ARGENTINA 5 lugares para disfrutar gastronomía de cocineras argentinas

RECETA: Confit de pato con virutas de nabo

Mi relación con el nabo -el de comer- es un poco conflictiva.
Que me perdonen sus fans, pero nunca me ha excitado demasiado esta hortaliza. Su sabor no me dice nada, y su olor me evoca, no sé por qué, a unos tiempos de miseria y de hambre que nunca viví. Lo he usado para caldos y fondos como un elemento más, pero como prota... buf, me cuesta.

A pesar de todo, he de reconocer que hay una carne a la que el nabo le va muy bien, y es la del pato. Bien lo saben en Girona, donde esta combinación forma uno de los platos clásicos de la provincia.
Mi receta no tiene mucho que ver con ese guiso catalán, porque cocino ambos ingredientes por separado. Los muslos de pato van confitados en aceite (también se pueden hacer en grasa de ese ave, si se tiene), y la hortaliza se fríe para que quede un poco crujiente, de forma que pueda gustar incluso a los más nabófobos.

Si no te quieres complicar la vida, puedes usar perfectamente un buen confit de pato de bote o de lata. En ese caso, empieza la receta en el paso 4. Ah, y en los agradecimientos de la receta he de citar a mi hermano Jose, sin cuya militancia pro nabo nunca se habría llegado a cocinar este plato.

Dificultad

Para personas con algo de experiencia en la cocina.

Ingredientes

Para el confit

4 muslos de pato
1 cebolla
3 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 rama de tomillo (o media cucharadita de tomillo en polvo)
1 rama de romero (o media cucharadita de romero en polvo)
1 cucharadita de pimienta negra en grano
1,5 litros de aceite de girasol
Sal gorda

Para el nabo

500 gr. de nabos
Aceite de oliva
Sal

Preparación

1. Salar a conciencia el pato con sal gorda. Dejarlo en la nevera un par de horas.

2. En una cazuela grande, poner a calentar un litro de aceite con la cebolla partida en cuatro trozos, los ajos, el laurel, el tomillo, el romero y la pimienta. Cuando esté caliente, quitar con la mano el exceso de sal del pato e introducirlo en la cazuela. Si falta mucho aceite para cubrirlos, añadir el otro medio litro. En el momento en que rompa a hervir el aceite, bajar el fuego al mínimo. Cocer 2 horas muy suave.

3. Dejar enfriar en el mismo recipiente tapado y mantenerlo en él de un día para otro a temperatura ambiente.

4. Precalentar el horno con el grill a 220 grados. Pelar y picar el nabo en juliana fina. Preparar un plato grande con papel de cocina. Poner a calentar aceite abundante en una sartén grande.

5. Poner el pato bien escurrido de aceite en una bandeja de horno. Meter en la parte superior del horno unos 10-15 minutos, dándole la vuelta a la mitad, hasta que esté bien crujiente.

6. Mientras el pato se tuesta, freír los bastones de nabo en una sartén en tandas, primero a fuego muy lento, y cuando empiecen a dorarse, a fuego máximo hasta que se doren del todo. Pasar con una espumadera al plato con papel de cocina para que pierdan el exceso de grasa. Salar y servir de inmediato con el pato.

Por Mikel López Iturriaga

MARIDAJE Sugerido: un Malbec de unos 5 a 10 años.

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