Pizzas atómicas: las más ricas y potentes de Buenos Aires


De un lado, las livianas de masa finita. En el otro extremo, estas bestias de la mozzarella. Las de masa molde, las anti-light, las que los porteños adoran. Las pizzas más power de la ciudad.
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¿Qué es lo que nos hace añorar una determinada pizza? No será igual en Italia, pero acá en Buenos Aires, donde la industria pizzera típicamente tana se vio influenciada por la abundancia gallega, recomendar una pizza tiene bastante que ver con la generosidad. Primero de mozzarella, pero de ahí en más la imaginación es grande. No tendremos por estos pagos la Bacon Cheese Burger de Domino’s, pero con estas 10 bien nos arreglamos:

1. Atómica de LA GUITARRITA
Su nombre lo dice todo, pero no se lo ganó por sus portentosas raciones de longaniza, jamón cocido, morrones, anchoas, mozzarella y salsa de tomates, sino en honor al Atómico Boyé, histórico delantero de Boca y uno de los dos socios que, allá por el 63, abrieron La Guitarrita. Comandada por el mismo maestro pizzero desde aquel entonces, Jorge Grillo, la masa a la piedra sale con piso y bordes crocantes. Lo demás es una fiesta. $86 en el salón, $83 si la pedís por delivery. La Atómica tiene su versión light: igualita, pero sin jamón. Le dicen la Bomba.  
(Cuba 3300, Núñez / T. 4704-0756)

2. Fugazzetta rellena de LA MEZZETTA
Este local es el ejemplo del anti-marketing. Un caso de éxito rotundo a pesar de no haberse modernizado ni un pelo desde que abrió en 1939, de no haber invertido ni en un par de banquetas. En La Mezetta todo se gasta en mozzarella y cebolla, ingredientes de la pizza favorita de una multitud a la que no le importa hacer fila si todo termina con una porción de fugazzetta rellena comida al paso. Con una masa de molde con bordes crocantes, cebollas doraditas y un cuarto kilo de mozzarella que rebalsa desde el centro, la porción puede medir, tranquilamente, 3 centímetros de alto. Su sabrosura queda dibujada en los cuadrados de papel de fiambre que ofician de servilleta. $14 la porción o $114 la grande.
(Álvarez Thomas 1321, Chacarita / T. 4554-7585)

3. Mozzarella de EL PALACIO DE LA PIZZA
Que si vamos a Güerrín o a Las Cuartetas, a Los Inmortales o a Banchero. En ese vasto territorio de la pizza que es la Avenida Corrientes existe una pizzería generalmente relegada solo porque queda una cuadrita más hacia el Bajo. Pero en El Palacio de la Pizza, lo sabe todo el mundo, se cocina uno de las mejores ejemplares de mozzarella de la ciudad. Llega a la mesa exuberante y blanca, sin aceitunas, con hilos de salsa roja y aceite que por poco no escriben tu nombre. Ojo, hay que pedir al molde. En la versión a la piedra la magia desaparece. 90 pesos.
(Corrientes 751, Centro / T. 4322-0441)

4. Especial de KENTUCKY
Desde 1942, en la esquina de Avenida Santa Fe y Godoy Cruz, de paso para tomarse el San Martín en Puente Pacífico, Kentucky vivió largos años de gloria. Luego decayó. Ahora es una cadena con 15 locales que hace foco en los gustos clásicos, en promos del tipo “muzza, faina + chop”. Sin embargo, la especial Kentucky, no por nada, sobrevivió al aggiornamiento. Su combinación de ingredientes es solo para aquellos de paladar curioso y estómago resistente: mozzarella, morrón, jamón, champiñones y anchoas. A $140 la grande. El punto en contra: los champiñones son de lata.
(Santa Fe 4602, Palermo y sucursales / T. 4773-7869)

5. Pizzas a caballo de SICARIO
Esta es una pizzería de barrio, pero no de las antiguas sino más bien de las post-años 90: tipo bar-restaurant, con fileteado porteño como decoración, sándwiches de lomito en la carta y promos de cerveza. Pero si hablamos de su fuerte, que son las pizzas, el Sicario tiene una variedad por cada pecado capital y todas salen con papas a caballo. La Sicario 1, por mencionar otra de sus 50 variedades, incluye muzza, panceta, champiñones… y está coronada con dos huevos fritos. ¿Querés mandarte a matar? Que sea comiendo pizza. A un promedio de $78 las chicas y $85 las grandes.
(Avellaneda 201, Caballito / T. 4958-7750)

6. Lasagna de PUNTO PIZZA
El viejo Luigi, recién llegado de Italia, se mandó en una que nadie hubiera arriesgado a fines de 2001: abrir una pizzería con su fuerte en el delivery y la idea de, en poco tiempo, sumar varias sucursales. El otro desafío fue desarrollar un producto de aceptable calidad, a precio módico, y una masa de bordes firmes que contuviera bien los ingredientes para que la pizza llegara bien a las casas. Misión cumplida. Para los amantes de lo anti light se destaca la Lasagna, que incluye carne bolognesa, espinaca, cebolla, ricota, jamón cocido, mozzarella, salsa roja y queso Port Salut. Italianidad al palo que, extrañamente, aparece en el menú como “pizza gourmet”. A 65 pesos.
(Elcano 2709, Belgrano y sucursales / T. 4706-0707)

7. Fugazzetta con ajo y perejil de SANTA MARÍA
La pica en Chacarita es entre Imperio y Santa María. Lo importante a saber es que Roque Ovejero, el maestro pizzero de la segunda desde hace más de 30 años, aprendió el arte de la pizza en la primera. En Santa María lo que más sale son las clásicas al corte: muzza, napo, calabresa y fugazetta. Esta última con un detalle que la hace única y por eso vale la mención: un final con ajo y perejil. ¿Lo demás? Masa fina y crocante en la base, pura mozzarella y cebollas cortadas “a cuchillo”. Por si faltaba más, la atención es excelente. Las porciones son bien generosas y, si estás de paso y con poco efectivo, te invitan soda para bajar el mazacote. $106 la grande y $14 la porción.
(Corrientes 6801, Chacarita / T. 4553-2763)

8. Española de EL FORTÍN
Esta pizzería de Montecastro es un clásico de las hinchadas de All Boys, Vélez y Argentinos Juniors, pero también punto gastronómico obligado para los que quieren conocer, sí o sí, los verdaderos “must” de la pizza porteña. En este antro de las porciones altas, grasosas y bien nutridas, la opción con cantimpalo y morrones, bautizada Española, es la opción a elegir si te gusta el rock. A $102 en el salón, que está muy lejos de ser paquete y en eso, justamente, reside su encanto.
(Álvarez Jonte y Lope de Vega, Monte Castro / T. 4566-8279)

9. Napolitana con ajo de SAN CARLOS

Recordarán lo que pasó con las esquinas más codiciadas de Buenos Aires durante los 90: se llenaron de locales tipo pizza-café con iluminación dicroica, precios exorbitantes y calidad mediocre. En esa volteada cayó la tradicional pizzería San Carlos, en Caballito. Pero como lo que importa es lo de adentro, vale mencionar que San Carlos todavía alberga una de las napolitanas más sabrosas y pesaditas de la ciudad. ¿El secreto? Lleva mucho, pero mucho, mucho ajo, y una lluvia de parmesano. A 80 pesos la grande. Ya no sirven por porción.
(Rivadavia 4548, Caballito / T. 4902-0324)

10. La San Antonio de SAN ANTONIO
Para el final, un ejemplar para darle al diente con todas las letras. Tomen nota de la lista de ingredientes, bien ordenados sobre la distintiva media masa cocida en horno a gas con ladrillos refractarios que mantiene famosa a la pizza de San Antonio desde hace 70 años: jamón, morrones, aceitunas negras, aceitunas verdes, tomate, huevo duro, longaniza, calabresa, salsa de tomate y abundante mozzarella. Es tan completa y pesada que ni los propios mozos se animan a sugerirla. Hagan la prueba. A $132 la grande y $98 la chica. Para probarla hay que ir sí o sí hasta el local de Boedo: no hay ni habrá delivery.
(Garay 3602, Boedo / T. 4921-4118)

Por Celeste Orozco

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