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Las Damas: un restó poco conocido perfecto para ir en pareja Por Bien Jugoso el Blog De Hidalgo

Si buscás un restaurante escondido y fuera de los polos gastronómicos agendate Las Damas. Queda en Chacarita, a metros de Palermo. Es cálido, se come bien y no te matan con la cuenta.

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En los barrios porteños existe un tipo de restaurante en el que el ambiente y la cocina hacen la diferencia del promedio de parrillas, bolichones y deliveries que abundan fuera de los polos gastronómicos. Son lindos locales, generalmente regenteados por sus dueños y con una oferta de platos cuidada. Y, en pocas palabras, lugares a los que da gusto ir.

Pero ese es precisamente el problema: ir. No suelen ser conocidos ni estar promocionados en los medios. Tampoco es un dato que circule fuera del barrio. De ahí que hallarlos sea parte de la visita. Las Damas es exactamente ese tipo de restaurantes. Ubicado en corazón de Chacarita, para conocerlo se tiene que transitar por Charlone o por Santos Dumont, dos calles que a muchos porteños puede resultarles desconocida. O bien tener el dato por algún vecino.

Es una linda esquina, con sombrillas rojo Campari, en la que te podés sentar fuera si el día está lindo. Dentro, resulta acogedor, con platos en las paredes y una decoración que le sentaría mejor a una abuela, pero que en tono vintage le pone onda a un espacio en el que se reparten una docena de mesas. En contraste a la quietud musicalizada del salón, la cocina está a al vista y se escucha el choque de cachivaches y ollas. Una rareza, de hecho, para el restaurante de barrio.

Fui a cenar un jueves a comienzos de junio. Como sabía que la carta de vinos es floja –hoy internet colabora y el dato está, si uno lo busca- me llevé una botella para el descorche, que cobraron como la más barata de la carta ($50). Y pedimos sin mucho rodeo previo, dos platos principales: un risotto de hongos ($78) y un osobuco braseado con batatas caramelizadas ($75).

El risotto estaba muy bueno. Con el arroz al dente y unos hongos secos bien sabroso que le daban un tono general de cosa casera y rica. El osobuco, por su parte, se desgranaba con el tenedor y venía en una salsa sabrosa –elaborada con su propio jugo- y con unas batatas dulzonas que sumaban un agradable contraste de sabor. Eran dos porciones entre razonables y abundantes, que nos dejaron un lugarcito para el postre.
Pedimos una ración de Chocotorta ($40) –al fin y al cabo, en Las Damas hacen cocina porteña con toques de autor- y nos dimos una panzada final con una porción de casi tres dedos de alto y del tamaño de una mano. El secreto estaba en que las galletas, húmedas como corresponde, conservaban un trazo apenas seco en su interior, que le daban una textura apenas crocante.

Como cobran cubierto (10 pesos per cápita), con un agua y todo el asunto, entre dos gastamos 278 pesos. Plata que, bien mirada, parece apenas elevada para lo que comimos, aunque si le ponemos el ambiente cálido y perfecto para una salida de pareja, termina siendo razonable. Menos, el el restaurante estaría lleno y no tendría ese aura romanticona. Mucho más, la comida no estaría a la altura.

Las Damas queda en Charlone 202, esquina Santos Dumont, Chacarita. Abren de miércoles a sábado por la noche y sábados y domingos al mediodía. Sólo efectivo. Reservas por el 4554-3466.

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