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Meriendas: mucho más que la hora del té

 
La merienda es ese momento del día en el que, ya sea con un jugo y una porción de budín, un high tea a lo británico o un sándwich exótico, nos damos una excusa para frenar, cortar el día y mimarnos con algo rico. El mejor capricho para la tarde de todos los días.

Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, pero nadie puede negar que regalarse una rica merienda nos puede cambiar toda la jornada. La merienda tiene algo de caprichosa: al no ser una comida "obligatoria", como sí lo son el desayuno, el almuerzo o la cena, se trata de una elección: poner un pie en el freno, desacelerar, permitirse el relax. Así, las cinco de la tarde nos mejora el humor y nos da la excusa para cortar la rutina con charla, lectura o simple contemplación beatífica de la vida tras el vapor de un té o un café. Dulce o salado, saludable o placer culposo, si la merienda es tu comida favorita, no podés dejar de conocer estos lugares.

Tea Connection.
Con su diseño moderno y neoyorkino, Tea Connection (Echeverría y Arcos 4784-5545 y sucursales) logró algo particular en Buenos Aires: ser una casa de té men friendly, sin sacrificar el cuidado por el detalle y la estética. Con sus mesas grandes y butacones confortables que invitan a desplegar una variedad de exquisiteces y disfrutarlas mientras se lee el diario o un buen libro, a la hora de la merienda proponen los mismos combos del desayuno, donde el fuerte está siempre en su variedad de tés en hebras. De comer, desde las clásicas medialunas hasta cereales y frutas de estación, con tendencia a lo sano y liviano. Para golosos: de la pastelería son recomendables las mini cakes (no dejen pasar el cheesecake) y los muffins (el de banana, coco y miel, especialmente). Para beber algo fresco, hay ricas aguas saborizadas, otra especialidad de la casa, algún licuado o el correcto café.

Natural Deli
En la línea saludable se suma Natural Deli, con dos surcursales donde el diseño despojado se equilibra con los estantes y exhibidores repletos con productos orgánicos. Allí se puede merendar sin culpa con las sanas creaciones del chef Pedro Lambertini, como la opción integral del pan de banana con frutas secas salteadas, yougurt y miel o el combo que combina dulce y salado con una ciabatta tostada de jamón y queso más una porción de budín o un cuadradito ($41 sin bebida). Los scones también son muy buenos: están los clásicos, los de salvado y los de queso, que son imperdibles tibios, acompañados con tés orgánicos, el blend de café diseñado especialmente para la marca o sus famosos jugos y smoothies.

En el nombre del postre
Este lugar invita abiertamente a pecar sin preocuparse por las calorías. Pocas mesas, individuales de pajaritos multicolores y una vitrina que despliega macarons (de los mejores de Buenos Aires) chocotorta y cheesecake en vasito, chocolatosas cookies, budines y muffins y minicakes que van variando para que los clientes habituales siempre encuentren algo nuevo. Para cortar con lo dulce, una limonada refrescando o un tostado de jamón y queso o de crudo y brie en pan de semillas.

Nucha
Nucha (sucursales en www.nucha.com.ar) es toda una institución en Buenos Aires. Sus recetas familiares -que ahora compartió generosamente con todos en un lindo libro editado hace unos meses- fueron la piedra fundamental de una de las pastelerías más famosas de la ciudad. En cualquiera de sus ocho sucursales uno se asegura la misma calidad, buena atención y ambientación agradable. Para la hora de la merienda esperan tortas, tartas y tarteletas, cuadrados, budines y una larga lista de cosas ricas. Para hacer una degustación que incluya dulce y salado, lo mejor es elegir el Té Regina ($180 para dos), que trae scons y tostadas con dulce, tostado de jamón y queso, un muffin o un espiral con pasas y un bandejón de delis caseras. Incluye dos tés o cafés, juguitos de naranja y una botellita de espumante para el final. La mejor noticia: ahora las meriendas también se pueden pedir para disfrutar en casa, con distintos combos que vienen con un packaging impecable. Solo hay que reservar con 48 horas de anticipación.

Casa Munet
Una idea original: Casa Munet organiza para mayo y junio su Té con el señor Wilde, una actividad de teatro donde ficción y realidad se entremezclan en muchos niveles. El público asiste a una representación de La importancia de llamarse Ernesto mientras toma un clásico té inglés con todos los platos que indica la tradición: los famosos sándwiches de pepino, otros de berro y huevo y de salmón y cream cheese, scones con confituras, mix de pastelería inglesa. El té es libre y las hebras que acompañan su propuesta son de famosas marcas importadas como Fortnum & Mason (o Maison Theodor para su menú francés), un detalle de exclusividad que marca diferencia con respecto a la competencia. La entrada cuesta $150 por persona, solo con reservas al 154-917-3005.

Torcuato y Regina
Otra propuesta para combinar merienda y cultura es la de Torcuato y Regina (Av. Santa Fe 772). En su coqueto local con vista a la Plaza San Martín que homenajea uno de los grandes romances de nuestra historia nacional –la de Marcelo Torcuato de Alvear y la cantante lírica Regina Pacini-, todos los sábados de mayo esperan con un completo servicio de té compuesto por una porción de torta a elección como Lemon Pie, Crocante de Manzanas, Cheesecake con frutos rojos y Tiramisú, tostadas de campo con queso y dulce y deliciosos scons caseros acompañados de una infusión y un fresco jugo de naranja. ¿El bonus cultural? Las charlas de historia con el especialista Eduardo Lazzari, que tocará temas como los símbolos y misterios de la masonería local, Julio Rocca y sus mujeres y las más famosas leyendas de amor y tragedia de Buenos Aires ($200 por persona con todo incluído).

Casa Sur
Los hoteles son un espacio tradicional para una merienda de alta gama. En Casa Sur, el muy buen restaurante Bengal espera con exquisiteces como los budines de dos sabores, torta capri de chocolate, scons, tostadas de pan de campo con mermeladas artesanales, finger sándwich de pavita y cebolla caramelizada, variedades de tés -elegir las variedades indias para estar a tono con la temática del lugar- cafés, jugo natural y copa de Espumante. Con su ambiente íntimo y elegante, es bueno tener en cuenta tanto esa sucursal como la de Recoleta a la hora de pensar algún festejo vespertino: con increíble calidez y buena onda se prestan a armar un té a medida de los gustos y presupuestos.

Herminia
Para los que viven por Zona Oeste, el dato es Herminia (Av. Santa Rosa 1727). Instalado en una avenida muy comercial de Castelar, la agitación de la calle se queda en el umbral de esta cafetería. Adentro envuelve un clima de calidez familiar, como una visita a la casa de una abuela canchera, con ventanales luminosos, estantes con teteras y un living frente al hogar. Desde las 15 sirven su High Tea ($156 para dos), una de sus propuestas fuertes, que incluye una degustación de sus tortas caseras, tostadas con dulce, mini-sándwiches y otras delis que acompañan la carta de tés diseñada por Mery Kramer, cuyos blends se pueden comprar para llevar en su tea shop juntos con una selección de productos de decoración,

La Giralda
Otro plan perfecto para una tarde fresca: chocolate con churros. Algunos prefieren los de La Vicente López (Av. Maipú 707) o los del Tortoni (Av. De Mayo 825). Nosotros esta vez vamos por los más conocidos e imbatibles, los de La Giralda (Av. Corrientes 1453). Primero, el lugar es absolutamente seductor, con sus brillantes carteles de neón, las mesitas mínimas de mármol blanco y esos mozos de oficio que atienden según el humor del día. El chocolate caliente viene en su jarrita de metal, espeso y fuerte, y acompañado con cuatro churros cuesta $60.

Wafflería Gourmet
¿Quizás conozcan a este lugar por su local en Pinamar, pero no saben que también tienen locales en Capital. Aunque en este momento el de Villa del Parque está cerrado por remodelaciones (prometen que vuelven en mayo), el de Devoto (Mercedes 3948) espera con sus deliciosos waffles dulces y salados. El lugar es sencillo pero con onda, con un mostrador de pallets reciclados y una barra para acomodarse que los fines de semana resulta escasa por la gran concurrencia. La esponjosa masa puede acompañarse con dulce de leche, simil Nutella (de producción casera), frutillas con crema, lomito y cheddar, zucchini, berenjenas y zanahoria con queso, entre otros. Además hay palicreps (chupetines de masa esponjosa y distintos rellenos), torres de hot cakes y baguels. Un clásico del barrio es acompañarlos con una cholatada con crema batida. El colmo de la felicidad: se puede comprar waffles congelados para terminar en casa.

Esta tarde hacé un corte con la rutina. Lo repetimos: para el vox populi, el desayuno es la comida más importante del día. Demostrá que la merienda no se queda atrás.

Por Sandra Martínez

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