Parrillas clásicas: 10 opciones para visitar en Buenos Aires

Ni parrillas cool, ni parrillas para extranjeros. En esta nota, parrillas clásicas que sobreviven desde años al paso de las modas, manteniendo la calidad y el servicio.
Ojos de bife de dos dedos de ancho, chinchulines y mollejas a punto, chorizos bombón, papas fritas y ensalada mixta. Ese es el abecé de las parrillas clásicas en Buenos Aires. Y estas, las diez que tenés que conocer para recibirte de porteño.

1. Las Nazarenas
Mudó su estilo para convertirse en un restaurante turístico de asador criollo, cuyos costillares a la llama deben figurar en álbumes de fotos de todo el mundo. Pero no por eso ha bajado la calidad de sus carnes –que estaciona al menos tres días antes de asar-. Las costillas arqueadas y el chivito son la estrella.
(Reconquista 1132, Retiro / T. 4312-5559)


2. La Raya
Un viaje al pasado glorioso de las parrillas porteñas, eso es La Raya. El local es célebre por las ventanas ojo de buey, sus mozos históricos y los habitués, a quienes se les puede pasar lista a diario. Lo típico son los chinchulines y el vacío del fino, invención del Carlos Vinagre, su fundador.
(Ortiz de Ocampo 2566, Palermo / T. 4802-5763)

3. Río Alba
Anticuada en su estética, su secreto son las porciones inmensas, que conviene compartir porque los precios pueden resultar salados. La carne llega a la mesa en braseros y su punto fuerte son el asado de tira, el matambrito de cerdo y el bife de lomo. Sólo para nostálgicos.
(Cerviño 4499, Palermo / T. 4773-5748)

4. Aquellos Años
Un gran clásico porteño, con local amplio, buena atención y materia prima de nivel. El asado especial es “el” corte, aunque el cordero o el chivito también salen buenos. Un dato de calidad es la espera que demanda cada cocción, porque ninguna pieza está marcada.
(Rafael Obligado y La Pampa, Costanera Norte / T. 4784-8681)

5. El 22
Para comensales con bolsillo flaco: sus porciones son abundantes y los precios amigables. La ambientación, con mesas y sillas de plástico es un poco decadente. Pero a la clientela eso no le importa. Recomendados: la entraña y el lomo. Ideal para ir con amigos.
(Carranza 1950, Palermo / T. 4778-1095)

6. Happening
Un viaje a los ochenta, y aun así se mantiene vigente. Pasan los años y la calidad no se pierde. Buenas carnes y mozos de profesión. El matambrito tiernizado y la colita de cuadril encabezan las preferencias de sus comensales.
(Av. Rafael Obligado y La Pampa, Costanera Norte / T. 4787-0666)

7. Lo de Mary
En este ex almacén, que conserva las heladeras con puertas de madera, las estanterías cargadas de viejas botellas de aperitivos y la soda en sifón, el menú viene dentro viejos folios, pero el que sabe va derecho a la entraña, el bife de chorizo o el matambrito de cerdo.
(Humahuaca al 4099, Almagro / T. 4864-8033)

8. Don Zoilo
Parrilla con mesas bien juntas, algo ruidosa, con ambiente familiar. Lo mejor: el bife de chorizo y el asado. No toman reservas y siempre se llena. Paciencia. Lo vale.
(Honorio Pueyrredón 1406, Villa Crespo / T. 4588-3800)

9. El Mirasol
No confundir con la homónima de Puerto Madero ni con la de Recova. Esta está en Almagro, desde hace más de 40 años. Tiene una clientela que la defiende a facón en mano. No es para menos: sus mollejas de corazón, sus chinchulines de cordero y su colita de cuadril, son insuperables. Atención siempre esmerada.
(Boedo 136, Almagro / T. 4864-2379)

10. La Nelly
En el puerto de Olivos, una parrilla en todas las de la ley. Desde hace años es una fotocopia de sí misma, con mozos inventariados, decoración austera (hay unos potus en algunas columnas) y platos abundantes. La especialidad de la casa son las provoletas y el vacío.
(J. B. Alberdi y Río de la plata, Puerto de Olivos, Vicente López / T. 4794-4466)

Por Pablo Fadel

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