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Bodegones
porteños, vuelta a la tradición popular que resurgió estos últimos
años. Enterate más sobre la mística e identidad de estos platos que
definen el paladar de nuestra ciudad. Entrevista a
Pietro Sorba que nos pasea por estos clásicos de la gastronomía local.
Los bodegones son un clásico de la cultura porteña,
Porque en su momento fueron prácticamente los únicos restaurantes a disposición del público. En los años ’90 con la reactivación empezaron a formarse los polos gastronómicos que presentaban al mercado un gran número de nuevas propuestas gastronómicas, y por supuesto el público quiso salir de su rutina y probó todo lo que no pudo probar en años. Pasado el atracón las cosas volvieron a estabilizarse y hace unos 7-8 años atrás volvieron las ganas de saborear los platos de la tradición, que son los que formaron nada más y nada menos el paladar de los argentinos
Es como si existieran ciertos valores y códigos implícitos en estos lugares (la amistad, la familia, hermandad, etc.). ¿Es esto lo que hace al bodegón una experiencia tan única?
Seguramente; los bodegones poseen una mística especial. Son un refugio de la identidad y de la cultura popular. Su decorado está conformado por elementos icónicos de la cultura popular. Las mesas son bulliciosas y familiares, se disfruta sin temor la abundancia, los sabores son entendibles y por ese motivos se comparten y unen a los comensales. Eso es uno de los valores agregados más fuerte de los bodegones.
Tu libro “Los bodegones de Buenos Aires” se agotó a los 60 días de salir publicado. ¿Qué te motivó a hacer esta investigación?
Es un libro que desde su salida sigue sumando ediciones. Su génesis es simple. Desde mi visión de periodista gastronómico noté que nadie había hecho nada sobre los bodegones. Pensé: “…Nada sobre los restaurante típicos de la ciudad..?…Una locura”. Y empecé a trabajar sobre el tema. Así nació esta guía. Buena para los argentinos y valiosa para los extranjeros que no conocen esta faceta de la cocina de Buenos Aires.
Hay una cierta nostalgia en la gente con respecto a estos lugares. ¿Existen todavía perlitas que sólo son posibles de encontrar si alguien te dice dónde y cómo?
¿Nostalgia? No debe haber nostalgia. Por suerte tenemos todavía muchos bodegones para disfrutar; El Imparcial, Chichilo, Café de García, El Obrero, Albamonte, Manolo, Spiagge di Napoli, etc.. Pero hay también perlitas como el Hornero en González Catán o Edgardo en La Plata.
Esta semana vas a ser el anfitrión de un evento en El Imparcial. ¿Podrías contarnos un poco de qué se trata y cómo puede hacer la gente para participar?
Es un primer encuentro para reunir a las personas que adoran y aprecian a los bodegones. Por esto lo denominamos “cena de la hermandad de los bodegones”. Es probable que a partir de este evento que se está perfilando realmente como muy exitoso , empiece una larga serie de encuentros conviviales periódicos en los bodegones de la ciudad. La convocatoria se hace a través de las redes sociales y simplemente hay que seguir las instrucciones. Se concurre previamente al lugar indicado, se abona el costo y se recibe una tarjeta personalizada para poder participar. El menú es muy abundante, variado, tradicional y completo. En esta primera experiencia en El Imparcial tendremos un aperitivo Cinzano, una entrada de rabas, arrollado y tortilla, un plato principal a elección (paella o arroz a la valenciana o solomillo de cerdo al verdeo con papas los postres a elección, agua y vinos de la tradicional bodega Goyenechea). La fecha: 20 de noviembre a las 20.30 hs.
Porque en su momento fueron prácticamente los únicos restaurantes a disposición del público. En los años ’90 con la reactivación empezaron a formarse los polos gastronómicos que presentaban al mercado un gran número de nuevas propuestas gastronómicas, y por supuesto el público quiso salir de su rutina y probó todo lo que no pudo probar en años. Pasado el atracón las cosas volvieron a estabilizarse y hace unos 7-8 años atrás volvieron las ganas de saborear los platos de la tradición, que son los que formaron nada más y nada menos el paladar de los argentinos
Es como si existieran ciertos valores y códigos implícitos en estos lugares (la amistad, la familia, hermandad, etc.). ¿Es esto lo que hace al bodegón una experiencia tan única?
Seguramente; los bodegones poseen una mística especial. Son un refugio de la identidad y de la cultura popular. Su decorado está conformado por elementos icónicos de la cultura popular. Las mesas son bulliciosas y familiares, se disfruta sin temor la abundancia, los sabores son entendibles y por ese motivos se comparten y unen a los comensales. Eso es uno de los valores agregados más fuerte de los bodegones.
Tu libro “Los bodegones de Buenos Aires” se agotó a los 60 días de salir publicado. ¿Qué te motivó a hacer esta investigación?
Es un libro que desde su salida sigue sumando ediciones. Su génesis es simple. Desde mi visión de periodista gastronómico noté que nadie había hecho nada sobre los bodegones. Pensé: “…Nada sobre los restaurante típicos de la ciudad..?…Una locura”. Y empecé a trabajar sobre el tema. Así nació esta guía. Buena para los argentinos y valiosa para los extranjeros que no conocen esta faceta de la cocina de Buenos Aires.
Hay una cierta nostalgia en la gente con respecto a estos lugares. ¿Existen todavía perlitas que sólo son posibles de encontrar si alguien te dice dónde y cómo?
¿Nostalgia? No debe haber nostalgia. Por suerte tenemos todavía muchos bodegones para disfrutar; El Imparcial, Chichilo, Café de García, El Obrero, Albamonte, Manolo, Spiagge di Napoli, etc.. Pero hay también perlitas como el Hornero en González Catán o Edgardo en La Plata.
Esta semana vas a ser el anfitrión de un evento en El Imparcial. ¿Podrías contarnos un poco de qué se trata y cómo puede hacer la gente para participar?
Es un primer encuentro para reunir a las personas que adoran y aprecian a los bodegones. Por esto lo denominamos “cena de la hermandad de los bodegones”. Es probable que a partir de este evento que se está perfilando realmente como muy exitoso , empiece una larga serie de encuentros conviviales periódicos en los bodegones de la ciudad. La convocatoria se hace a través de las redes sociales y simplemente hay que seguir las instrucciones. Se concurre previamente al lugar indicado, se abona el costo y se recibe una tarjeta personalizada para poder participar. El menú es muy abundante, variado, tradicional y completo. En esta primera experiencia en El Imparcial tendremos un aperitivo Cinzano, una entrada de rabas, arrollado y tortilla, un plato principal a elección (paella o arroz a la valenciana o solomillo de cerdo al verdeo con papas los postres a elección, agua y vinos de la tradicional bodega Goyenechea). La fecha: 20 de noviembre a las 20.30 hs.
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