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Área
del Vino dialogó con los directivos de pequeñas y medianas empresas
para conocer más de cerca cuáles son sus principales preocupaciones que
hoy jaquean su negocio y cómo hacen para sobrellevar las actuales
problemáticas del país.
Laura Saieg
lsaieg@areadelvino.com
lsaieg@areadelvino.com
Las pequeñas y medianas empresas son las principales perjudicadas con la coyuntura actual. Estos establecimientos no cuentan con una espalda financiera importante para poder sobrellevar esta etapa sin relegar espacio de mercado, recurso humano o margen de ganancia en cada una de sus líneas.
De este modo, es que Área del Vino dialogó con algunos de ellos para conocer más de cerca cuáles son las cinco principales preocupaciones en su negocio y cómo hace la empresa de forma interna para solucionar o sobrellevar esta etapa.
En primer lugar, Gustavo Caligiore, de la bodega homónima detalló las cinco principales preocupaciones a su entender del sector y que afecta fuertemente a una pequeña bodega: En primer lugar, y que pega considerablemente a todas las compañías es el aumento sostenido de costos en dólares que viene soportando la industria desde hace ya varios años que ha ido reduciendo sistemáticamente los márgenes hasta dejar al límite de rentabilidad al sector y los costos logísticos. De hecho, remarcó que muchas de las líneas de vinos por debajo de 35 u$s la caja son prácticamente deficitarias. En segundo lugar y tercer lugar ubica, los altos costos financieros y los retraso en la devolución de impuestos como IVA y beneficios a la exportación como los reintegros.
En cuarto lugar, el empresario habló de un déficit de personal capacitado, responsable y dispuesto aprender y realizar multitareas. Esto se debe, según cuenta, a que en una bodega pequeña la multifuncionalidad, autonomía y compromiso de las personas que trabajan en ella es fundamental para mantener un nivel eficiente de productividad. "Lamentablemente esto cuesta mucho conseguir y también es cierto que las pequeñas bodegas tenemos un grave déficit a la hora de ofrecer a las personas valiosas un plan de carrera adecuado a sus expectativas". Y por último, hizo hincapié en la creciente complejidad burocrática para gestionar las empresas. "Para una empresa pequeña, con una organización reducida con personal dedicado a múltiples tareas, la relación con los organismos oficiales es cada vez más compleja, tediosa, intrincada e insume cada vez más tiempo, que se termina restando al verdadero objetivo que es hacer vinos de calidad".
Sobre todo esto, es que Caligiore indicó a Área del Vino que es muy difícil competir a nivel internacional sin estabilidad, "los mercados externos no están acostumbrados a ello y nuestros competidores tienen economías previsibles". "La industria vitivinícola -agregó- tiene un período de repago de inversiones muy extenso y demandas de capital de trabajo relativamente altas, todo esto en un contexto de tanta volatilidad económica y desconfianza política impide el normal desarrollo de la actividad".
Es así, que hoy Caligiore está trabajando fuertemente sobre la gestión de la empresa, siendo muy crítico con todos los procesos para descubrir ineficiencias y plantear soluciones creativas. Además, "hay que mantener la empresa administrativa y financieramente muy ordenada, de modo de aprovechar todas las herramientas de los diversos organismos oficiales que brindan apoyo financiero, técnico o comercial a las pymes y de modo de agilizar en la mayor medida posible las devoluciones de reintegros de exportaciones e IVA". Y por último, manifestó que hay que trabajar muy cerca de los clientes, para lograr altos grados de fidelidad y compromiso para el desarrollo de las marcas de la bodega en los mercados.
Federico Cassone, director de la bodega homónima destacó: "A mi entender las cinco principales preocupaciones del sector serían: La importante inflación que tiene la Argentina, la falta de crédito tanto a personas y pymes, la carga fiscal que tiene el vino para ser vendido dentro y fuera del país, la falta de apoyo del Estado a la industria y los problemas sociales que existen en la Argentina".
A pesar de estos ítems que detalló, el empresario expresó que la bodega trata de seguir produciendo vinos de gran calidad y así "continuar prestando el mejor servicio de atención a nuestros clientes. La calidad de nuestros vinos es el motor de funcionamiento de nuestra bodega". Mientras tanto, Cassone busca disminuir permanentemente los costos de producción, programando las compras de manera tal de no estoquearse por demás de lo necesario en el inmediato plazo.
Por su parte, Aurelio Montes del Campo, Enólogo Jefe de Kaiken Wines remarcó tres ítems: "Primero, aumento de los costos de insumos y mano de obra, dejándonos con los costos más altos respecto a nuestros competidores como Chile, España, Uruguay, etc. Segundo, altos costos financieros en las nubes, lo cual hace que la rentabilidad del negocio sea prácticamente nula y en el caso de las bodegas más pequeñas sea aun más crítico. Y por último, las dificultades de importación de insumos básicos para la elaboración del vino. Hoy es prácticamente imposible importar insumos que son esenciales en la elaboración de vinos finos".
A todo esto, desde Kaiken buscan trabajar de una forma eficiente en el proceso productivo y así utilizar la menor cantidad de mano de obra posible. "Por otro lado, estamos empezando a utilizar herramientas tecnológicas que nos permitan bajar costos", detalló.
No obstante, aclaró que en l caso de los costos financieros e la retención a las importaciones de insumos básicos "nos ha sido imposible darle una solución, tenemos que tratar de trabajar con lo que tenemos".
Desde Viñedos y Bodega Tempus Alba, Leonardo Biodolillo señaló: "Falta de rentabilidad, competencia desleal, altos márgenes del canal de distribución, altos márgenes del trade y altos costos de logística". En estos puntos, es que el directivo destacó que se trabaja a través de mantener costos internos bajos mediante el mantenimiento de estructura chica dentro de la bodega y "la participación de los miembros de la familia en la operación dentro detonas las áreas, así como ser creativos a la hora de generar nuevos canales de venta directa de la bodega".
En una coyuntura como la actual, ¿cómo sobreviven las pequeñas bodegas?
La desaparición de pequeñas bodegas de la esfera aún no está sucediendo, y muchas de las empresas sacan todas las armas para continuar en este negocio a pesar de que los márgenes de rentabilidad no sean los de años atrás o los esperados. Días atrás, Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina asentó está realidad, teniendo en cuenta que esta entidad aglutina más del 90% de empresas pequeñas y medianas.
Por su parte, Federico Cassone remarcó que "en esta coyuntura creemos que se sobrevive manteniendo los estándares de producción y trabajando el doble de tiempo en promoción, comunicación y apoyo en las ventas". Sin embargo, indicó que "esta es una industria en la cual la inversión es de tipo permanente, y el costo financiero con que se trabaja es bien grande. La clave tiene que ver cómo y de qué manera cada una de las empresas ha venido trabajando todos estos años para poder adecuarse a la situación actual, y futura".
Por otro lado, Aurelio Montes del Campo remarcó que "hoy en día, las bodegas pequeñas están sufriendo de sobremanera, lo cual muchas están bajo el punto de flotación o sobrevivencia". Además, agregó que otro punto que no ayuda es que hoy el mercado interno es muy importante para estas bodegas está totalmente colapsado de vino y con un consumo a la baja. Hoy la única forma de sobrevivir para el empresario es destacarse con la calidad y que el consumidor lo reconozca y lo premie.
Finalmente, Gustavo Caligiore señaló que los desafíos, tanto de la empresa como de la industria es revisar la cadena de valor, apostar a la calidad, entendida como satisfacción del consumidor eliminando todo aquello que no tenga un real impacto y valoración de parte de ellos. Es así, que "la eficiencia en todos los procesos de la empresa, descubrir áreas de oportunidad dónde canalizar muy selectivamente las inversiones o reducir costos". Por otro lado, agregó: "es un período para estar muy atentos al contexto interno y externo. Sosteniendo la calidad a pesar de las dificultades En definitiva, con mucho esfuerzo, dedicación, inteligencia y creatividad".
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