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Crema de coliflor, cerveza y limon

Tendrá muchas virtudes y todo lo que quieras, pero la coliflor huele un poco a pedo. Es así, y todos lo hemos pensado aunque rara vez nos hayamos atrevido a decirlo en público. No pasa nada, es mejor afrontar la realidad que rehuir el problema y hacer como que no existe.

Hay unos 250 trucos para evitar que, cuando cocinas coliflor, parezca que Fétido Addams ha pasado por tu casa. Yo me quedo con el más lógico: cocerla al vapor o en agua el mínimo tiempo posible. En caso de que vayas a hacer una crema, también puedes desechar el líquido de la primera cocción. Ambas técnicas tienen la virtud de limitar el aroma a ventosidad de la verdura cuando llega a la mesa, transformándola en una delicia incluso para los más pedófobos.

Inspirado de alguna forma en la crema du Barry de Mercado Calabajío, el otro día me lancé a hacer una sopa de coliflor un poco distinta de lo normal. Como no tenía a mano una vaporera, primero cocí la verdura en agua para aligerarla de azufres. Después, como buscaba un sabor tostado y además quería que fuera rápida en su ejecución, doré la cebolla y la coliflor. Mojé todo con la cerveza, di un hervor con un poco de caldo a todo, trituré -no mucho, para conservar la textura- y la serví con el limón y la crema de avena. Y a correr.

La sopa que salió era diferente: tenía puntillos amargos y ácidos que la alejaban de lo convencional, pero al vez estaba muy suave, y sin rastro de los matices de cuesco habituales en nuestra querida coliflor.

Dificultad
Para cenutrios.

Ingredientes
Para 4 personas
1 coliflor mediana
1 patata grande
1 cebolla grande
1 botellín de cerveza de 330 ml.
500 ml. de caldo de pollo
1 limón
Aceite de oliva
Sal
Crema de leche de avena y rúcula picada para decorar (opcional)

Preparación
1. Trocear la coliflor en trozos grandes, desechando el tronco. Cocerla al vapor o en agua con sal durante 10 minutos.

2. Mientras, pelar y picar la cebolla y la patata e ir rehogándolas en una cazuela grande con un chorro de aceite a fuego suave y una pizca de sal. Cuando la coliflor esté, añadirla y subir el fuego a medio. Dorar y cuando haya cogido un color tostado en algunas partes, mojar con la cerveza.

3. Añadir el caldo y hervir lo justo para que la coliflor y la patata se terminen de hacer (unos 10 minutos). Triturar, añadir un chorro de zumo del limón y una pizca de ralladura de su corteza al gusto, mezclar y corregir de sal.

4. Servir, si se quiere, con un chorrito de crema de leche de avena y un poco de rúcula picada.

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