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Rio Negro y Neuquén: Un oasis en medio de la meseta

Fuente: Diario Clarín
Osvaldo Ortiz.

La incipiente industria vitivinícola del Sur crece con veinte bodegas en el Alto Valle de Río Negro y alrededor de San Patricio del Chañar, en Neuquén. Visitas guiadas, restaurantes y venta de vinos. En la ruta del vino del Alto Valle de Río Negro y Neuquén se mezclan bodegas con una tradición superior a los 100 años, con establecimientos y plantaciones de vides jóvenes que no llegan a una década. En total, en ambas provincias, hay unas veinte bodegas, incluyendo algunas muy pequeñas, cuya producción es casi artesanal. De estas, ocho (cuatro en cada provincia) están habilitadas para ofrecer visitas guiadas a los turistas, servicios de restaurante y venta de productos. Una sola posee su propio hotel.

Las bodegas que se pueden visitar en Río Negro se encuentran en el Alto Valle , entre General Roca y Cipolletti . Si se viene recorriendo la ruta nacional 22, de este a oeste, la primera se ubica en el km 1.176, prácticamente en el ingreso a la ciudad de General Roca. Se trata de Chacras del Sol, una bodega que produce varietales desde 2002. Dos kilómetros al oeste, hay que ingresar 1,8 km por un camino rural para llegar a la bodega Agrestis, especializada en la producción de vinos espumantes y varietales tintos.

En el km 1.182 se debe doblar 3,5 km por un camino rural para visitar al gigante del Alto Valle, la bodega Humberto Canale, con casi cien años de producción. Luego, en el km 1.212, hay que desviar unos 2 km para poder ver la bodega Museo La Falda, también centenaria, aunque su producción fue siempre de menor escala.

La ruta del vino de Neuquén esta en la ruta provincial 7, a unos 50 km de la capital de la provincia, entre San Patricio del Chañar y Añelo . Aquí no hay bodegas tradicionales. Son establecimientos construidos a partir de la década del 90, impulsados por una decisión política del gobierno de Neuquén, que otorgó créditos muy ventajosos, en tasas de interés y años de gracia. Su característica principal es que se trata de bodegas modernas, con viñedos jóvenes, dedicados a la producción de varietales para el mercado interno y de exportación.

De las cuatro bodegas que se pueden visitar por ruta 7, de sur a norte, primero se encuentra la bodega Valle Perdido, que –además de las visitas al establecimiento y el restaurante– cuenta con un hotel 5 estrellas. Más adelante está ubicado el establecimiento de la Familia Schroeder. Para llegar a la bodega Fin del Mundo, hay que desviarse 9 km por ruta 8. La última del circuito es NQN-Viñedos de la Patagonia.

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