina exporta cada vez menos en relación con lo que importa. Eso trae como consecuencia inmediata la menor oferta de dólares. Se trata de un problema importante en una economía como la argentina pero mucho más importante lo es con el modelo actual, que por definición expulsa dólares.
Aún cuando no haya incertidumbre o desconfianza, de Argentina se van 10 mil millones de dólares por año y cuando existen estas condiciones, se van 15 o 20 mil millones.
Esta fuga de capitales normalmente se abastece con el superávit comercial que se ha ido reduciendo. Fue de 17 mil millones de dólares hace dos años y de 12 mil en 2010. Este año, según las cifras del propio gobierno, será de 7.500 millones de dólares.
Si el gobierno no tiene los dólares que abastecen la salida de capitales, en un año electoral con incertidumbre política, habrá una restricción para alimentar ese proceso. La gente va a empezar a pedir dólares, no pesos como ahora, lo cual supone un enfriamiento de la economía (menores tasas de crecimiento).
El gobierno plantea un sistema económico basado en una altísima tasa de crecimiento, aunque esta en realidad, le trae inconvenientes. Si quiere seguir esta línea, deberá enfriar o devaluar. Esta última opción, sin embargo, no es una salida cómoda porque la devaluación supone un problema inflacionario cuando las expectativas de inflación ya están muy desplegadas.
¡Cómo se contrarrestan los problemas del tipo de cambio?
Hay que tener un plan de estabilización. En el sector vitivinícola, los exportadores están haciendo un esfuerzo enorme por estar en las góndolas. En los países de destino dicen: "tenemos vinos más baratos con la misma calidad". Esto es un problema serio.
Para entender al gobierno actual, hay que analizar el discurso de Cristina Fernández ante el Congreso cuando abrió las sesiones ordinarias el 1 de marzo. Lo que la presidenta vende como su producto, es una alta tasa de crecimiento, un aumento importante del consumo, un incremento de las reservas y un aumento de la recaudación. Sin embargo, esto que parece ser virtuoso en términos absolutos, no es tan así. Si el consumo crece porque la tasa de interés real es negativa, la tasa de inflación es más alta de lo que remuneran los bancos. El dinero pierde valor y hay que invertir lo antes posible.
Si la recaudación crece porque los precios suben y además, las reservas se acumulan por la cantidad de pesos que se emiten; eso genera un costo altísimo y se deduce que es un paquete de vicios más que de virtudes.
¿Cuál es la relación de Argentina con Brasil y los demás países del MERCOSUR?
Argentina tiene un problema con Brasil de balanza comercial cuando Brasil está revaluando su moneda. El real tocó un pico de revaluación el viernes pasado. Eso es una demostración que no depende tanto del tipo de cambio, sino de lo que suceda con el comercio exterior.
El problema es que el vigente modelo productivo argentino está agotado. Hay falta confianza e inversión, lo que provoca que la economía no produzca lo que se suponía que iba a producir. Esto no se resuelve con voluntarismo, que es la receta que suele aplicar el gobierno (por ejemplo, mandando a Moreno al puerto para que no deje entrar productos extranjeros o armando un problema con Brasil y Uruguay).
Hace unos días salió una cita del presidente uruguayo en los diarios que decía: "Las inversiones que vienen aquí no se hacen por el mercado uruguayo. No tenemos un mercado como para traer inversiones. Se hacen porque suponen que desde Uruguay se puede exportar a todo el MERCOSUR".
Creo que tenemos que dejar los preconceptos y analizar con objetividad y profesionalismo cuáles son las condiciones en que se desempeña la economía argentina, que según veo, son cada vez más adversas.
Fuente: Área del Vino
El 4 de abril, en hotel Sheraton-Mendoza, el periodista y analista político Carlos Pagni, disertó frente a un grupo de profesionales invitados por estudio Balter & Asociados. Su conferencia se centró sobre la realidad de la política argentina. El especialista brindó su visión sobre los principales problemas que afectan a la vitivinicultura nacional.
¿Cuál es la situación económica actual de Argentina?
El gobierno está poniendo de manifiesto el problema de la caída del superávit comercial. Argentina exporta cada vez menos en relación con lo que importa. Eso trae como consecuencia inmediata la menor oferta de dólares. Se trata de un problema importante en una economía como la argentina pero mucho más importante lo es con el modelo actual, que por definición expulsa dólares.
Aún cuando no haya incertidumbre o desconfianza, de Argentina se van 10 mil millones de dólares por año y cuando existen estas condiciones, se van 15 o 20 mil millones.
Esta fuga de capitales normalmente se abastece con el superávit comercial que se ha ido reduciendo. Fue de 17 mil millones de dólares hace dos años y de 12 mil en 2010. Este año, según las cifras del propio gobierno, será de 7.500 millones de dólares.
Si el gobierno no tiene los dólares que abastecen la salida de capitales, en un año electoral con incertidumbre política, habrá una restricción para alimentar ese proceso. La gente va a empezar a pedir dólares, no pesos como ahora, lo cual supone un enfriamiento de la economía (menores tasas de crecimiento).
El gobierno plantea un sistema económico basado en una altísima tasa de crecimiento, aunque esta en realidad, le trae inconvenientes. Si quiere seguir esta línea, deberá enfriar o devaluar. Esta última opción, sin embargo, no es una salida cómoda porque la devaluación supone un problema inflacionario cuando las expectativas de inflación ya están muy desplegadas.
¡Cómo se contrarrestan los problemas del tipo de cambio?
Hay que tener un plan de estabilización. En el sector vitivinícola, los exportadores están haciendo un esfuerzo enorme por estar en las góndolas. En los países de destino dicen: "tenemos vinos más baratos con la misma calidad". Esto es un problema serio.
Para entender al gobierno actual, hay que analizar el discurso de Cristina Fernández ante el Congreso cuando abrió las sesiones ordinarias el 1 de marzo. Lo que la presidenta vende como su producto, es una alta tasa de crecimiento, un aumento importante del consumo, un incremento de las reservas y un aumento de la recaudación. Sin embargo, esto que parece ser virtuoso en términos absolutos, no es tan así. Si el consumo crece porque la tasa de interés real es negativa, la tasa de inflación es más alta de lo que remuneran los bancos. El dinero pierde valor y hay que invertir lo antes posible.
Si la recaudación crece porque los precios suben y además, las reservas se acumulan por la cantidad de pesos que se emiten; eso genera un costo altísimo y se deduce que es un paquete de vicios más que de virtudes.
¿Cuál es la relación de Argentina con Brasil y los demás países del MERCOSUR?
Argentina tiene un problema con Brasil de balanza comercial cuando Brasil está revaluando su moneda. El real tocó un pico de revaluación el viernes pasado. Eso es una demostración que no depende tanto del tipo de cambio, sino de lo que suceda con el comercio exterior.
El problema es que el vigente modelo productivo argentino está agotado. Hay falta confianza e inversión, lo que provoca que la economía no produzca lo que se suponía que iba a producir. Esto no se resuelve con voluntarismo, que es la receta que suele aplicar el gobierno (por ejemplo, mandando a Moreno al puerto para que no deje entrar productos extranjeros o armando un problema con Brasil y Uruguay).
Hace unos días salió una cita del presidente uruguayo en los diarios que decía: "Las inversiones que vienen aquí no se hacen por el mercado uruguayo. No tenemos un mercado como para traer inversiones. Se hacen porque suponen que desde Uruguay se puede exportar a todo el MERCOSUR".
Creo que tenemos que dejar los preconceptos y analizar con objetividad y profesionalismo cuáles son las condiciones en que se desempeña la economía argentina, que según veo, son cada vez más adversas.
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