De Alicante a la Patagonia una historia de vinos


Fuente: Río Negro | Nico Visne.
Bernabe-NavarroLa Bodega Bernabé Navarro está ubicada en Alicante, España. Nicolás Visnevetsky nos cuenta sobre sus vinos y la historia que hay detrás de un emprendimiento que enaltece a determinadas cepas. “Son mis hijos” me dice vía mail Rafa Bernabé cuando se refiere a sus vinos. Rafa vive en Alicante, España, junto a su mujer Olga Navarro. Cuando en Argentina terminaba el último mandato de ese ex presidente que no voy a nombrar por superstición, esta pareja española comenzaba su historia en la historia del vino de España.

En las puertas del 2000, donde el Y2K iba a resetear todas las máquinas del mundo, arranca el interés de Rafa por estudiar “ese arbusto maravilloso de tronco retorcido que es la vid y su enorme capacidad de aguantar todo lo imaginable e inimaginable”. Rafa habla apasionadamente del vino y yo lo capto mientras lo leo en mi monitor. Esa pasión (no en el modo naif que una nota sobre vinos la utiliza trilladamente) se notará luego en sus vinos y en la celebración de diversos varietales de origen.
A 100 kilómetros de la casa donde viven en ese Alicante hermano del mediterráneo, Rafa y su mujer adquirieron hace tiempo una finca llamada “Casa Balaguer”. Buscaban altitud y clima.

Comenzaron con 40 hectáreas de viñedo. Nada estrambótico teniendo en cuenta que con esa superficie se puede lograr vinificar con una calidad media-alta cerca de 250 mil botellas. Ellos, Rafa y Olga, en doce años apenas llegan a las 70 mil botellas. Dice Rafa que cuando lleguen a las 100 mil se planta para disfrutar y no ser esclavo de las modas (me lo imagino bebiendo y cagándose de risa con la botella número 100.000)
En una especie de trabajo antropológico, Rafa y Olga se interesan mucho por los varietales que emplean. Producen Monastrell, Merlot, Syrah, Cabernet, Garnacha y otras. Desde el año 2009 empezaron a recuperar variedades olvidadas y a producirlas. Rafa me envío a Argentina una caja de vinos y pude conocer de cerca algunas cepas que desconocía y otras que conocía pero de terruños más cercanos al Duero.
He tenido la suerte de haber probado algunas cepas muy interesantes. La vigorosidad de la uva Monastrell, y el berretín de Rafa por no perderla y conservarla dentro de la memoria de los tiempos, la transformaron en una cepa que particularmente disfruto mucho.
Ellos también. La cuidan, la producen orgánicamente y sus vinos son premiados en lugares donde se reconocen a los buenos vinos.

Tozudos, insistentes obreros de torcerle el brazo al pedregullo y apostarle al verde de la viña, durante todos estos años, esta pareja de apasionados se ha dedicado a lograr una identidad diferente a lo que el mercado manda.
Primero fue el proyecto de Bernabé Navarro que cuenta con tres vinos tinto –”Beryna”, “Casa Balaguer” y “Selección” – y luego se transformó en “Viñedos Culturales”.

El vino “Selección” desaparece y en su lugar aparece uno de poca tirada llamado “Curro”, en homenaje a Paco Camarasa, un incondicional del Rafa en el campo.

“La idea, la filosofía de Viñedos Culturales, es muy simple: pequeñas producciones, viñedos de secano rabioso, respeto absoluto al campo, rescate de variedades y viñedos olvidados y dejados de la mano del hombre y no de la de Dios, hacerlos y difundirlos. Vinos que reflejen un territorio, una cultura, una tradición. Lograr interpretar lo que la tierra nos da, sin manipulaciones. En una frase, volver al inicio.”, me escribe traspasando el océano, rebotando en los satélites el gran Rafa.
En 2010 se elaboró el “Moscatel de Alejandría” de las viñas del Parque Natural de La Mata (Torrevieja – Alicante) un lujo de viña de secano, pie franco en una isla de viñedo en un mar de hormigón y “Merseguera” de los mismos viñedos.Ambos blancos monovarietales.

Durante 2012 salió al mercado el “Tinto Forcayat”, “cojonante” según Rafa. Se trata de una variedad denostada y olvidada. Se dan el lujo de hacer “Los cipreses de Usaldón, un vino de semi maceración carbónica de garnacha peluda elaborada naturalmente sin nada sulfuroso. Una seguidilla de Monastrell 100 %, como para sellar en la historia del vino español un momento casi de rescate antropológico.
Si alguna vez tienen la duda entre tantas D.O.C de España, esta es una fija de buenos vinos y hermosas historias. Si pasan por Alicante, no lo duden. Sumérjanse en una recorrido de simplezas, amor y uvas olvidadas.

Yo particularmente Comencé por su vino “Curro” 2010. Me sumergí en un mar de botellas para entender el valor de un suelo en la boca y me entretuve con esas denominaciones de origen. Conocí la verdadera elaboración orgánica y pude sentir esa magia española 14 mil kilómetros de océano mediante.
El mundo está lleno de vino, la gente está llena de historias. La historia es una uva gigante donde nos sumergimos cada tanto.
Hasta la próxima.
Nico Visne / nicovisne@gmail.com

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