Desafíos del vino argentino

La sommelier Paz Levinson trabaja en París promoviendo el vino argentino y acá analiza la situación en cada uno de los mercados. Con su experiencia internacional, la sommelier Paz Levinson analiza las estrategias para captar más consumidores y seguir consolidando el vino nacional en todos los mercados.

En esta etapa que ya nos conocen en todo el mundo como productores de vino de calidad, nuestro mayor desafío es -como todo desafío empresarial- no dejar de vender, incrementar las ventas manteniendo la calidad del producto y que los otros mercados cada vez nos respeten más y estén dispuestos a pagar mejor por un vino argentino. La industria hizo un gran trabajo y desde el comienzo de la fuerte exportación nos situamos en un nivel de precio un poco más alto que muchos de nuestras competencias del llamado Nuevo Mundo, lo que ayudó mucho a nuestra imagen. Uno de nuestros mercados más importantes es Estados Unidos. Muchos norteamericanos que toman vino conocen al vino argentino y confían en nosotros porque supimos mostrar consistencia a lo largo de los años.

Actualmente hago la carta de vino para tres restaurantes en París; uno es argentino y, por supuesto, la carta de vinos es 100% nacional. Las otras cartas son 70% vino francés y me dejan un espacio para "hacer descubrir" otros mundos a los clientes franceses. El restaurante de uno de los barrios más conservadores de París es mi desafío máximo, ya que los franceses que vienen siguen bastante sus tradiciones y consumen vinos de regiones prestigiosas del país. Por suerte cada vez más hay clientela para los vinos "de afuera". Mi sorpresa es ver la reacción de los franceses cuando descubren que soy argentina, instantáneamente me dicen: "hay muy buen vino allá abajo", a lo que respondo con una sonrisa cada vez más amplia. Más satisfactorio es cuando no saben que soy argentina y los escucho hablar de los vinos argentinos: "¡Qué bien! ¡Hay vino argentino, a mí me gusta mucho el vino de allá!", comentan dos abogados que se sentaron a almorzar.

En Estados Unidos la situación es diferente ya que nos conocen por experiencias cotidianas, están familiarizados con nuestras etiquetas, ya que nuestra presencia es mucho más visible. ¡Hace dos semanas, una mesa de norteamericanos pidieron un Cabernet Sauvignon-Malbec Argentino en medio de sus vacaciones en París! Recorrieron toda la carta de vinos y se sintieron cómodos en la sección del vino argentino y tomaron dos botellas. En países como Francia conocen más de nuestra cultura pero todavía les falta conocer muchísimo de nuestros terruños y cepas (sobre todo la Bonarda y la Torrontés).

Para seguir vendiendo tenemos que tener precios competitivos pero también captar al consumidor con novedades. Por ejemplo Australia es muy conocida por su Shiraz pero poco a poco fue mostrando sus Pinot Noir, Chardonnay, Cabernet Sauvignon y Semillón, cepas con las que un conocedor de vino está familiarizado, pero no tanto el consumidor de supermercado que busca el vino del día. Nueva Zelanda trascendió en un principio con el Sauvignon Blanc: fue una explosión en mercados como Inglaterra; luego vino el Pinot Noir, pero hoy, después del boom, los kiwis tratan de captar la atención de comunicadores para que trasciendan sus Riesling, sus Pinot Gris, sus Cabernet y Merlot. En nuestro caso es un poco similar, ya nos conocen por el Malbec. Qué viene ahora es cuestión de amplio debate: para unos hay que comunicar más al Torrontés, al Cabernet Sauvignon y la Bonarda, que además de calidad tenemos muchas hectáreas plantadas. Para otros hay que dejar de hablar de tal o cual cepa aisladas y hablar más de zonas combinadas con los varietales, poniendo énfasis sobre todo en las características de cada zona.

Hoy el desafío es atrapar la atención de los consumidores en mercados como Estados Unidos o Inglaterra donde tienen ¡todos los vinos del mundo a su disposición!.

Las bodegas y los enólogos, cuanto más profundizan en el conocimiento sobre sus propias bodegas, más necesidad sienten de comunicar todo lo que aprenden y descubren, y en esto están trabajando muchísimas bodegas y los organismos de promoción en el exterior como WofA (Wines of Argentina). El objetivo es comunicar los diferentes terruños y las características de cada uno. Esto que suena sencillo, es un tema delicado y difícil, pero necesario. ¿Por qué digo difícil? porque siempre la idea es comunicar para aclarar, comunicar para que los consumidores amateurs tengan herramientas cuando quieran profundizar sobre ciertos aspectos. Al mismo tiempo nadie quiere "asustar" al consumidor con numerosos nombres de lugares y subzonas, tipos de suelos, estilos, variedades, nombres de las etiquetas, nombres de enólogos, etcétera.

¿Cómo hacen otros países para comunicar sus zonas? Cito dos ejemplos del Nuevo Mundo, ya que tiene una situación similar a la nuestra. Por ejemplo, Sudáfrica comunica todos los nombres relevantes en su página Wines from South Africa, desde las regiones más grandes a las más pequeñas. El idioma es complicado para todo el resto del mundo, por lo tanto se hace más lenta la retención de nombres y lugares. Ellos comunican hasta regiones más mínimas en cuanto a importancia en producción de vino, pero lo hacen para que ya queden registradas para cuando venga el momento de más actividad. ¿Qué es lo que va a pasar? Nadie lo sabe, pero lo seguro es que no le hace mal a nadie comunicar, profundizar, encontrar las maneras de captar la atención. Decir: esto es lo que tenemos, pero hay mucho más por descubrir y a medida que interesa y genera curiosidad, agregar que también tenemos esto y esto y esto. En el caso de Chile, por ejemplo, ellos ponen mucho énfasis en comunicar todas las subregiones de las zonas llamadas Costa, Entre Cordillera y Andes.

Lo importante es que sea un espiral que nos lleve de a poco y como quiera cada consumidor, hasta la esencia, hasta el corazón del asunto. Y que ese corazón sea un espiral más que nos lleve aún más lejos.

Por Paz Levinson, Sommelier Profesional de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS), hoy trabaja en París como sommelier y consultora. Publicado en Tiempo.

Fuente: http://www.mdzol.com/nota/559140/

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