A pasos lentos, la huella de carbono se instala en Argentina por Laura Saieg



 
 A pesar de que aún son pocas las bodegas que trabajan bajo este concepto, cada vez son más las que incursionan en procesos para reducir su impacto en el medio ambiente.
 

La huella de carbono es parte de una tendencia mundial en donde la producción y el crecimiento deben ser equilibrados y respetuosos con el medio donde se desarrollan. Este concepto, desarrollado por Ramiro Castillo Bond, de Soporte Empresario S.A. en un informe presentado para el Observatorio Vitivinícola Argentino, busca beneficios ecológicos, económicos y comerciales para las organizaciones.

Recordemos que la huella de carbono es una metodología de concientización que pretende evaluar cuántas emisiones de gases de efecto invernadero son liberadas en la actividad de comercialización de un producto. Ya que la producción de emisión de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y en especial del CO2, es una de las razones del cambio climático y el calentamiento global.

El análisis que se realiza para determinar la huella de carbono de un producto abarca todo el ciclo de vida, desde la materia prima hasta su gestión como residuo.



Según Castillo "la vitivinicultura como fuente generadora de alimentos en base a recursos naturales no puede estar ausente de esta problemática".

Entre los beneficios, además de ayudar al medio ambiente y su conservación, se destaca también la diferenciación que potencia la marca u organización agregándole valor a los productos o procesos.

Asimismo, "los consumidores dan prioridades a aquellos productos que se han desarrollado en forma respetuosa con el ambiente. Un ejemplo es el resultado del estudio "Image Power Global Green Brands", donde el 60% de consumidores de todo el mundo prefiere comprar productos de compañías responsables con el medio ambiente aunque deban pagar un precio mayor por ello".

El avance de la huella de carbono en las bodegas

Actualmente son pocos los establecimientos que han certificado y trabajado bajo estos conceptos. Entre las que apostaron se destaca el caso de Renacer. En diálogo con WineSur, del área del Marketing, Valeria Orso, mencionó que la empresa se siente orgullosa de trabajar de forma sustentable, respetando el medio ambiente.

Asimismo, contó que "la certificación de la huella de carbono es en el delivery de nuestros vinos a los mercados. En el proceso de entrega de los vinos, miles de emisiones de carbono son lanzadas a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. En orden de reducir las emisiones de carbono, la bodega trabajó junto a la compañía Carbón Neutral para certificar su proceso de entrega de los productos".

Además, explayó que en Renacer se almacena el agua cordillerana en lagunas artificiales para proveer a sus plantas sólo del agua que necesitan. Finalmente, Orso indicó que el cuidado del medio ambiente llega también a sus oficinas, en las que utilizan materiales reciclables en todo su merchandising evitando la impresión de papel.

Otro es el caso de Bodega Salentein con normativa PAS 2050, que certificó la Huella de Carbono "business to consumer" de su vino Portillo Malbec desde la uva "producción primaria" hasta el consumidor.

Andrés Arena Director de Operaciones de Bodegas Salentein, comentó que el relevamiento y evaluación se llevaron a cabo con la empresa Alex Stewart SA y la certificación fue emitida por el Carbon Trust Certification del Reino Unido. El cálculo y certificación se realizó de acuerdo a las normativas PAS 2050:2008 y el código internacional "Code of Good Practice for Greenhouse Gas Emissions and Reduction Claims".

Finalmente, Alta Vista está realizando algunas actividades, entre las que se destacan la reutilización y reciclado de residuos, implantación de Biobeds (Lechos Biológicos), en los viñedos para destruir agentes químicos y biológicos en el agua servida; el agua servida de la bodega es tratada y reutilizada para riego; el control de plagas y enfermedades de las plantas es aplicado solamente si fuera necesario y bajo estrictas condiciones. De este modo, el objetivo final es que la bodega logre la neutralidad de su huella de carbono.
"Nuestro objetivo a mediano plazo es lograr la neutralidad de carbono. En un proceso paso a paso, hemos implementado diferentes medidas para alcanzarla", afirmó Philippe Rolet, gerente general de Bodega Alta Vista. Y agregó "fuimos una de las primeras bodegas en Argentina en obtener la certificación ISO 9001/2000 en 2007, y en diciembre 2012 obtuvimos una pre-certificación de ISO 22.000 para detectar sistemáticamente riesgos de sanidad en procesos de producción".


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