Cognac

Cognac

La copa entre las manos, un puro, jazz de fondo…

El cognac pertenece al mundo de los hombres. Aunque las mujeres piden espacio. ¿De qué se trata? Es un brandy, destilado de uvas, y sólo puede llamarse Cognac el que se produce en la zona francesa homónima y sus alrededores: Poitou y Charentes, ya que desde 1909 tiene apelación de origen. Pero sus raíces se remontan al año 1636, cuando los viticultores de Cognac se sublevaron por el bajo precio que obtenían por sus vinos. Decidieron entonces destilar la cosecha y guardar el aguardiente en barricas de roble varios años. Cuando lo rescataron, encontraron un color dorado miel, un sabor que había aplacado la fiereza original de los vinos ácidos de la región, y un aroma intenso.

Otra versión cuenta que los holandeses que compraban vino blanco en esa región francesa, para exportarlo, prefirieron destilarlo, porque así aumentaba su graduación alcohólica y se conservaba mejor durante las travesías en barco.

En uno u otro caso, el vino destilado en barricas adquiría el sabor de la madera. Se lo llamó brandy (burnt wine: vino quemado). En 1765, el oficial irlandés Richard Hennessy, mercenario de Luis XV, obtuvo unos terrenos… en Cognac y construyó la bodega que hoy se conoce como Catedral Hennessy. Abastecía a la nobleza con su elixir de doble destilado. Desde entonces, la casa produce los VSOP (Very Special Old Pale), para pedidos especiales y para mezclas que en algunos casos contienen cognac del 1800, como el Richard Hennessy con 100 aguardientes de hasta 200 años, que se cotiza a casi 5.000 euros.

¿Por qué es tan caro el cognac?

Se necesitan 7 litros de vino para conseguir un litro de aguardiente. Se destila en alambiques y, desde el siglo XVII, un auténtico cognac se destila dos veces.

Napoleón soportó su exilio en Santa Helena gracias a las barricas que llevó consigo. En la tumba de Edgar Allan Poe, los 19 de enero, fecha de su cumpleaños, le dejan rosas rojas y unas botellas de cognac.

El cognac se bebe en copa chica, que se calienta con la temperatura de la mano. Se lo mueve lentamente para que afloren los aromas.

El primer trago debe reposar un instante en el paladar, para que lo envuelva, como terciopelo.

La puesta en escena pide buena música. O mejor, silencio.

Fuente: Clarín | Ollas y Sartenes & AW

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