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Los días previos a las Pascuas, los pescados y los mariscos cotizan en alza en los restaurantes. Pero no todos los preparan sabrosos y en su punto justo.
Llega Semana Santa y todos comen pescado. La pregunta es por qué. La respuesta es que los creyentes católicos consideran a la cuaresma (los 40 días previos al Viernes Santo) como un período de reflexión y de sacrificio, incluyendo ayunos y restricciones en la alimentación, como las carnes rojas. En la antigüedad, la dieta era estricta y los pescados eran la única carne permitida. Así es como la tradición llega a nuestros días.
Otra pregunta muy común en Semana Santa es en qué restaurantes se pueden comer pescados y mariscos ricos y frescos. Estos son 10 de los mejores.
1. La Pescadorita
Una de las últimas novedades en el circuito gastronómico. De los mismos dueños de las parrillas La Dorita, fue inaugurado hace dos semanas en el mismo local donde solía funcionar el primer restaurante de la cadena. Como su nombre lo indica, la especialidad son los pescados frescos, traídos en hielo desde Mar del Plata tres veces por semana, preparados a la plancha. Recomendado el mero con papas confit y tomates rosti ($60). De entrada cornalitos ($28) o ensalada de pulpito ($40). El mismo espíritu de club de barrio de las parrillas, pero menos bullicioso.
(Humboldt 1905, Palermo / T. 4773-0070)
2. Bar Portuario
Desde su apertura en junio de 2009, esta esquina es un imán para fanáticos de los mariscos. No sólo por sus platos simples y frescos a precios razonables, sino también por la atención amable de Oscar Rodríguez, su dueño. Ambientado al estilo de antiguo bodegón y con cocina a la vista, es especial para ir en grupo: el salón se presta para armar mesas largas y compartir las abundantes raciones entre dos o tres comensales. Los calamaretis fritos ($40), crocantes y en su punto justo, y la completa tabla de mariscos ($120), con rabas, gambas, mejillones, trocitos de merluza rebozados y langostinos, están entre preferidos. Un dato: la carta de vinos es acotada, así que no se cobra el descorche. Imprescindible ir con reserva.
(Pinzón 102 Esquina Caboto, La Boca / T. 4300-5050)
3. El Muelle
Para disfrutar la buena cocina frente al Río de la Plata. El punto fuerte de El Muelle, en el histórico edificio del Club de Pescadores de Buenos Aires, en Costanera Norte, son los pescados y mariscos, que preparan con fuerte influencia vasca y nórdica Marta Lazarte (ex Centro Vasco Francés) y Gustavo Escobar (ex Café Des Arts). Para Semana Santa, además de los platos clásicos de la carta, como los pinchos de langostino con salsa romesco ($89) y el atún rojo a las brasas ($90), ofrecen un menú especial que incluye appetizer, entrada, principal y postre, regado con vino Trumpeter ($125 por persona).
(Av. Rafael Obligado y AV. Sarmiento, Costanera Norte, Palermo / T. 4773-2216)
4. Dorá
Un clásico del microcentro porteño, favorito de ejecutivos, embajadores y altos funcionarios de gobierno. Su refinada cocina española es quizás el único tema en el que oficialismo y oposición - muchas veces congregados aquí a la misma hora, a metros de distancia- están 100% de acuerdo. Uno de sus platos emblemáticos es la merluza negra, que sale con papas a la española o ensalada ($175), y la centolla gratinada ($71). Los precios no son accesibles, pero las porciones son para compartir. Después de una remodelación, volvió a abrir sus puertas el año pasado, con dos salones renovados, uno de ellos para fumadores, en el primer piso. El dato: tiene estacionamiento gratis en Marcelo T. de Alvear 455.
(Alem 1016, Centro / T. 4311-2891)
5. Tancat
Fiel al estilo típico de las tascas españolas, con salón pequeño, barra de madera y butacones, Tancat se destaca en esta lista por la variedad de pescados que ofrece en su carta: hay desde besugo, mero, abadejo, lenguado, y trucha, hasta salmón, bacalao y pez espada. Muy recomendable la tríada chipirones ($34), gambas al ajillo ($45) y tortilla española ($38), al igual que el salmón rosado ($65). Los días de semana al mediodía es un hervidero de oficinistas y turistas, los sábados es más tranquilo. Las mesas están demasiado juntas, pero se compensa con la buena cocina. Si no querés esperar, andá con reserva.
(Paraguay 645, Centro / T. 4312-5442)
6. Iñaki
Un rincón de Esukadi en Buenos Aires, en el que manda Fermín Uriona, un vasco de pura cepa que brilló en el restaurante del Centro Vasco Francés, y aquí se luce en su propia cocina. En el amplio salón, sirve platos típicos de su tierra, a base de pescados bien sazonados. ¿Qué pedir? Las gambas al ajillo ($72), el bacalao al pil pil con ensalada de espinacas a la crema ($100), o el arroz especial para cuatro personas, que viene con centolla, gambas y champiñones, gratinado con crema de leche ($128), todo para compartir. De postre, pastel vasco, con crema pastelera, almendras y nueces.
(Moreno 1341, Monserrat / T. 4382-8486)
7. Morriña
Morriña significa “nostalgia de la tierra” en gallego, y es justamente lo que inspiran los platos que prepara el chef y dueño de este restaurante, Manuel Corral Vide. Es el principal referente de la cocina gallega en la ciudad, y su pulpo a feira, el mejor embajador: fresco y tierno, se cocina entero y se sirve con papas al natural, pimentón y un hilo de oliva ($95). También prepara pulpo a plancha, cazuela de pulpo, ensalada de pulpo sobre espinacas y pulpo al modo Manuel, salteado al con ajo, aceite de oliva y pimentón. Imperdible la empanada gallega ($14), como entrada. Las torrijas ($19) y la tarta de Santiago ($35), como postre.
(Olleros 1879, Las Cañitas / T. 4776-8498)
8. Jangada
Si te gustan los pescados de río, este es tu lugar. Los preparan despinados y a la parrilla, apenas con un poco de sal, en una original presentación sobre una tabla de madera, con verduras. La especialidad de la casa son las empanadas de surubí y el pacú, que sale sabroso y a punto, para tres personas. La carta también ofrece boga, dorado y surubí, además de pescados de mar, pastas y carnes. ¿Un punto débil? La carta de vinos es escueta. El salón principal es amplio y cómodo, pero si el clima invita, conviene elegir una mesa en el patio, al aire libre. Precio promedio por persona: 100 pesos.
(Bonpland 1670, Palermo / T. 4773-0411)
9. Oviedo
Clásico de clásicos, Oviedo es una cita obligada para amantes de la buena gastronomía. Si todavía no pasaste por acá, ésta es una buena oportunidad. Su especialidad son los pescados, y su fórmula del éxito, la frescura de las materias primas y su tratamiento. Elegí una de las mesas del elegante salón y pedí las ostras vivas ($14 la unidad) para empezar y, de principal, el filet de trucha salmonada con lemon grass y puerros tiernos ($95). De postre, fondant de chocolate con helado de crema ($45). Atención eficiente de sus mozos, y como plus, una de las mejores cavas de vinos de la ciudad.
(Beruti 2602, Barrio Norte / T. 4821-3741)
10. José Luis
Los que saben reservan para Semana Santa una mesa en José Luis. Todos los años, aquí preparan especialmente el bacalao en una gran variedad de platos: con garbanzos y espinaca ($115, para dos personas), pimientos rellenos con bacalao ($115), bacalao a la vizcaína (en salsa de piquillo), a la gallega (filete al vapor con papas al natural, oliva y pimentón), y ajo arriero (en cazuelita de barro con salsa de tomate, ajo y pimientos), entre otras versiones. El bacalao es noruego y lo hacen bien tierno. Además, ofrecen los platos clásicos de la carta, como el besugo a la vasca y el pulpo a feira. De postre, mousse de turrón relleno con dulce de leche ($42), para compartir.
(Av. Quintana 456, Recoleta / T. 4807-0606)
Por Agustina Rato
Llega Semana Santa y todos comen pescado. La pregunta es por qué. La respuesta es que los creyentes católicos consideran a la cuaresma (los 40 días previos al Viernes Santo) como un período de reflexión y de sacrificio, incluyendo ayunos y restricciones en la alimentación, como las carnes rojas. En la antigüedad, la dieta era estricta y los pescados eran la única carne permitida. Así es como la tradición llega a nuestros días.
Otra pregunta muy común en Semana Santa es en qué restaurantes se pueden comer pescados y mariscos ricos y frescos. Estos son 10 de los mejores.
1. La Pescadorita
Una de las últimas novedades en el circuito gastronómico. De los mismos dueños de las parrillas La Dorita, fue inaugurado hace dos semanas en el mismo local donde solía funcionar el primer restaurante de la cadena. Como su nombre lo indica, la especialidad son los pescados frescos, traídos en hielo desde Mar del Plata tres veces por semana, preparados a la plancha. Recomendado el mero con papas confit y tomates rosti ($60). De entrada cornalitos ($28) o ensalada de pulpito ($40). El mismo espíritu de club de barrio de las parrillas, pero menos bullicioso.
(Humboldt 1905, Palermo / T. 4773-0070)
2. Bar Portuario
Desde su apertura en junio de 2009, esta esquina es un imán para fanáticos de los mariscos. No sólo por sus platos simples y frescos a precios razonables, sino también por la atención amable de Oscar Rodríguez, su dueño. Ambientado al estilo de antiguo bodegón y con cocina a la vista, es especial para ir en grupo: el salón se presta para armar mesas largas y compartir las abundantes raciones entre dos o tres comensales. Los calamaretis fritos ($40), crocantes y en su punto justo, y la completa tabla de mariscos ($120), con rabas, gambas, mejillones, trocitos de merluza rebozados y langostinos, están entre preferidos. Un dato: la carta de vinos es acotada, así que no se cobra el descorche. Imprescindible ir con reserva.
(Pinzón 102 Esquina Caboto, La Boca / T. 4300-5050)
3. El Muelle
Para disfrutar la buena cocina frente al Río de la Plata. El punto fuerte de El Muelle, en el histórico edificio del Club de Pescadores de Buenos Aires, en Costanera Norte, son los pescados y mariscos, que preparan con fuerte influencia vasca y nórdica Marta Lazarte (ex Centro Vasco Francés) y Gustavo Escobar (ex Café Des Arts). Para Semana Santa, además de los platos clásicos de la carta, como los pinchos de langostino con salsa romesco ($89) y el atún rojo a las brasas ($90), ofrecen un menú especial que incluye appetizer, entrada, principal y postre, regado con vino Trumpeter ($125 por persona).
(Av. Rafael Obligado y AV. Sarmiento, Costanera Norte, Palermo / T. 4773-2216)
4. Dorá
Un clásico del microcentro porteño, favorito de ejecutivos, embajadores y altos funcionarios de gobierno. Su refinada cocina española es quizás el único tema en el que oficialismo y oposición - muchas veces congregados aquí a la misma hora, a metros de distancia- están 100% de acuerdo. Uno de sus platos emblemáticos es la merluza negra, que sale con papas a la española o ensalada ($175), y la centolla gratinada ($71). Los precios no son accesibles, pero las porciones son para compartir. Después de una remodelación, volvió a abrir sus puertas el año pasado, con dos salones renovados, uno de ellos para fumadores, en el primer piso. El dato: tiene estacionamiento gratis en Marcelo T. de Alvear 455.
(Alem 1016, Centro / T. 4311-2891)
5. Tancat
Fiel al estilo típico de las tascas españolas, con salón pequeño, barra de madera y butacones, Tancat se destaca en esta lista por la variedad de pescados que ofrece en su carta: hay desde besugo, mero, abadejo, lenguado, y trucha, hasta salmón, bacalao y pez espada. Muy recomendable la tríada chipirones ($34), gambas al ajillo ($45) y tortilla española ($38), al igual que el salmón rosado ($65). Los días de semana al mediodía es un hervidero de oficinistas y turistas, los sábados es más tranquilo. Las mesas están demasiado juntas, pero se compensa con la buena cocina. Si no querés esperar, andá con reserva.
(Paraguay 645, Centro / T. 4312-5442)
6. Iñaki
Un rincón de Esukadi en Buenos Aires, en el que manda Fermín Uriona, un vasco de pura cepa que brilló en el restaurante del Centro Vasco Francés, y aquí se luce en su propia cocina. En el amplio salón, sirve platos típicos de su tierra, a base de pescados bien sazonados. ¿Qué pedir? Las gambas al ajillo ($72), el bacalao al pil pil con ensalada de espinacas a la crema ($100), o el arroz especial para cuatro personas, que viene con centolla, gambas y champiñones, gratinado con crema de leche ($128), todo para compartir. De postre, pastel vasco, con crema pastelera, almendras y nueces.
(Moreno 1341, Monserrat / T. 4382-8486)
7. Morriña
Morriña significa “nostalgia de la tierra” en gallego, y es justamente lo que inspiran los platos que prepara el chef y dueño de este restaurante, Manuel Corral Vide. Es el principal referente de la cocina gallega en la ciudad, y su pulpo a feira, el mejor embajador: fresco y tierno, se cocina entero y se sirve con papas al natural, pimentón y un hilo de oliva ($95). También prepara pulpo a plancha, cazuela de pulpo, ensalada de pulpo sobre espinacas y pulpo al modo Manuel, salteado al con ajo, aceite de oliva y pimentón. Imperdible la empanada gallega ($14), como entrada. Las torrijas ($19) y la tarta de Santiago ($35), como postre.
(Olleros 1879, Las Cañitas / T. 4776-8498)
8. Jangada
Si te gustan los pescados de río, este es tu lugar. Los preparan despinados y a la parrilla, apenas con un poco de sal, en una original presentación sobre una tabla de madera, con verduras. La especialidad de la casa son las empanadas de surubí y el pacú, que sale sabroso y a punto, para tres personas. La carta también ofrece boga, dorado y surubí, además de pescados de mar, pastas y carnes. ¿Un punto débil? La carta de vinos es escueta. El salón principal es amplio y cómodo, pero si el clima invita, conviene elegir una mesa en el patio, al aire libre. Precio promedio por persona: 100 pesos.
(Bonpland 1670, Palermo / T. 4773-0411)
9. Oviedo
Clásico de clásicos, Oviedo es una cita obligada para amantes de la buena gastronomía. Si todavía no pasaste por acá, ésta es una buena oportunidad. Su especialidad son los pescados, y su fórmula del éxito, la frescura de las materias primas y su tratamiento. Elegí una de las mesas del elegante salón y pedí las ostras vivas ($14 la unidad) para empezar y, de principal, el filet de trucha salmonada con lemon grass y puerros tiernos ($95). De postre, fondant de chocolate con helado de crema ($45). Atención eficiente de sus mozos, y como plus, una de las mejores cavas de vinos de la ciudad.
(Beruti 2602, Barrio Norte / T. 4821-3741)
10. José Luis
Los que saben reservan para Semana Santa una mesa en José Luis. Todos los años, aquí preparan especialmente el bacalao en una gran variedad de platos: con garbanzos y espinaca ($115, para dos personas), pimientos rellenos con bacalao ($115), bacalao a la vizcaína (en salsa de piquillo), a la gallega (filete al vapor con papas al natural, oliva y pimentón), y ajo arriero (en cazuelita de barro con salsa de tomate, ajo y pimientos), entre otras versiones. El bacalao es noruego y lo hacen bien tierno. Además, ofrecen los platos clásicos de la carta, como el besugo a la vasca y el pulpo a feira. De postre, mousse de turrón relleno con dulce de leche ($42), para compartir.
(Av. Quintana 456, Recoleta / T. 4807-0606)
Por Agustina Rato
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