- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Así lo indican referentes del sector. Dirigentes de distintas actividades agrarias se reunirán para debatir los problemas que atraviesan. Luego presentarán medidas concretas para que el Gobierno actúe.
La posible pérdida de unos 150 mil puestos de trabajo en el sector vitivinícola en las fases de producción primaria, industrial, fraccionamiento y comercialización, son algunas de las consecuencias que estiman desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), podrían dejar los distintos problemas por los que atraviesan las economías regionales y que han sido diagnosticados varias veces: precio bajo de sus productos, atraso cambiario, inflación, costos altos y presión fiscal, entre otros.
“Para que no peligren esos puestos debería subir el precio del vino arriba de $ 3,50, a casi $ 4 para que el productor tenga rentabilidad y ganar lo que necesita su finca para producir. Estando en esta situación no habrá miras de mejora”, indicó Carlos Iannizzotto, gerente de Acovi.
Ç
Desde la entidad advierten que hay una fuerte, caída en los trabajos de poda relativos a la época estacional que seguramente incidirá en la producción. “Empezamos a ver un relativo abandono de viñedos, pero no sabemos la cantidad ni sus características”, dijo el dirigente.
“El mediano productor está complicado, el pequeño de 4 hectáreas no existe porque viven de otra actividad. Los que tienen más de 30 ó 50 hectáreas para arriba, tienen 6 empleados a más de 6.500 pesos cada uno y al precio del vino actual no pueden pagar nada”, agregó Iannizzotto.
Por su parte, Daniel Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Viñateros de Mendoza estuvo de acuerdo con el diagnóstico de Acovi.
“Coincidimos con el dato de Acovi y el número puede ser mayor si analizamos las causas”.
Para Rodríguez hay que tener en cuenta, por un lado los factores de la macroeconomía: la falta de competitividad por el tipo de cambio, los altos costos y la presión fiscal que asfixia a la parte primaria en general.
Por otra parte, señaló que “hay cuestiones estructurales dentro de la vitivinicultura que tenemos que resolver. Estamos produciendo más materia prima que tiene dificultades en colocarse en el mundo, no solo por el tipo de cambio, sino por la calidad de los vinos y no hay demanda.
Además las exportaciones de mosto también están complicadas”. Dijo además que hay variedades que tienen problemas en encontrar mercados y hay que pensar en regular, incentivar algunas variedades y otras no. También hay que acentuar los mecanismos de control del INV y que los números sean más transparentes”.
Problemas repetidos
Los problemas del agro no son nuevos. El atraso cambiario, los altos costos de insumos y logística y la carga fiscal -sólo por nombrar algunos- son parte de los reclamos que vienen haciendo sectores de diversas provincias con el objetivo de que el desempleo no continúe en aumento, y que los mismos recuperen competitividad, perdida en los últimos tres años.
Ante la severa crisis que atraviesan las economías regionales más de 400 dirigentes agropecuarios de todo el país, representantes de más de 220 entidades y 32 complejos productivos, se movilizarán en el Plenario Nacional convocada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Pablo Vernengo, director ejecutivo Economías Regionales CAME, mencionó a Los Andes que dicho evento tiene como finalidad debatir las problemáticas que presentan en común los sectores agropecuarios de Argentina, ya que en todos se repite el mismo escenario: “falta de rentabilidad y pérdida de competitividad, que ponen en peligro fuentes de trabajo”.
Asimismo, Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM) agregó que este año “se tornó más evidente la situación límite del agro del país y de la provincia”, y “parte de la producción primaria está en peligro. Es por esto, que el objetivo será elevar un mapa y poder tener respuestas por parte de los gobiernos y desde la FEM nosotros acompañamos y representamos a los sectores mendocinos con sus dificultades”.
En un marco amplio, Jorge Day, economista de Ieral, mencionó que hoy los sectores tienen un vínculo directo con el mercado externo y ante las dificultades que presentan no están destinando sus productos con la misma frecuencia que antes, y “el mercado interno no puede absorber toda esa producción, por lo que es un combo perfecto para la destrucción de muchos productores que no cuentan con espalda financiera para solventarse”.
Bajo este escenario, es que indicó que lo que ocurre es que el dólar oficial está muy bajo y la inflación -proyectada este año del 28%- sigue creciendo, por lo que los productores se enfrentan a costos en moneda estadounidense cada vez más altos.
“El segundo problema -continuó Day- es que los precios internacionales de muchos de los commodities fueron cayendo; mientras que nosotros estamos lejos de poder igualar esos valores”. Y en tercer lugar, advirtió Day, que las distintas monedas de los principales competidores de Argentina están perdiendo valor, y sus costos en dólares caen, mientras que con el peso argentino pasa totalmente lo contrario.
Problemáticas
Desde la CAME, enumeraron algunos puntos primordiales y en común que presentan los sectores del agro. Uno de los que mencionó el director de dicha entidad, fue que a la caída en el tipo de cambio real local generada por la combinación de alta inflación y dólar estable, se suman las devaluaciones en monedas de mercados como Brasil, Rusia y la zona Euro, que son grandes compradores del agro argentino. Eso está restringiendo numerosos mercados para los productos argentinos.
Alberto Carleti, Cámara Comercio, Industria y Agricultura de Tunuyán, señaló que esto sumado a los problemas de rentabilidad y precios prevé que los sectores se encuentren en la próxima temporada siendo menos competitivos y con caída en las exportaciones, sobre todo en aquellos productos, como el ajo, la pera y manzana, que tienen a Brasil como principal mercado de destino.
Otro punto que indicó Vernengo es la carga impositiva en los tres niveles de gobierno. “Impuestos como ganancias, ingresos brutos, tasas municipales, encarecen enormemente los costos de producción y le quitan competitividad a las regiones”, explicó el directivo. Al tiempo que adelantó que es importante reducir cargas laborales a las producciones regionales, eliminar el impuesto a los débitos y créditos, eliminar retenciones, y agilizar la devolución del IVA y reintegros a las exportaciones.
En el caso del vino, estimó Gabriela Lizana, titular de Aproem, la presión fiscal ascendió de 30% en valor del producto del litro de vino a 51% en sólo dos años.
Asimismo, Jorge Day, explicó que la carga impositiva a nivel nacional está récord. Sin embargo, explicó que para el Gobierno nacional es difícil bajarlos ya que el déficit de cuentas nacionales está en niveles récord, sumado a que en un escenario actual de cambio de Ejecutivo, el contexto es aún más complicado.
El plenario
La problemática de las economías regionales será analizada en un plenario convocado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Hacia Buenos Aires se movilizarán más de 400 dirigentes agropecuarios de todo el país, representantes de más de 220 entidades y 32 complejos productivos.
El encuentro se llevará a cabo hoy 20 de agosto desde las 14 horas, en el nuevo edificio de la entidad, sito en 25 de Mayo 452, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Estarán presentes, entre otros, los sectores vitivinícola, peras y manzanas, frutas finas, apícola, granos (Salta, Chaco y Córdoba), citrícola, arrocero, yerbatero, tebacalero, hortícola, azucarero, tabacalero y lechero.
Durante el encuentro, los dirigentes agropecuarios debatirán la situación que enfrentan las economías regionales, y delinearán las acciones a seguir en procura de la búsqueda de rentabilidad.
Otro punto que preocupa es el costo de transporte. Pablo Vernengo, director ejecutivo Economías Regionales CAME, dijo que hasta que el Belgrano Cargas funcione es importante reducir estos costos y devolverle competitividad a la producción compensando distancias a puertos o mercados concentradores con tarifas diferencias por producto y región.
“Para que no peligren esos puestos debería subir el precio del vino arriba de $ 3,50, a casi $ 4 para que el productor tenga rentabilidad y ganar lo que necesita su finca para producir. Estando en esta situación no habrá miras de mejora”, indicó Carlos Iannizzotto, gerente de Acovi.
Ç
Desde la entidad advierten que hay una fuerte, caída en los trabajos de poda relativos a la época estacional que seguramente incidirá en la producción. “Empezamos a ver un relativo abandono de viñedos, pero no sabemos la cantidad ni sus características”, dijo el dirigente.
“El mediano productor está complicado, el pequeño de 4 hectáreas no existe porque viven de otra actividad. Los que tienen más de 30 ó 50 hectáreas para arriba, tienen 6 empleados a más de 6.500 pesos cada uno y al precio del vino actual no pueden pagar nada”, agregó Iannizzotto.
Por su parte, Daniel Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Viñateros de Mendoza estuvo de acuerdo con el diagnóstico de Acovi.
“Coincidimos con el dato de Acovi y el número puede ser mayor si analizamos las causas”.
Para Rodríguez hay que tener en cuenta, por un lado los factores de la macroeconomía: la falta de competitividad por el tipo de cambio, los altos costos y la presión fiscal que asfixia a la parte primaria en general.
Por otra parte, señaló que “hay cuestiones estructurales dentro de la vitivinicultura que tenemos que resolver. Estamos produciendo más materia prima que tiene dificultades en colocarse en el mundo, no solo por el tipo de cambio, sino por la calidad de los vinos y no hay demanda.
Además las exportaciones de mosto también están complicadas”. Dijo además que hay variedades que tienen problemas en encontrar mercados y hay que pensar en regular, incentivar algunas variedades y otras no. También hay que acentuar los mecanismos de control del INV y que los números sean más transparentes”.
Problemas repetidos
Los problemas del agro no son nuevos. El atraso cambiario, los altos costos de insumos y logística y la carga fiscal -sólo por nombrar algunos- son parte de los reclamos que vienen haciendo sectores de diversas provincias con el objetivo de que el desempleo no continúe en aumento, y que los mismos recuperen competitividad, perdida en los últimos tres años.
Ante la severa crisis que atraviesan las economías regionales más de 400 dirigentes agropecuarios de todo el país, representantes de más de 220 entidades y 32 complejos productivos, se movilizarán en el Plenario Nacional convocada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Pablo Vernengo, director ejecutivo Economías Regionales CAME, mencionó a Los Andes que dicho evento tiene como finalidad debatir las problemáticas que presentan en común los sectores agropecuarios de Argentina, ya que en todos se repite el mismo escenario: “falta de rentabilidad y pérdida de competitividad, que ponen en peligro fuentes de trabajo”.
Asimismo, Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM) agregó que este año “se tornó más evidente la situación límite del agro del país y de la provincia”, y “parte de la producción primaria está en peligro. Es por esto, que el objetivo será elevar un mapa y poder tener respuestas por parte de los gobiernos y desde la FEM nosotros acompañamos y representamos a los sectores mendocinos con sus dificultades”.
En un marco amplio, Jorge Day, economista de Ieral, mencionó que hoy los sectores tienen un vínculo directo con el mercado externo y ante las dificultades que presentan no están destinando sus productos con la misma frecuencia que antes, y “el mercado interno no puede absorber toda esa producción, por lo que es un combo perfecto para la destrucción de muchos productores que no cuentan con espalda financiera para solventarse”.
Bajo este escenario, es que indicó que lo que ocurre es que el dólar oficial está muy bajo y la inflación -proyectada este año del 28%- sigue creciendo, por lo que los productores se enfrentan a costos en moneda estadounidense cada vez más altos.
“El segundo problema -continuó Day- es que los precios internacionales de muchos de los commodities fueron cayendo; mientras que nosotros estamos lejos de poder igualar esos valores”. Y en tercer lugar, advirtió Day, que las distintas monedas de los principales competidores de Argentina están perdiendo valor, y sus costos en dólares caen, mientras que con el peso argentino pasa totalmente lo contrario.
Problemáticas
Desde la CAME, enumeraron algunos puntos primordiales y en común que presentan los sectores del agro. Uno de los que mencionó el director de dicha entidad, fue que a la caída en el tipo de cambio real local generada por la combinación de alta inflación y dólar estable, se suman las devaluaciones en monedas de mercados como Brasil, Rusia y la zona Euro, que son grandes compradores del agro argentino. Eso está restringiendo numerosos mercados para los productos argentinos.
Alberto Carleti, Cámara Comercio, Industria y Agricultura de Tunuyán, señaló que esto sumado a los problemas de rentabilidad y precios prevé que los sectores se encuentren en la próxima temporada siendo menos competitivos y con caída en las exportaciones, sobre todo en aquellos productos, como el ajo, la pera y manzana, que tienen a Brasil como principal mercado de destino.
Otro punto que indicó Vernengo es la carga impositiva en los tres niveles de gobierno. “Impuestos como ganancias, ingresos brutos, tasas municipales, encarecen enormemente los costos de producción y le quitan competitividad a las regiones”, explicó el directivo. Al tiempo que adelantó que es importante reducir cargas laborales a las producciones regionales, eliminar el impuesto a los débitos y créditos, eliminar retenciones, y agilizar la devolución del IVA y reintegros a las exportaciones.
En el caso del vino, estimó Gabriela Lizana, titular de Aproem, la presión fiscal ascendió de 30% en valor del producto del litro de vino a 51% en sólo dos años.
Asimismo, Jorge Day, explicó que la carga impositiva a nivel nacional está récord. Sin embargo, explicó que para el Gobierno nacional es difícil bajarlos ya que el déficit de cuentas nacionales está en niveles récord, sumado a que en un escenario actual de cambio de Ejecutivo, el contexto es aún más complicado.
El plenario
La problemática de las economías regionales será analizada en un plenario convocado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Hacia Buenos Aires se movilizarán más de 400 dirigentes agropecuarios de todo el país, representantes de más de 220 entidades y 32 complejos productivos.
El encuentro se llevará a cabo hoy 20 de agosto desde las 14 horas, en el nuevo edificio de la entidad, sito en 25 de Mayo 452, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Estarán presentes, entre otros, los sectores vitivinícola, peras y manzanas, frutas finas, apícola, granos (Salta, Chaco y Córdoba), citrícola, arrocero, yerbatero, tebacalero, hortícola, azucarero, tabacalero y lechero.
Durante el encuentro, los dirigentes agropecuarios debatirán la situación que enfrentan las economías regionales, y delinearán las acciones a seguir en procura de la búsqueda de rentabilidad.
Otro punto que preocupa es el costo de transporte. Pablo Vernengo, director ejecutivo Economías Regionales CAME, dijo que hasta que el Belgrano Cargas funcione es importante reducir estos costos y devolverle competitividad a la producción compensando distancias a puertos o mercados concentradores con tarifas diferencias por producto y región.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/vitivinicultura-peligran-150-mil-empleos
Comentarios