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5 errores más comunes al beber vino

Miguel Ángel Dionicio| El Universal
Evita estos errores al beber vino . (Foto: Archivo )
 
No pases momentos incómodos, ni causes pena ajena, sólo toma en cuenta estos sencillos consejos

El universo del vino contiene muchas aristas que vale la pena considerar a la hora introducirse en él. Desde aprender a pedirlo, beberlo, disfrutarlo y conocer el proceso que debe realizar un sommelier, un capitán o un mesero para servirlo.

Algunos de los errores más comunes, tanto de pedir como de servir vino, son los siguientes:
1. Maridar según el tópico: el vino tinto es para la carne roja y el vino blanco para el pescado. El maridaje no es una ciencia y no hay verdades absolutas. Esto hace tiempo que dejó de ser un dogma. Aunque no menos equivocado es pensar que cualquier tipo de vino marida con cualquier tipo de comida.
El truco a la hora de elegir es que el vino no anule el sabor de la comida y que la comida no mate el paladar y los aromas del vino, tiene que haber un balance. Comida y bebida deben complementarse.

2. Creer que "cuanto más tiempo tiene el vino, es mejor": A veces sí, a veces no. No se puede generalizar. Un vino joven necesita ser consumido lo más pronto posible. Los vinos añejos sí pueden mejorar con los años aunque hay que tener en cuenta varios factores: tiempo que hayan permanecido en la barrica, variedad de la uva que lo componen, tipo de barrica, condiciones de la guarda, calidad de la añada. 

3. Llenar demasiado las copas: El vino debe servirse hasta la mitad de la copa –como máximo-. Los vapores de la bebida se recogerán en la parte superior de la copa y aumentarán el placer de beberlo. Y en el caso de los blancos o espumosos, además, evitará que pierda su frescura. 

4. Sacudir exageradamente el vino: Tres giros suaves y sin grandes aspavientos son más que suficientes. El objetivo de mover la copa es liberar moléculas que potencien el aroma que emana del trago, no duchar a tus acompañantes. 

5. Sujetar la copa por el cuerpo o cáliz: No se trata de una copa de coñac. Se debe agarrar por la base o por el tallo o espiga. De no hacerlo así, traspasaremos parte del calor de la mano al vino y mancharemos la copa con la grasa de nuestras manos 

El vino es un elemento que puede hacer de nuestros platillos algo excepcional o algo que se quiera olvidar para siempre, todo depende de la atención que le prestemos a los detalles que conlleva tomar este complemento. Conocer la forma en cómo se lleva con nuestro paladar, así como con los alimentos que consumamos, nos ayudará a disfrutar más de él.

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