La Biblia, un sinfín de vinos POR JAVIER CAMPO

El vino es una bebida milenaria asociada a la historia de la humanidad y la prueba más clara está en la Biblia

Si os nombro a Noé todos pensamos en el arca y un señor guardando animales en ella para salvarlos del diluvio universal y perpetuar las especies. Sin embargo pocos saben que la historia de unos de los protagonistas del Génesis incluye la primera mención al vino en la Biblia.

Pero "Noé" también es el nombre de un vino. Concretamente es el nombre de un Pedro Ximenez dulce muy viejo de González Byass. Ahí es poco que la bodega utiliza el nombre de Matusalen para otro de sus VORS. Pero esta bodega jerezana no es la única que hace mención del libro sagrado y a sus personajes.

Tras el diluvio universal y en tierra firme con el trabajo cumplido, el Génesis (9: 18-29) revela que Noé se emborrachó y fue encontrado por sus hijos durmiendo desnudo entre vides. La imagen es de un cuadro de 1827, expuesto en el Museo del Prado, de Orsel, titulado "La embriaguez de Noé" que retrata ese momento. 

Si nos vamos hasta el Priorat, en la bodega Clos de l'Obac, elaboran un blanco llamado Kyrie en referencia a la liturgia Kyrie Eleison (Señor ten piedad). Y otro de sus vinos se llama Miserere.

Tantum Ergo es un rico espumoso elaborado con Pinot Noir y que hace referencia a la liturgia del himno eucarístico Pange lingua, escrito por santo Tomás de Aquino.

Si nos vamos a los tamaños de las botellas, de los cuales ya hemos hablado en muchas ocasiones, veremos que nombres como Salomón, Baltasar, Nabuconodosor o Jeroboam se nombran constantemente y no le damos la importancia que merece. Como, por ejemplo, Jeroboam que es el tamaño de la botella equivalente a cuatro botellas estándar (0,75cl) se dio porque era "un hombre de gran valor" y en la época en la que se le dio nombre era la de más tamaño. Los que aparecen después Rehoboam, Salomón o hasta llegar a Melquisedec fueron sucesores cronológicos en la Biblia.

Seguimos por geografía vitivinícola y llegamos a la región de Toro donde encontramos a Moisés que, no sabemos si las tablas las escribió con la Tinta de Toro con la que está elaborado.

Claro está que no todo va a ser tan santo y sagrado ya que también podemos encontrar los Siete Pecados Capitales en La Rioja. Lujuria, envidia, pereza, ira, soberbia, gula y avaricia. Por cierto, en La Rioja también encontramos a Pilatos y en Castilla y León a Judas.

En Francia, uno de sus grandes vinos tiene nombre de oración de Anunciación y Encarnación del Verbo. Estamos hablando de Chateau Angelus.

Pero fijaros que no solo los nombres bíblicos están en el vino, sino que lo sacro está presente en el nombre de zonas o bodegas: Scala Dei, Priorat, Sant Emillion, Montsant, Ribeira Sacra, la Viña del Señor, etc.

Incluso la variedad Chardonnay tiene una leyenda etimológica que nos habla de Palestina y Shaar-Adonay (Puerta de Dios), aunque existan partidarios y detractores de la veracidad de dicha leyenda.

En el Cristianismo se utiliza el vino como expresión del sacrificio de la muerte, de este modo el vino representa "la sangre de Cristo" y, efectivamente, también un vino tinto dulce con crianza de la bodega mexicana Ferriño.

Lo cierto, es que el vino y la Biblia tienen una relación que es indiscutible. De hecho, cuando un vino está muy bueno decimos que es La Hostia.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos