Donde Comer Pastas en Buenos Aires BAIRES


La herencia italiana en Buenos Aires se hace sentir a la hora de ir a comer pastas. En esta nota, algunas de las mejores opciones.



El argentino tiene mucho de italiano: mueve mucho las manos cuando conversa, tiende a hablar fuerte en público, es exagerado, y tiene entre sus comidas favoritas a la pizza y a la pasta. De esta última nos vamos a ocupar hoy, porque como corresponde a un país con tanta inmigración italiana, hay grandes exponentes de pastas. En Buenos Aires y alrededores, la zona de la que hablaremos, hay varios lugares donde se puede probar una buena pasta que no tiene nada que envidiarle a la italiana. Enterate cuáles son algunos de los mejores lugares para ir vestido de Michael Corleone.

Dellepiane 1050, Campana 

Queda en Campana, pero aun para el que este lejos, bien vale una visita. El restaurante de Pedro Picciau es una experiencia gastronómica que nadie debería perderse. Con una especialidad en cocina Sarda, todo lo que se ofrece en Italpast es de óptima calidad. Las pastas rellenas, con salsa suave para no tapar los sabores, son exquisitas, especialmente los Ravioles verdes de lomo y hongos, o los Tortelloni burro e oro (con ricotta, parmesano y nuez mescada). Por supuesto, todo al dente.  Otro plato destacable son los Malloreddus, unos pequeños ñoquis de sémola sardos que se sirven con salsa de tomates frescos y unas salchichitas caseras. Una delicia que justifica el salón lleno los fines de semana (especialmente los domingos, día de pastas por excelencia).

Pagano 2697, Recoleta

La Locanda, perteneciente al también sardo Daniele Pinna, es un lugar con pastas de primera calidad, y que tiene una distinción por su cava de quesos madurados. El menú varía periódicamente, pero siempre la comida es excelente, y Pinna circula por las mesas recomendando platos. Algunos ejemplos de lo que se puede probar en La Locanda: Tonnarelli al Granchio, o sea, pasta con cangrejo, exquisitamente presentada sobre el caparazón,  los Ravioli lunghi, rellenos de ricotta, mozzarella y gorgonzola, o Rabiolu Tia Rosa, rellenos de ragú de cordero.

Dardo Rocha 2602, Martínez

En Martínez, en un clásico polo gastronómico sobre la Avenida Dardo Rocha, se encuentra este restaurante que pertenece al chef milanés Alberto Giordano. Tienen riquísimas pastas caseras bien al dente, y una carta con toques mediterráneos además de los sabores de Milán, llena de frutos de mar. Los Fettuccine Nere allo Scoglio (fettuccine negro con frutos de mar) son una delicia, lo mismo que el Risotto Nero di Seppia, con tinta de calamar, camarones, calamares y tomates cherry. Otra gran opción es la fusión argento-italiana de losSorrentinos con masa de hongos rellenos de estofado al Malbec y hongos trifolati.

República de la India 2843, Palermo

Todo un clásico de Buenos Aires, y con una modalidad particular: no hay menú, la pregunta pasa por si el vino va a ser tinto o blanco, o en todo caso, si se quiere café después de comer. En general llegara Guido´s es ponerse en las manos del restaurante propiedad de Carlos Sosto. Es un lugar bullicioso y pequeño que ofrece toda una experiencia. Cuando uno se sienta aparecen los antipasti, las pastas o el risotto y el postre, todo a modo de degustación. ¿El precio? Relativo, depende el día y factores inciertos puede ser caro o barato, pero lo cierto es que la comida es excelente. Además, hay una gran selección de vinos. Un lugar que no es para cualquiera, pero que vale la pena conocer.

Fray Justo Santamaría de Oro 2047, Palermo

Leonardo Fumarola es el chef y propietario de este pequeño lugar que es como un pedazo de Italia en pleno Buenos Aires. Con luces tenues y una muy buena ambientación, aquí la comida es una propuesta de cocina italiana moderna. Todas las pastas son ricas, pero por recomendar algunas, los Agnolotti de carne con salsa de asparagi e noci son imperdibles. También los Fettuccine con gamberi e zucchini al profumo d’arancia (o sea, al perfume de naranja) valen mucho la pena, con el cítrico como detalle de una exquisita combinación. No es pasta pero va de la mano: el Risotto con gorgonzola, rapa rossa, mandorle e rucola (con remolacha, almendras y rucula) es imperdible.

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